OAXACA SIN CAPACIDAD PARA EL COVID
Mario CASTELLANOS ALCAZAR.
Donato Casas Escamilla, se tambalea
La política de los Servicios de Salud en Oaxaca ha perdido el control en el manejo del coronavirus, por esto, los casos se han incrementado en las últimas semanas, sin embargo, la entidad, que estaba en el semáforo naranja, a partir del lunes 20 de julio del presente año volvió a semáforo rojo, lo que complica la situación en el Istmo de Tehuantepec, Tuxtepec, Los Valles Centrales, la Mixteca y la Costa, principalmente.
Solo es un espejismo la idea del gobierno estatal, al manifestar que la pandemia está controlada- y vamos bien, así, deja parte de la responsabilidad a los sectores de la población, a las familias y a la ciudadanía, con la esperanza de que la mejor opción es quedarse en casa, medir la sana distancia, el uso de cubre bocas y demás medidas sanitarias a los mercados, centros comerciales, negocios, parques y otros centros de concentración. Que sí, la responsabilidad es compartida.
Atrás quedaron los 200 municipios de la entidad oaxaqueña, denominados, de la “esperanza”, es decir, los que no tenían contagio alguno, lo que fue bandera de presunción del mandatario oaxaqueño, pero ahora, la situación se revierte; Oaxaca es presa fácil del COVID 19, no solo por su diversidad geográfica, la pobreza y su marginación, sino por la falta de temple de las autoridades estatales, llámense gobierno municipal, estatal o federal.
Así, el Estado de Oaxaca ya cuenta con más de 8 mil 792 casos confirmados de la pandemia y más de 830 defunciones, pero estas cifras crecen diariamente en las regiones ya mencionadas, de tal manera, que los contagios son imparables por la falta de infraestructura hospitalaria, que es tá el cien por ciento de su capacidad, además de que no hay medicamentos, insumos, material de curación, equipos de protección para los trabajadores de la salud.
Según datos oficiales hasta el 19 de julio del presente año se habían registrado, en los Valles Centrales, 5 mil 682 casos confirmados con y 42 muertes; Tuxtepec, mil 256 casos y 179 fallecimientos; Istmo 778 casos con 111 decesos; Mixteca, 482 contagiados y 49 muertes; Costa, 348 positivos con 32 decesos y la Sierra Norte con 158 y 27 muertes.
Dichas cifras son maquilladas, pues una cosa son los números oficiales y otros, los de la realidad, por más cruda que estas sean, sobre todo, en la región del Istmo de Tehuantepec, en donde se han disparado los casos; en Juchitán hay un promedio de diez muertes diarias, que no están contabilizadas oficialmente, mueren en sus casas, sin atención médica, apegados a remedios caseros, porque los hospitales están cerrados o bien saturados, además sin personal médico.
Aún, así, el gobierno estatal esta disciplinado a la política del gobierno federal y por supuesto que aplica al pie de la letra la estancia del semáforo rojo, es decir, nuevamente regresamos al alto riesgo de contagios, pese a que han sido contagiados mil 500 de trabajadores de la salud por el COVID 19, en Oaxaca, según versión de la Sección 35 del Sindicato de Salud, incluso se están cerrando algunos nosocomios, sin embargo, todo sigue peor, ante las protestas de los médicos, enfermeras, auxiliares, administrativos, entre otros.
En Juchitán de Zaragoza, Santo Domingo Tehuantepec, Salina Cruz y Tuxtepec, el incremento es devastador, debido a que no hay personal médico, pues en su mayoría han sido infectados; en Juchitán, se cerró el Hospital General, Macedonio Benites Fuentes, en donde se contagiaron 170 trabajadores de la salud de este nosocomio, por lo que fue inhabilitado por un tiempo indefinido para los enfermos del coronavirus. El hospital de Nochixtlán, está cerrado parcialmente, debido al contagio de su personal médico. El Hospital “Aurelio Valdivieso” de la capital oaxaqueña, completamente saturado, ni un alfiler más.
Al respecto el Secretario de los Servicios de Salud en Oaxaca, Donato Casas Escamilla, ya no tiene recursos humanos, materiales y financieros para responder a la demanda del personal médico- y se repliega a las disposiciones del gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, quien anunció que a partir del 20 de julio del presente año se iniciaría un segundo confinamiento de diez días, que implica quedarse en casa, seguir las medidas sanitarias- y habrá restricciones en los establecimientos comerciales o cuando menos, sino se logra el cierre comercial, incluyendo a los ambulantes y tianguistas, estos tendrán que tomar sus medidas sanitarias, pero en sí, existe la negativa de estos sectores.
Se refleja la falta de coordinación entre el gobierno estatal y las autoridades de los 570 municipios de la entidad oaxaqueña en relación de la aplicación de las medidas restrictivas para frenar la proliferación de la pandemia, por lo que cada quien toma sus propias decisiones, como son los filtros sanitarios, el cierre de los mercados, negocios y establecimientos no esenciales, algunos, sin embargo existe una gran irresponsabilidad de muchos sectores de la población que no acatan las disposiciones oficiales y por ello, surgen enfrentamientos de funestas consecuencias.
Todo esto se complica porque los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) carece de un equipo médico o de un Consejo de Sanidad Estatal, que dicte las medidas a seguir, tanto, en la prevención y combate al padecimiento, que ha rebasado las expectativas de la política del gobierno estatal y federal.
No hay cifras exactas en el número de contagios, decesos, ni del manejo de los recursos económicos de lo que se destina al combate de la pandemia en Oaxaca. Todo es especulación y confrontación entre la parte oficial y la Sección 35 del Sindicato de Salud, debido a que el Secretario de Salud en el Estado, Donato Casa Escamilla, dice una cosa y el sindicato dice otra, cuyo organismo amenaza con realizar paros de actividades porque no hay ni personal especializado, menos medicamentos e insumos. No hay Nada, pero sí, el organismo sindical a través de su vocero, afirma que hay mil 500 trabajadores de la salud, contagiados, lo que obliga a los hospitales al cierre de sus actividades o bien solo atienden casos de emergencia, menos a pacientes con coronavirus.
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