El zumbido del Moscardón

Dice la vox populi que los mejores contralores de la obra pública, son los imponderables naturales y me parece que son contralores temibles por certeros. Cuando una pavimentación solo dura un tiempo de aguas, es que el concreto que utilizaron no es de buena calidad, aunque lo hayan cobrado como hidráulico.
Si al primer movimiento telúrico de apenas unos cuantos grados, fractura una estructura de una obra pública, seguro cotizaron varillas de un diámetro y metieron otras de mucho menor resistencia. La tranza en la obra la obra pública, queda evidenciada con un imponderable natural.
Y eso es corrupción, pero ¿cómo se llama el hecho de que, a pesar de recomendaciones profesionales no solo de expertos en el país, sino fuera de nuestras fronteras, puntualizan que NO ES VIABLE UNA CONSTRUCCIÓN DE UNA MAGNA OBRA, no solo porque el terreno es inundable, sino porque NO ES NEGOCIO construir una refinería toda vez que ya no hay petróleo?, eso tiene un nombre clínico… se llama necedad.
Para lo que a don López es perseverancia, para el resto de los mexicanos es necedad y es una condición clínica llamada esquizofrenia paranoide porque al individuo que la padece, lo aleja de la realidad y la verdad que él ve, solo está en su mente ofuscada.
El perfil psicológico de don López para muchos psiquiatras, es justamente el de un esquizofrénico, por eso inventa a la “mafia del poder” que lo persigue en todas sus acciones y actividades, conspira contra él y busca hacerlo caer en errores, aunque en la realidad él sólo crea lo que dice.
Y si a la necedad le sumamos ineptitud, pues el resultado es el fracaso. Así fue concebida la refinería de dos Bocas en Paraíso Tabasco que nació muerta toda vez que muchas voces calificadas le dijeron a don López que ya no es negocio refinar petróleo, que los países industrializados le están apostando a las energías renovables, que refinar petróleo para producir gasolina, sale más caro que importarla, etcétera.
Pero también le advirtieron de los riesgos de construir en Dos Bocas, justamente porque es una zona que se inunda con facilidad, con suelos fangosos propios de las ciénagas tabasqueñas. La tormenta tropical Beta inundó la zona de trabajos de la refinería y no es la primera vez, van dos en este año que la zona de construcción se inunda.
Eso ya ha elevado los precios de construcción de una refinería que será, junto con el aeropuerto de Santa Lucía, los dos enormes elefantes blancos que habrá construido esta transformación de cuarta.
Ni en Santa Lucía, ni en Dos Bocas, hay proyectos ejecutivos, tampoco estudios de impacto ambiental lo que sugiere un tremendo boquete a sus presupuestos toda vez que no hay rumbo en ambos proyectos. Ni se diga el tren maya que de si, de lleno, es una atentado a la ecología de uno de los últimos pulmones de México que es la selva maya.
Necedad e ineptitud es una combinación muy peligrosa para la nación y lo peor es que no hay un valiente que se oponga a las ocurrencias de un esquizofrénico paranoide, por eso la Secretaría de Energía NIEGA lo que es evidente. Dice que la tormenta no afectó la construcción de la refinería y posteó otras fotos de otros momentos donde hay encharcamientos pero no el nivel de inundación que tiene la obra.
No es necesario ser anti amlo para darme cuenta de los errores tan elementales de una mente necia e inepta, ni pertenecer a un grupo de denuesto en contra del “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, simple y llanamente hay que observar los hechos para darnos cuenta.
El argumento de don López para cancelar el proyecto del aeropuerto de Texcoco, fue justamente que es zona inestable que se inunda por ser un lago… él pretende construir una refinería en una ciénaga ¿entenderá la diferencia tanto en calidad de suelo como en costo de obra?, lo dudo.
@leyvaguilar
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