El zumbido del Moscardón

Y “el pequeño virrey de las camas vacías y los muertos en casa”, como lo bautizó certeramente Lily Téllez, no supo responder una sola de las acusaciones que le profesaron, sobre todo senadoras del partido acción nacional que hicieron gala de la retórica en la comparecencia del subsecretario ante el Senado de la República.
Ahí, el doctor -si es que se le puede llamar así- no dijo “ni pio”, pero en la conferencia de la tarde, donde no había senadoras panistas, ni reclamos de oposición, sino sólo aplaudientes del sistema, dijo que las minorías, sufrían algo que se llama “disonancia cognitiva”.
La imagen puede contener: una o varias personas y personas sentadas, texto que dice "EXCESO DE INEPTITUD EXCESO DE SOBERBIA SENADO స ESTADON ADO DE SLATURA ATURA"
¿Qué es la disonancia cognitiva?, bueno dice el sabio Google al través de wikipedia, que la disonancia cognitiva en psicología hace referencia a la tensión o desarmonía interna, del sistema de ideas, creencias y emociones que percibe una persona, que tiene al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, o por un comportamiento que entra en conflicto con sus creencias, es decir, el término se refiere a la percepción de la incompatibilidad de dos condiciones simultáneas, todo lo cual, puede impactar sobre sus actitudes… o sea Hugo López Gatell, tiene “otros datos”.
Simplemente Hugo López Gatell uso la vespertina, para tratarnos de engañar a los mexicanos con sus términos psicológicos rebuscados, tratar así de insultar a las senadoras panistas y decirles que su realidad, no es la misma que la realidad del Gobierno de la transformación de cuarta, el ya famoso “tengo otros datos”.
Además, confirmó lo que las legisladoras le dijeron respecto de su actuar al frente de la subsecretaria, en cuanto a su necesidad fisiológica, casi inhumana de complacer al peje. Gatell no solo digo que si lo complacía, sino también que es un orgullo complacer a don López, casi casi porque es la encarnación del pueblo, un pueblo violentado, vilipendiado, etcétera, etcétera, la misma estructura dialéctica del peje, pero con palabras de epidemiopsicólogo.
Sin embargo, hay cifras que por más minoría que seamos los que no somos las focas aplaudidoras de don López, no pueden llamarse “otros datos” porque son los datos del gobierno federal por ejemplo, los 83 mil 945 muertos y los 821 mil contagiados, la letalidad en los incubados del sector salud que llega a 70 por ciento, además y con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la falta de pruebas de diagnóstico.
Lo que pasa es que en las mañaneras, don López quisiera informar que su curva se aplanó y esa, es una ecuación matemática muy sencilla con la que López Gatell engaña al inquilino de Palacio Nacional y, como es la encarnación del pueblo, pues engaña a todo el lumpen. Huguito “el pequeño virrey de las camas vacías y los muertos en casa”, simplemente deja de hacer pruebas y por tanto, no hay contagios; así, la cifra de contagiados reduce en dos vertientes: no hay sumas de nuevos contagios y los que están contagiados, empiezan a reducir porque se mueren.
Y “los muertos, muertos están, o sea ya no van a vivir, ya no están” dijera el propio López Gatell”.
“Otros datos o disonancia cognitiva” es la premisa informativa de este gobierno de cuarta y aún con esos maquillados datos, llevamos 40 por ciento más muertos que el escenario catastrófico que pronosticó Gatell a principios de la pandemia. Cuarenta por ciento más que nos prende un semáforo de peligro porque eso quiere decir que ni el “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, ni todo su equipo de salud, sabe qué hacer, ni cómo atajar la pandemia.
Un virus se multiplica, no se le puede combatir con fórmulas matemáticas, si Hugo López Gatell quiere complacer a su patrón, lo hace muy bien, pero compatriotas se están muriendo por la irresponsabilidad de un funcionario que solo atina a dar cifras y no a plantear una estrategia definida de combate.
La OCDE dice que México, es el país perteneciente a este organismo internacional, que realiza menos pruebas para detectar el COVID-19 “México ocupa el último lugar en número de pruebas aplicadas para detección entre los 36 países miembros de la organización”. Mientras México aplica 0.4 pruebas por cada mil habitantes, la media de los países miembros de la OCDE, está en 22 por cada mil.
Ese déficit de pruebas COVID-19, tiene a mi juicio, al menos una razón fundamental y no tiene nada que ver con datos del sector salud, aunque sí del subsecretario encargado: el orgullo que siente Hugo López Gatell al complacer en todo, a su patrón y eso ha causado en México cerca de 84 mil muertes confirmadas, por que las cifras reales pueden ser abrumadoramente más grandes.
¿Disonancia cognitiva?, me parece que el diagnóstico de la transformación de cuarta en su conjunto es esquizofrenia paranoide… es decir, están locos.
@leyvaguilar
Instagram: Leyvaguilar

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