Alejandro Leyva Aguilar
“No hay nepotismo, amiguísimo, influyentismo, ninguna se esas lacras de la política en mi gobierno”, asegura ufano el “presidente”, así en minúsculas y entre comillas don López.
Yo no sé porque esa necesidad casi endémica del inquilino de Palacio Nacional de mentirle reiteradamente, cada mañana a los mexicanos, sobre todo a los más ignorantes que le creen a rajatabla todo lo que dice.
Me parece que el gabinete está repleto de todo lo que el “presidente” dice que no existe. Empecemos con el nepotismo: Bertha Alcalde, hermana de la Secretaria del Trabajo Luisa María Alcalde es ejecutiva en un área del Sistema Nacional de Seguridad Pública; Graciela Marquez, secretaria de Economía, tiene a su esposo Gerardo Márquez cobrando en Banxico; Irma Eréndira Sandoval de la Secretaría de la Función Pública, que está casada con el activista gringo John Ackerman, tiene a dos hermanos Pablo y Netzai, el primero en el Programa Social de Guerrero y el segundo en el Instituto de la Defensoría; Manuel Barlett -ya sabemos del influyentismo de su hijo vendiendo a sobreprecio ventiladores- tiene a su sobrino Rodrigo Abdalá como delegado de programas del Bienestar en Puebla.
El influyentismo es mayor que el nepotismo y ahí se han hecho jugosos negocios al amparo del poder. Empezando con Zoé Robledo del IMSS y la compra de respiradores al hijo de Barlett. Zoé sigue siendo director del IMSS y el hijo de Barlett sigue siendo influyente en la transformación de cuarta. Por influyentismo y como pretexto el combate al huachicol la empresa III servicios SA de CV, la misma que construyó la “suavicrema” o Estela de Luz en el bicentenario de la Independencia, es la misma que compró las 500 pipas sin licitación, por que es una empresa filial a PEMEX. El influyentismo es tan grande en este gobierno que no hay licitaciones públicas para la construcción del tren maya, del aeropuerto de Santa Lucía, ni de la inundada refinería de Dos Bocas.
Amiguismo… bueno pues solo hay que ver cómo es que a pesar de los escándalos, siguen en el poder Manuel Barlett, Zoé Robledo, Hugo López Gattel, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, y cómo es que ya salieron de la transformación de cuarta, desde el titular del Instituto Para Devolverle al Pueblo lo Robado Jaime Cárdenas, pasando por Carlos Urzúa de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, Germán Martínez del IMSS, Víctor Toledo de la Semarnat y un largo etcétera que no se entregaron a los brazos de amlo y son fuertes críticos de este gobierno de cuarta.
Pero quizá los casos más emblemáticos de influyentismo, amiguismo y nepotismo son justamente los del hermano y la esposa de don López. A pesar de que dijo que se aplique todo el peso de la ley a quien la haya quebrantado, luego de que Pío haya exigido al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que prohíba al Instituto Nacional Electoral investigarlo, sabía de ante mano que a su queridísimo hermano y gestor financiero no le iban a hacer absolutamente nada.
El hermano incómodo, dijo que la ley no puede ser retroactiva y que el delito del que lo acusan, ya prescribió lo que quiere decir que acepta que cometió un ilícito al recibir dinero presuntamente del erario chiapaneco para la campaña presidencial de 2018 que llevó al peje, a la silla del Águila, de una manera no muy clara. Fue dinero que el hermanito financiero no declaró ante el INE y por tanto, este instituto que se dice imparcial debe investigar con la misma vara con la que mide a otros institutos políticos.
El colmo, es la esposa del peje Beatriz Gutiérrez Müller. Resulta que es, según su esposo, académica desde hace dos años, que presentó el examen, que se sometió a todo el procedimiento y que la oposición acusó que era una imposición…”nosotros no hacemos eso… nada más para aclarar”, señaló orgulloso don López.
La primera no dama que tampoco es académica porque no ha demostrado ni un solo grado de estudios, resulta que es investigadora nivel 1 del CONACyT… ¿usted le cree?… yo tampoco.
Aunque habría que reconocer que tal vez se puso a “investigar”, sentada en una hamaca allá en la Chingada, el movimiento del sol. Lo vio salir por oriente y ocultarse en el poniente y descubrió ¡EUREKA!, ¡QUE EL SOL GIRA AL REDEDOR DE LA TIERRA!, eso le bastó al peje para posiblemente recomendarla en el prestigiado CONACyT con un sueldo de unos 130 mil pesos mensuales como investigadora nivel uno.
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