El Zumbido del Moscardón

Alejandro Leyva Aguilar

No hay un solo gobernador que, al menos en lo interior, que no se haya quejado de la reducción al presupuesto que la Federación decidió dejar de aportar. Los recortes presupuestales al gasto de las Entidades Federativas va de los 5 mil millones de pesos, a los 27 mil millones como es el caso se Oaxaca.

Lo curioso es la cifra total: 45,000,000,000, lo pongo en letra por si un chairo no sabe leer los números CUARENTA Y CINCO MIL MILLONES DE PESOS o lo que es lo mismo 2 mil 142 millones 857 mil 142.9 dólares, a 21 pesos por dólar.

Y usted y yo pensaríamos, de acuerdo a cada una de las mañaneras y a los eslóganes publicitarios de esta transformación de cuarta, que ese dinero que el gobierno federal le quita a los estados por la fuerza de su mayoría en el Congreso, va a ir a parar a los pobres.

Pues no, esa cifra de 45 mil millones de pesos es justamente lo que falta para que se construya la refinería de Dos Bocas en el paraíso inundado, que debe ser reestructurado porque su costo aumenta dramáticamente casi al 10 por ciento de lo programado, cada que se inunda y van seis veces este año.

Me parece que no soy el único periodista que cuestiona la salud mental del “presidente”, así en minúsculas y entre comillas que por cierto ayer perdió a su única hermana Candelaria Beatriz López Obrador que apenas tenía 56 años de edad, quién sabe si de COVID-19, lo cual es una tristeza y una pena y representaría la entrada de la pandemia a la vida familiar del mandatario mexicano.

No soy el único que piensa que en las prioridades del “presidente”, no debe estar la construcción de un monumento a la ineptitud como Dos Bocas, porque como ya lo he manifestado, hay estudios completos que indican la inviabilidad de ese proyecto en ese lugar en específico, pero además porque existen otras prioridades como la compra de medicamentos, la adquisición de vacunas, el diseño de una estrategia efectiva de contención de la pandemia, el desempleo, la inseguridad, la educación de millones niños, el combate a la pobreza y un largo etcétera.

Me queda claro que para don López “PRIMERO LOS POBRES”, y si porque son los pobres los primeros en morirse por COVID-19, son los pobres los que primero pierden su empleo, son los pobres los que con esta crisis no tienen para pagar sus rentas, hipotecas, su canasta básica; son los pobres a los que amlo decide inundar, los pobres ya no tienen comedores comunitarios, estancias infantiles, los niños pobres con cáncer, son los primeros en morirse por falta de medicamento… ¡primero los pobres!.

Tal vez no habría protestas de las Entidades Federativas, si en esa reducción escandalosa del presupuesto, hubiera una estrategia de combate a la pandemia o de trabajo en reducción de la pobreza, una inyección de recursos al sector productivo primario y secundario, a las micros, pequeñas y medianas empresas, una estrategia de reactivación económica, pero no.
Ese dinero lo utilizará en la reingeniería necesaria para construir la refinería de Dos Bocas, dinero que estará destinado al fracaso porque está mal planeado, pero además es una apuesta a un combustible que en los años próximos, está destinado a desaparecer. Es una mala inversión por el lado que se le quiera ver.

Pareciera que don López no tiene asesores inteligentes y si los tiene, ni los ve, ni los oye; o peor, los tiene pero su soberbia y su estulticia es tan grande que no se da cuenta, incluso de lo evidente; él mismo fue testigo del tamaño de las inundaciones en Dos Bocas y decidió desaguar la presa “peñitas” hacia Centla y la Chontalpa para que las afectaciones en Paraíso no fueran tan grandes y afectaran el proyecto de la refinería.

Dijo en uno de sos soliloquios mañaneros que “había desaguado la presa para evitar una inundación en Villahermosa”, de ser cierto prefirió inundar a los pobres y proteger a los ricos que viven en la capital del estado.

Es notable el desvarío de don López porque confunde prioridades y en esa confusión se pierden vidas. Solamente en Tabasco hay 300 mil damnificados que han perdido todo su patrimonio y ellos requieren dinero, apoyos económicos, alimentos, agua potable… pero el “presidente” piensa que esos pobres pueden esperar, que es más importante inyectarle 45 mil millones de pesos a Dos Bocas ¿y las miles de bocas que debe alimentar por la crisis?.

No hay un solo gobernador que, al menos en lo interior, que no se haya quejado de la reducción al presupuesto que la Federación decidió dejar de aportar. Los recortes presupuestales al gasto de las Entidades Federativas va de los 5 mil millones de pesos, a los 27 mil millones como es el caso se Oaxaca.

Lo curioso es la cifra total: 45,000,000,000, lo pongo en letra por si un chairo no sabe leer los números CUARENTA Y CINCO MIL MILLONES DE PESOS o lo que es lo mismo 2 mil 142 millones 857 mil 142.9 dólares, a 21 pesos por dólar.

Y usted y yo pensaríamos, de acuerdo a cada una de las mañaneras y a los eslóganes publicitarios de esta transformación de cuarta, que ese dinero que el gobierno federal le quita a los estados por la fuerza de su mayoría en el Congreso, va a ir a parar a los pobres.

Pues no, esa cifra de 45 mil millones de pesos es justamente lo que falta para que se construya la refinería de Dos Bocas en el paraíso inundado, que debe ser reestructurado porque su costo aumenta dramáticamente casi al 10 por ciento de lo programado, cada que se inunda y van seis veces este año.

Me parece que no soy el único periodista que cuestiona la salud mental del “presidente”, así en minúsculas y entre comillas que por cierto ayer perdió a su única hermana Candelaria Beatriz López Obrador que apenas tenía 56 años de edad, quién sabe si de COVID-19, lo cual es una tristeza y una pena y representaría la entrada de la pandemia a la vida familiar del mandatario mexicano.

No soy el único que piensa que en las prioridades del “presidente”, no debe estar la construcción de un monumento a la ineptitud como Dos Bocas, porque como ya lo he manifestado, hay estudios completos que indican la inviabilidad de ese proyecto en ese lugar en específico, pero además porque existen otras prioridades como la compra de medicamentos, la adquisición de vacunas, el diseño de una estrategia efectiva de contención de la pandemia, el desempleo, la inseguridad, la educación de millones niños, el combate a la pobreza y un largo etcétera.

Me queda claro que para don López “PRIMERO LOS POBRES”, y si porque son los pobres los primeros en morirse por COVID-19, son los pobres los que primero pierden su empleo, son los pobres los que con esta crisis no tienen para pagar sus rentas, hipotecas, su canasta básica; son los pobres a los que amlo decide inundar, los pobres ya no tienen comedores comunitarios, estancias infantiles, los niños pobres con cáncer, son los primeros en morirse por falta de medicamento… ¡primero los pobres!.

Tal vez no habría protestas de las Entidades Federativas, si en esa reducción escandalosa del presupuesto, hubiera una estrategia de combate a la pandemia o de trabajo en reducción de la pobreza, una inyección de recursos al sector productivo primario y secundario, a las micros, pequeñas y medianas empresas, una estrategia de reactivación económica, pero no.

Ese dinero lo utilizará en la reingeniería necesaria para construir la refinería de Dos Bocas, dinero que estará destinado al fracaso porque está mal planeado, pero además es una apuesta a un combustible que en los años próximos, está destinado a desaparecer. Es una mala inversión por el lado que se le quiera ver.

Pareciera que don López no tiene asesores inteligentes y si los tiene, ni los ve, ni los oye; o peor, los tiene pero su soberbia y su estulticia es tan grande que no se da cuenta, incluso de lo evidente; él mismo fue testigo del tamaño de las inundaciones en Dos Bocas y decidió desaguar la presa “peñitas” hacia Centla y la Chontalpa para que las afectaciones en Paraíso no fueran tan grandes y afectaran el proyecto de la refinería.

Dijo en uno de sos soliloquios mañaneros que “había desaguado la presa para evitar una inundación en Villahermosa”, de ser cierto prefirió inundar a los pobres y proteger a los ricos que viven en la capital del estado.

Es notable el desvarío de don López porque confunde prioridades y en esa confusión se pierden vidas. Solamente en Tabasco hay 300 mil damnificados que han perdido todo su patrimonio y ellos requieren dinero, apoyos económicos, alimentos, agua potable… pero el “presidente” piensa que esos pobres pueden esperar, que es más importante inyectarle 45 mil millones de pesos a Dos Bocas ¿y las miles de bocas que debe alimentar por la crisis?

#Quédateencasa @leyvaguilar
Instagram: Leyvaguilar

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