ELECCIONES TORMENTOSAS EN EL 2021
Por: Mario CASTELLANOS ALCAZAR
Así como van los pronósticos del proceso electoral 2020- 2021, se presume un encontronazo entre las alianzas- ojalá, lo vaticinado por los analistas y observadores políticos, no se cumpla, porque la violencia engendra más violencia, que va en contra de la estabilidad política, económica y social de México.
Ciertamente se presume vientos huracanados en dicha elección de 15 gobernadores, 300 diputados federales de mayoría y 200 plurinominales, del Congreso de la Unión, más los diputados en los Congresos de las entidades de la República Mexicana, así, como presidentes municipales, síndicos y regidores a nivel nacional, lo que suman, 21 mil puestos de elección popular.
A este respecto, ya se ven las chispas, luego de haberse iniciado el proceso electoral, ante la integración de dos alianzas que participarán en el proceso electoral, una de estas, es la llamada, “Va por México”, integrada por el PRI, PAN y PRD y la otra, “Juntos Haremos Historia”, conformada por MORENA, PT y PVEM, que por supuesto, van por todo y cueste lo que cueste y a como dé lugar por la disputa del poder político.
La consigna del PRI, PAN y PRD es llegar hasta las últimas consecuencias, así, tengan que valerse de los improperios, argucias y las viejas prácticas de la corrupción, los fraudes, los embates y hasta la violencia para rescatar los espacios electorales que perdieron en el proceso electoral del año 2018 ante MORENA, partido en el gobierno, que, a decir, de los analistas tiene las preferencias para ganar las elecciones del 6 de junio del año 2021.
La lucha del poder de estas alianzas ya se ve encarnizada en los medios de información, sobre todo en las redes sociales y las televisoras con sendos espacios, que les conceden las prerrogativas de ley, en las que están soltando la rabia pura y van con todo, a la yugular del enemigo a vencer.
La alianza “Vamos por México” hace escarnio contra el gobierno emanado de MORENA, es decir, va por la cabeza del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador a quien tildan de ser un gobierno sin resultados, sin acciones de solución a los problemas económicos, políticos y sociales del país mexicano, que yace en una recesión económica y asimismo, la violencia, hasta los efectos de la pandemia del coronavirus.
MORENA y sus aliados, sueltan el estilete contra “Va por México”, de ser más de lo mismo, la misma corrupción; los une precisamente eso, y por consiguiente, se quitan la máscara, pero también, el PRI, PAN y PRD son los autores de los fraudes del otrora sistema de gobierno neoliberal, que dejaron un país colapsado, los mismos del “Pacto por México”, en el gobierno de Peña Nieto, por lo que este tumor debe ser extirpado, entre otras asperezas amargas para los mexicanos.
Ojalá, la situación no sea de violencia, como sucedió en el proceso electoral del año 2018 en la elección del presidente de México, con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, por MORENA y asimismo, la mayoría en el Congreso de la Unión y las diputaciones federales y locales de los Estados de la República Mexicana.
En el 2018, según la consultora, Etetlekt, en el proceso electoral, se registraron 120 asesinatos de políticos en el país, entre candidatos y militantes partidistas, de estos, 102 hombres y 18 mujeres, al fragor de la contienda electoral, pero, además, 351 asesinatos de funcionarios, cuyos cargos no dependían de las elecciones.
En ese entonces, se registraron 300 agresiones directas a políticos, 44 atentados a familias de los políticos y 46 familiares de políticos asesinados, lo que evidencia que, en el año 2018, durante el proceso electoral, los actos de violencia se incrementaron en un 385 por ciento, respecto a las elecciones del año 2015, que arrojó 21 homicidios.
Pese a todo, se espera que la violencia no prospere y por consiguiente haya civilidad y madurez política entre partidos políticos y aspirantes a los cargos de elección popular, pero, los políticos no coadyuvan en nada para lograr la estabilidad social- y por consiguiente, las campañas se alimentan de encono, violencia, revanchismo e insultos personales, es decir, nada constructivo, y todo, con muy baja reputación, nada de propuestas, mucho menos, altura de miras, todo con el ánimo de obtener el poder para servirse del poder, y no, a los sectores de la población.
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