ARENA POLÍTICA

ABRUPTA REUNION DE GOBERNADORES EN SAN LUIS POTOSI

Mario CASTELLANOS ALCAZAR.

Gobernadores del PRI, alineados.

 

La reunión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador con los 32 gobernadores de las entidades y la capital del país, el próximo 19 de agosto del presente año, en San Luis Potosí, marca la pauta del inicio de una posible solución a los graves problemas políticos, económicos y sociales, que se agravaron en el territorio mexicano con la presencia del coronavirus, que contabiliza más de 57 mil muertes hasta el 14 de agosto.

Que es, lo que se espera de esta reunión, llena de esperanzas, encuentros y desencuentros entre el gobierno federal y los estatales, que han tenido que discrepar políticamente en cuanto a la solución de las demandas de los gobernantes de la oposición, sobre todo de los mandatarios que militan en el Partido Acción Nacional (PAN), que se le han ido con todo en contra de la política del gobierno de la Cuarta Transformación de México.

Los problemas del país se han agudizado desde marzo a la fecha con la fatal pandemia del COVID- 19, que vino a cambiar todo, literalmente hablando, pues no solo prevalece el problemón de la salud, sino que vino a complicar la economía de los mexicanos, en recesión, lo que implica la pesada reactivación económica, que no basta con la creación de 10 mil o más empleos formales, según, lo ha manifestado el mismo presidente Obrador.

No solo esto, hay mucho más, los pasivos son más complicados con el problema de la inseguridad, la violencia, el crimen organizado, la complicidad de la corrupción de los ex presidentes de México, de Felipe Calderón Hinojosa del PAN y de Enrique Peña Nieto del PRI, quienes están involucrados en los ilícitos de la corrupción y fraudes multimillonarios, por lo que tienen que comparecer a declarar ante la Fiscalía General de la República y jueces que los requieran.

Esto es, están involucrados en el caso de la empresa brasileña de Odebrecht, en los sobornos de 10. 5 millones de dólares, en donde también está señalado con índice de fuego el ex gobernador de Oaxaca, José Murat Casab, quien recibió, la cantidad de 84 millones de pesos, por ser el autor del “Pacto Por México”, maquinado por el ex presidente Peña Nieto, así, como para negociar las reformas estructurales, entre estas, la electoral y la energética con la participación de diputados y senadores, que intervinieron en el entramado de la corrupción. Esto es una cadena de fraudes donde están cinco ex senadores del PAN, con sobornos hasta de 200 millones de pesos, según denuncia de Lozoya, ex director de PEMEX, Petróleos Mexicanos.

En fin, estos son los tópicos, por demás complicados, que tienen en aprietos al presidente Obrador, y asimismo, la discrepancia abrupta de los gobernadores de la oposición, principalmente de los 9 mandatarios del PAN y algunos del PRI, de los 11, que gobiernan en igual número de entidades del país, 2 del PRD, entre los más rijosos, que han politizado a mas no poder el tema de la pandemia, responsabilizando al gobierno federal, pero se trata de un asunto político para sacar raja de la pandemia, además, que no tienen convicción ni argumentos propositivos.

Es por eso, que la reunión de San Luis Potosí, tiene sus propios riesgos, pues puede ser una rebatinga entre Obrador y los gobernadores disidentes, pese a que, el presidente, dice, que le apuesta al diálogo y la concertación, que va a un encuentro sano, participativo y democrático, sí, pero hay gobernadores que van con saña y están dispuestos a reñir para conseguir sus intereses políticos y más que todo económicos para los que quieren mayor presupuesto, a manos llenas, sin el mínimo recato de la austeridad republicana.

Los gobernadores panistas llevan de “gallitos” a los más controversiales: el de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca y el de Querétaro, Francisco Domínguez, son la punta de lanza para romper o dirimir las diferencias, que los conservadores tienen con el presidente de la izquierda mexicana, Obrador, por la disputa del poder político y económico, estos quieren la destitución del sub Secretario de Promoción y Prevención de la Salud de los Mexicanos, Hugo López Gatell, quien lleva el teje y maneje de la pandemia del coronavirus, que por malas estrategias, se le ha salido de las manos el control del padecimiento con un número estratosférico de casi 60 mil muertes, sin cambiar las medidas preventivas para frenar el aumento de los contagios, según denuncias de los opositores.

Por cierto, el gobernador que está en apuros y aprietos es el de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras López, (PRI), presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), anfitrión de la asamblea de los gobernadores del país, por lo que, junto con la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, están tratando de conciliar intereses para unificar los criterios de los mandatarios estatales, asimismo, formular los puntos del orden del día y los temas que se van a tratar.

Así, los gobernadores rijosos que integran la Alianza Federalista están dispuestos a romper todo tipo de relación con el gobierno federal, si es que, no se agendan los temas, como la destitución de Hugo López Gatell, más y muchos recursos económicos para el combate de la pandemia en sus entidades y la realización de la Convención Nacional Hacendaria para revisar el convenio fiscal entre la federación y las entidades federativas con el fin de repartirse en igualdad de condiciones el presupuesto federal.

En cuanto a los once gobernadores del PRI, que asistirán a dicha reunión, dentro de estos, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, ya están más que alineados, sentados a la diestra del presidente Obrador, por los mismos intereses políticos o porque tienen afinidad sintomática con el gobierno federal.

Estos tratan de colarse en el gobierno de la Cuarta Transformación porque saben que han perdido el poder, además quieren prebendas, candidaturas para las diputaciones, senadurías y demás puestos de elección popular, camuflados con las siglas del partido de Regeneración Nacional, MORENA, es decir, ya saben su oficio, no obstante que los priistas están siendo asolados por su involucramiento en los fraudes y corrupción del ex presidente Enrique Peña Nieto, en el caso de Odebrecht, o por ser del sistema neoliberal, con los sobornos que esta empresa otorgó al gobierno peñanietista, de 10.5 millones de dólares.. Los priistas están con la cola enroscada.

carloscastellanos52@hotmail.com

 

 

 

 

 

 

 

Entradas relacionadas