ARENA POLÍTICA

TODOS SANTOS Y LA PANDEMIA

Mario CASTELLANOS ALCAZAR.

EL Día de Muertos o Todos Santos, esta vez, no tendrán el mismo acogimiento que todos los años, pues la pandemia del coronavirus, restringirá las festividades que se realizan los días uno y dos de noviembre, ahora, para evitar el crecimiento de los contagios.
El jolgorio, el ánimo, entrega y entusiasmo de los creyentes existe, sin embargo, hay nostalgia en la víspera de la llegada de los fieles difuntos, como si algo faltara o como, que los muertos, no tendrán el mismo recibimiento de sus familiares, porque si bien, ya no habrá el mismo ánimo- y todo será a puertas cerdas, hasta en los panteones, que por disposiciones de las autoridades no abrirán sus puertas.
Según las creencias de los devotos, que honran a sus difuntos, estos, no llegarán a los altares alegóricos con la misma certidumbre, que por tradición se instalan en una mesa llena de flores de cempasúchil, crestas de gallo, el inminente chocolate, el mole, el pan de muerto, el marquesote, las frutas, cañas, cacahuates, claro, sin faltar el mezcalito y los cigarros. No saborearán el néctar de las clásicas ofrendas. Otros seres vivientes dicen, que si llegarán a como dé lugar… y sino llegan iremos a su encuentro.
Es que los panteones estarán cerrados, las iglesias no estarán a puertas abiertas o a medio funcionar, ya no habrá aglomeraciones, ni las familias se reunirán a toda intensidad. Ya no habrá calor humano. El motivo es la pandemia y las restricciones impuestas por las mismas autoridades, que incluso impondrán multas y sanciones a los que hagan reventones o grandes fiestas en honor a sus fieles difuntos.
Este uno y dos de noviembre no habrá calendas ni comparsas, tampoco disfraces, ni bandas de música recorriendo las calles o vayan de casa en casa, luciendo, los anfitriones, sus mejores comparsas y disfraces en honor a los muertos. Los versos y las coplas quedarán en silencio y volverán a resonar hasta el próximo año si el todo poderoso lo permite.
¿Sí, pero en realidad que es la gran fiesta de Todos Santos o que representa para los vivientes, o porque tanto alboroto? Surge como parte de una cultura de la sociedad mexicana, como un suspiro de la familia, que el uno y dos de noviembre recibe simbólicamente a sus seres queridos, que aun superando el purgatorio se han santificado consiguiendo la vida eterna en presencia de dios, según la religión católica, que se remonta al siglo IX con el origen de Todos los Santos.
Fue el Papa Gregorio IV, quien extendió la celebración del Día de Muertos, del uno y dos de noviembre, a todas las iglesias católicas para conmemorar a los fieles difuntos con el fin de consumar su vida eterna. Es más bien, una solemnidad cristiana en el catolicismo, en los creyentes y no creyentes, cada quien a su manera.
El culto a los muertos se viene dando desde la época prehispánica.
Ya se celebraba en las culturas como la Totonaca, Mexica, Purépecha y Maya.
Esta festividad mexicana fue catalogada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en el año 2008. Tiene su origen desde mucho antes que los conquistadores españoles llegaran a colonizar, lo que hoy es el territorio mexicano.
Es toda una historia, que, a los oaxaqueños, principalmente, nos llena de orgullo y satisfacción, debido a las grandes tradiciones, usos y costumbres, así, estamos acostumbrados a homenajear a los difuntos, como la única forma de convivir con ellos en agradecimiento a sus grandes enseñanzas, pero todo forma parte de nuestra cultura, un acervo que nos distingue por encima de todas las cosas, incluso, es una fiesta espiritual muy arraigada, por lo que es difícil prescindir de ella.
Cierto es que la pandemia no va a detener la fe y la creencia de las familias. Como quiera que sea, los festejos no faltarán, solo que habrá más austeridad y recato, casi interfamiliar, por esta vez, en corto, sin bullas ni fanfarrias, por amor a la vida, a los nuestros, para evitar los contagios de la pandemia, que va en aumento. Todos a festejar a nuestros muertos, pero con ciertas medidas de no dar rienda suelta a nuestras emociones. Por el bien de todos.
carloscastellanos52@hotmail.com

Entradas relacionadas