LA CROM AFINA SU POLÍTICA NACIONAL.
Mario Castellanos Alcázar
La Confederación Regional Obrera Mexicana(CROM) reactiva su política en defensa de los intereses de los trabajadores a nivel nacional, por lo que sus dirigentes iniciaron un recorrido a las entidades del país con la finalidad de compactar sus cuadros políticos, sus estrategias, estatutos, principios e ideología, que vayan de acuerdo con la reforma laboral de la Cuarta Transformación de México del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Lleva, consigo, la democratización de esta organización obrera y, asimismo, la participación activa de su militancia, la cual, será capacitada y politizada en cuanto a sus derechos laborales para la defensa de sus intereses económicos, políticos, sindicales y el conocimiento de sus derechos y mejores condiciones de vida.
En este contexto, la CROM, es la primera organización obrera, que levanta polvo e inicia su brecha por la consolidación de este organismo, bien, para actualizarse en lo concerniente a los derechos laborales de sus agremiados o participar en el proceso democrático de sus filas, que requieren mayor fortaleza en la contienda contra todo intento de menguar sus conquistas con respecto a los postulados de la Ley Laboral.
Al respecto, el Secretario de Estadística del Comité Nacional y dirigente estatal de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), Roberto García Rivera, manifestó que dicha organización encabezada por su Secretario General, Rodolfo Gerardo González, inició un recorrido de trabajo en las entidades federativas con la finalidad de fortalecer y consolidar a la gremial en los territorios estatales.
Ya visitaron los Estados de Sonora, Puebla, Quintana Roo, Isla Mujeres y Cancún, en cuyas entidades se han fortalecido los cuadros de los Comités Estatales de la CROM, a través, de proyectos definidos, que permiten el lanzamiento de nuevos paradigmas de modernización de una lucha tenaz, basada en sus principios y valores, que durante cien años se ha fincado dicha organización obrera con la participación de los trabajadores, los jóvenes y mujeres, que son la parte vital de la maquinaria que le da vida y sustento al desarrollo de la economía nacional.
La organización de las mujeres obreras es de vital importancia en la conformación de los cuadros obreros- patronales, por la defensa de los derechos, la equidad de género y su participación en los cambios históricos y el combate, por una lucha tesonera y eficaz, lo que ha permitido la igualdad de sus conquistas laborales, por encima de cualquier atentado a sus prerrogativas, que les da la oportunidad de trabajo sin menoscabo de su sexo.
Por ello, en Quintana Roo, la dirigencia nacional, le tomó la protesta al Comité Ejecutivo de Acción Femenil, al igual, que se hará en otras entidades con la finalidad de que las mujeres tomen parte activa en los procesos de rescate y dignidad colectiva; asimismo se inmiscuyan en la vida sindical obrera, como pilares fuertes de una revolución, que se inicia con la Cuarta Trasformación de México.
Todo emana de los cambios de un gobierno neoliberal a un gobierno con tintes socialistas, y no menos populista, que el anterior régimen centralista- capitalista. Queda mucho por conocer esos cambios, aun no cristalizados en el aspecto económico, que tambalea el bienestar de las familias mexicanas, tomando en cuenta, que, a un año del actual presidente, Obrador, la economía está en plena recesión, al caer el Producto Interno Bruto (PIB) al 0.1 por ciento, por tanto, ha crecido la incertidumbre, porque ello, significa la falta de una política económica bien fundamentada.
Es que el año 2019, para México, es preocupante la contracción más drástica de la economía mexicana, pues el 0.1 por ciento es contradictorio a la meta esperada del mismo presidente de la izquierda mexicana en el sentido, de que el crecimiento, a finales del año 2019 sería del 4 por ciento y del 6 por ciento al final del sexenio.
No hay paridad entre las economías, respecto al PIB, de los Estados Unidos de América y Canadá, que en el mismo lapso del año 2019 fue del 2.30 y 1.40 por ciento, respectivamente, lo que implica un desajuste abismal que pone en desventaja a México en la víspera del tratado comercial que incluye a los tres países, el T-MEC.
La situación empeora por los malos cálculos del gobierno federal que quiso hacerle un bien a los trabajadores, esto, con el aumento del 20 por ciento a los salarios mínimos, que lejos de fortalecer la economía familiar, la está llevando a la pérdida irreparable del poder adquisitivo, ante el alza de los precios de los productos básicos alimenticios, que se presumen en marzo o abril del presente año, cuando el incremento debió haber sido hasta en un diez por ciento para que los productores aguantaran el impacto del alza salarial como en años anteriores.
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