OBRADOR DETECTÓ CORRUPCIÓN EN TLAXIACO
Mario CASTELLANOS ALCAZAR
Han pasado tantas cosas a raíz de los efectos del coronavirus- COVID 19, en la República Mexicana, que demuestra las limitaciones y la incapacidad de los gobiernos en turno, por una parte, no existe la infraestructura hospitalaria esperada y por la otra, sale a relucir la corrupción de los ex presidentes y mandatarios estatales de la vieja corte neoliberal- PRIAN, que dejaron un sistema de salud desmantelado.
Tanto, que, con los destrozos de la pandemia, México, está en una encrucijada y a la expectativa, en caso, que este padecimiento llegue a su segunda etapa, que sería la contaminación comunitaria, lo que rebasaría todo esfuerzo, capacidad y la misma infraestructura hospitalaria, así como la escasez de medicamentos y personal especializado.
Tal parece que no existe correlación entre el gobierno federal y los estatales, ya, por la falta de recursos económicos, por recelo político, por ideologías y revanchismo- por el hecho de tener a un presidente de la izquierda mexicana, sobre todo, de los mandatarios del PRI del PAN o del PRD, que por supuesto, le siguen la contra al presidente Obrador, y quieren debilitarlo, aún en tiempo de crisis política, económica y social.
Eso sí, los conservadores están a la expectativa y utilizan toda oportunidad, hasta la pandemia para responsabilizar directamente al presidente Obrador, quien, como arma primordial, aduce que cuenta con la fuerza moral y la fe, de que México saldrá delante de dicha crisis de salud y, por consiguiente, para no desmoralizar a sus gobernados, no cesa en su ritmo de trabajo, desde sus conferencias mañaneras, hasta sus giras a las entidades del país.
Cierto, que lo han criticado acremente, porque en parte no ha cumplido con los protocolos oficiales para la prevención del contagio del COVID- 19. Y sigue saliendo a sus giras de trabajo como si nada. Lo único que ha hecho, es reducir el número de los asistentes en sus concentraciones y asimismo ya no saluda de mano, abrazos y besos, que a veces es imposible, pues la misma gente se lanza por un apretón de manos o un apapacho con el Ejecutivo, pues es su única esperanza, en la solución de las demandas ancestrales y por lo mismo, recurren a él, y dejan en segundo término a los gobiernos estatales a quienes les rechiflan y abuchean.
LOPEZ OBRADOR EN OAXACA.
Por cierto, el presidente Obrador estuvo en Oaxaca el pasado fin de semana, precisamente en Tlaxiaco, región de la Mixteca, en donde tendría que inaugurar el hospital regional- IMSS- BIENESTAR en plena lucha contra el coronavirus, pero cuál fue su sorpresa, este nosocomio contaba con un equipo e instrumental médico, montado, alquilado, bajo sucias maniobras de corrupción, por un tiempo de 15 días, únicamente para engañar al gobierno federal al estilo gobiernos del PRI- PAN.
El presidente inauguraría un hospital inconcluso, que ha sido elefante blanco desde hace diez años, pero no fue así, porque descubrió la treta y “los mandó al carajo”. Quedó en evidencia el gobernador Alejandro Murat Hinojosa, de filiación priista, más no, el Director General del IMSS, Zoe Robledo, pues incluso, este nosocomio ya había sido inaugurado hace diez años por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa y el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz.
Esto ya lo sabía el gobierno estatal “pero otra vez, vuelta la burra al daño”. ¿o es que los funcionarios menores no le informaron la situación de dicho hospital, si esta obra, ya está muy manoseada por los gobiernos priistas y el ex gobernador Gabino Cué Monteagudo, electo por un amasijo de la izquierda y la derecha. Fue bastión de la corrupción.
De tal manera, que el presidente ya se llevó mala impresión de la corrupción en Oaxaca, sin embargo, asumió su responsabilidad y anunció que regresará a esta entidad, en Tlaxiaco, nuevamente, el uno de abril del presente año para inaugurar el hospital del IMSS- BIENESTAR, ahora sí, debidamente equipado, por lo que se comprometió dotarlo de todo el equipo quirúrgico, laboratorio, material de curación y todos los elementos necesarios para entrar en funcionamiento.
Esta jugarreta, que le hicieron al Gobierno Federal, no tendría tanto dolo, sino fuera contrastante con la urgencia de poner en funcionamiento el sistema de salud en Oaxaca para atender la emergencia de los efectos del coronavirus, sin embargo, hay funcionarios, que tratan de dejar en mal a los titulares o al mismo gobierno estatal, por lo este, debe cesar a quien o quienes incurrieron en dicha mofa de mal gusto, porque es el responsable de lo que suceda en Oaxaca- y de ninguna manera responsabilizar al gobierno federal, como se pretende a través de los paleros oficiales por tratarse de un hospital del IMSS- Bienestar.
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