ARENA POLÍTICA

OBRADOR EN LAS ELECCIONES DEL 2021.

Mario CASTELLANOS ALCAZAR

Paradójicamente el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, despertó a los opositores de su gobierno, conocidos como conservadores, así los llama, en el argot político, al anunciar que las condiciones existen para adelantar la revocación o conservación de su mandato para junio del año 2021 y no para marzo del 2022, como lo establece la ley.

Trata que su omisión o conservación en el poder, se empate con las elecciones de gobernadores, presidentes municipales y diputados, en el 2021, para influir en la votación en favor de los nuevos representantes populares, como fue en el proceso electoral del año 2018.

Su anuncio se regó como pólvora en los estrados políticos y más bien, no fue acogido con beneplácito en este tiempo de crisis, en la salud de los mexicanos, que están pasando momentos de angustia y desesperación. Se sienten acechados por el coronavirus- COVID- 19, por lo que existe esa confusión y dejan en tela de duda lo dicho por el gobierno federal.

Para unos está bien, pero para otros no encaja, que, en estos momentos de la pandemia, que amenaza con recrudecerse en su tercera etapa, en los próximos 15 días, pues ello implica distraer la función de su gobierno al anteponer el tema político de las elecciones de diputados, presidentes municipales y gobernadores para el año 2021, por encima de la salud de los mexicanos.

Desde luego que existen múltiples interpretaciones, desde la convicción política de cada opositor y de acuerdo a sus intereses partidistas, como ya se vio inmediatamente por parte de la militancia del PAN, PRI, PRD, entre otros protagonistas, que argumentan que al presidente se le está yendo de las manos el poder presidencial, por lo que trata de apresurar el revocamiento o ratificación de su mandato.

Obrador argumenta que ya, lo que suene, de una vez, para calmar los ánimos tendenciosos de los conservadores, para saber quien es quien, porque siente que se está polarizando la disputa política en plena contingencia, entre su gobierno y sus adversarios, pero por otra parte piensa que, definiendo su situación, si el pueblo lo ratifica se sentirá más seguro y por supuesto que agarrará más fuerza, pero los opositores dicen no, “según porque pretenden aniquilarlo paulatinamente”.

De aceptar los opositores la propuesta del gobierno federal, de adelantar su revocación o confirmación de su mandato, que oficialmente culminará en el año 2024, Obrador enviará al Congreso de la Unión la modificación de la Constitución para adaptar su propósito, sin embargo, es mejor, que consolide su proyecto de nación y para el 2022 se verá la definitiva.

Lo importante es que tiene el sartén por el mango y aún tiene la aceptación de sus representados- los 30 millones de mexicanos que votaron por él, ligeramente menos, pero se compensa con los 22 millones de hombres y mujeres que se verán beneficiados con los apoyos de los programas sociales en estos momentos de la pandemia.

Y en donde quedan los empresarios que no encuentran eco a sus demandas de apoyo e incentivos fiscales para el pago de los trabajadores y evitar el cierre de empresas, que por supuesto le llevan la contra al presidente Obrador, quien dijo, que no habrá rescate para los consorcios empresariales, más que para los pequeños y medianos comerciantes.

Desde luego que los empresarios ni los conservadores definirán el futuro político del país. Estos están divididos y por supuesto que los inversionistas más poderosos están con el presidente, incluso, las cúpulas empresariales, por lo que todo está arreglado con los inversionistas porque es mejor estar adentro que afuera del poder.

Además, el mandatario federal tiene el poder, por lo que, los gobernadores, partidos políticos y empresarios están a la orden. Lo que quieren es cobijo, de ahí, que es difícil que los opositores se levanten de su tumba política, lo que indica que en las elecciones del año 2021 en lugar de rescatar espacios van a perder todo, además porque no tienen trabajo político ni existe una verdadera oposición de clase.

Problemas, existen y muy graves, más ahora, con la pandemia del coronavirus que amenaza con una recesión económica y la baja del producto interno bruto hasta en un 6 por ciento al final del presente año, cuestión que se agravará con la baja de la producción y precio del petróleo, cuya situación no es privativa de México, sino a nivel internacional.

Así, para salir adelante, se requiere del buen oficio político del gobierno federal, de los opositores, empresarios, sectores productivos y de la sociedad en su conjunto para caminar por la ruta del progreso y el desarrollo participativo y democrático, aceptando, todos, sus responsabilidades, lo que implica un gobierno conciliador, congruente y diligente para tratar a todos por igual, en lo social, político y económico.

Del presidente se requiere confiabilidad, equidad y destreza en el buen manejo de su gabinete, que hasta hoy, se muestra indiferente y falta de conocimiento de sus funciones, ante el centralismo presidencial. De la oposición, llámese conservadores, reaccionarios o fifis, capacidad y profesionalismo en la formulación de sus propuestas y demandas, que hasta hoy no tienen sentido común, por lo que lejos de ganar adeptos van perdiendo paulatinamente su capacidad de ser escuchados. Son bravatas socarronas.

carloscastellanos52@hotmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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