PANDEMIA BROTA PROBLEMAS SOCIALES EN OAXACA
Mario CASTELLANOS ALCAZAR.
- Mafud, no se arredra.
Aún, en esta encrucijada del coronavirus, cuando la gente debiera estar cumpliendo con la sana distancia y en cuarentena, los problemas sociales, políticos y económicos hacen ebullición en la entidad oaxaqueña, de por sí, complicada por su propia pobreza, marginación, inseguridad y violencia.
Así, surgen las manifestaciones, protestas, bloqueos y enfrentamientos en la capital oaxaqueña y en las regiones de la entidad, incluso, la pandemia revive resentimientos entre los sectores en puga y comunidades que son bloqueadas en sus accesos por parte de las autoridades municipales para evitar el contagio comunitario.
Asimismo, las medidas restrictivas para evitar el contagio de la pandemia, puestas en marcha por las autoridades municipales: arrestos, multas, cierre y clausura de comercios son factores de irritación social que dan lugar a las manifestaciones de protesta y en algunos casos se llega a la violencia.
A esto, el gobierno estatal tiene que tomar sus propias medidas para evitar confrontaciones que pudieran agudizar los conflictos, por lo que la maquinaria institucional no se puede paralizar y tiene que salir al encuentro para sofocar las disputas, cuidando las medidas sanitarias y la sana distancia entre los manifestantes que se dan a la tarea de presionar al gobierno.
Esto da lugar a que revivan los conflictos agrarios, políticos, económicos, inseguridad y violencia, que tiene que encarar el Secretario General del Gobierno del Estado, Héctor Anuar Mafud, respetando las medidas sanitarias y la sana distancia, cumpliendo con el mandato del gobierno estatal.
Es que las manifestaciones, protestas y demandas de las comunidades, organizaciones sociales y políticas continúan en menos escala, pero si se hacen notar, aprovechando la crisis de la pandemia para presionar al gobierno estatal, sin embargo, hay funcionarios que evaden su responsabilidad, pero de funcionarios a funcionarios hay quienes cumplen su cometido, y aún, contra viento y marea, ahí están.
Por naturaleza los funcionarios son criticados, hagan bien o mal, les chiflan, muchas veces incomprendidos por la sociedad, no por regla general, sino, más bien son los opositores, los grupos y organizaciones que se dedican al chantaje o la presión desmedida, más bien, por la intransigencia de los demandantes, sin premeditar que la solución de los conflictos es de todos los actores políticos, económicos y sociales.
Más en Oaxaca en donde existen 600 organizaciones sociales y políticas que se dedican a eso, a presionar, lucrar y chantajear al gobierno, situación que se complica, porque a decir, hay gobernantes, políticos y funcionarios, que complican la naturaleza de los conflictos sociales, pero todo lo hacen con fines políticos.
En el caso de Mafud, con la experiencia que le ha dotado su vida política, y sin que parezca halago fácil, se ha convertido en el semillero del gabinete estatal, pues hay que reconocer lo positivo y criticar lo negativo, como lo marca el código de ética de todo periodista, pese a ser vulnerable por su edad, por lo que debiera estar en casa, ahí está, al pie de la letra, en Ciudad Administrativa cumpliendo con su misión.
en plena contingencia está recibiendo a las comisiones de diferentes comunidades en conflicto, así como a los protagonistas, en grupos que no rebasan a 10 manifestantes, debidamente protegidos con cubre bocas y guardando la sana distancia, lo que implica el cumplimiento de las medidas sanitarias.
Esto, porque, pese a la propagación del COVID- 19, no paran los conflictos comunitarios entre los grupos en pugna, que incluso amenazan con agudizarse en esta temporada, aprovechando que todo mundo está ocupado en salvarse de la pandemia y porque las autoridades están entregadas o cuando menos simulando la aplicación de las medidas preventivas para evitar que el covid 19 se desborde.
Problemas como los que se enfrentan en el municipio de San Mateo del Mar con sus agencias municipales en donde recientemente hubo un enfrentamiento con un saldo de una persona muerta, casas y vehículos incendiados; el de Nochixtlán, región de la mixteca, que requirió una reunión entre la autoridad municipal y agrarias, de Magdalena Jaltepec para evitar la violencia entre Santa Cruz Mitlatongo y Santiago Mitlatongo, el de Sola de Vega y Texmelucan, así como San José el Progreso y agencias municipales, o el de la Ventosa, región del Istmo de Tehuantepec, y otras, en donde amagan con bloquear la carretera- y cuya tarea del responsable de la política interna- Mafud, es desbloquear las vías de comunicación con el arma más poderosa: el diálogo y la concertación.
Son problemas de carácter político, agrarios y de recursos económicos, que existen entre municipios y agencias, pero también de amenazas de muerte como lo ocurrido en Nochixtlán en donde apareció una manta de un presunto grupo delictivo, condicionando la vida de la presidenta municipal, Lizbeth Victoria Huerta, por lo que el Secretario de Gobierno, Héctor Anuar Mafud, ha sido el puente del diálogo entre las partes de las comunidades mencionadas, lo que ha permitido conservar la calma en esta temporada de la contingencia bacterial.
Desde luego que son conflictos locales que nacen de las mismas comunidades, que le corresponden resolver al gobierno estatal, no así, los delitos federales, propiciados por la delincuencia organizada, que requieren de la intervención del gobierno federal, en los que, el Ejecutivo del Estado es el intermediario ante las autoridades federales, sin embargo, se tienen que resolver conjuntamente, tomando en cuenta que la entidad oaxaqueña es un mosaico de conflictos, originados por las organizaciones sociales y políticas.
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