Mario CASTELLANOS ALCAZAR
EL AVIONPRESIDENCIAL OMINOSO
Gran revuelo causó el anunció del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que al no venderse el avión presidencial Boeing 787 – 8 TP – 01, una de las alternativas es la rifa de la aeronave y por supuesto que queda abierta la participación de todos los mexicanos que quieran obtener un cachito de la lotería nacional con tal de deshacerse del Dreamliner que marcó la era de los presidentes neoliberales PRI- PAN durante 36 años de desigualdad social.
Sí bien, el avión que tiene un costo de 130 millones de dólares, según es el evalúo de la Organización de las Naciones Unidas, es parte de la fastuosa y generoso lujo de los gobiernos capitalistas del territorio mexicano, ahora es el testimonio de una guerra entre el neoliberalismo y el nuevo sistema social- demócrata de un presidente de la izquierda mexicana, es por decir, la lucha por el poder.
Así, el presidente Andrés Manuel López Obrador, desde su campaña electoral y ya como gobierno, mostró su obstinación de vender el avión presidencial para acabar con la opulencia de sus antecesores que tenían como lema: primero los ricos y luego los pobres, solo que ahora se ha revertido con la nueva administración: primero los pobres y luego lo ricos cuestión que ha dado lugar a fricciones y suspicacias en las diferentes clases sociales.
Sí, pero el avión, que compró la administración del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa del Partido Acción Nacional (PAN), tuvo un costo de 218 millones de dólares, caracterizó a la casta conservadora como la más suntuosa del erario público y por lo mismo, floreció la corrupción y dio lugar a un derroche de los recursos financieros, que finalmente, junto con los gobiernos priistas dejaron a un México en el desastre nacional.
A este respecto, siempre hay un mesías, este fue López Obrador, quien para llegar a la presidencia de México tomó como bandera el combate a la corrupción a través de un nuevo proyecto de nación, cuestión, que está cumpliendo. Un hecho que se le reconoce es ya no viajar en el avión presidencial y por consiguiente desde el uno de diciembre del año 2018, que tomó posesión de la presidencia, viene viajando en vuelos comerciales que también tiene un alto costo político, económico y social, pues tiene sus pros y contras, que redundan en la falta de seguridad del actual presidente de la República Mexicana.
Ya en la presidencia, Obrador, entre críticas de sus opositores y aplausos de sus adeptos, envió a la aeronave a California, Estados Unidos de América para su mantenimiento, pero ya puesto a la venta pública. La nave estuvo un año en el vecino país del norte sin encontrar comprador alguno, por lo que a mediados del año 2020 decide regresar el avión a México, pero ya con cinco propuestas, entre estas, las más tentadoras: se vende, se renta o se rifa, esta última causo suspicacias, por lo que se pensaba que se trataba de una broma, pero no, porque Obrador ratificó que va en serio-
Propuso que la rifa se hiciera de acuerdo con la lotería nacional y hasta dijo que se harían seis millones de cachitos a razón de 500 pesos cada uno para obtener 3 mil millones de pesos mexicanos, pero no se ha concretado, en espera que salga algún comprador o alguien que lo rente o que lo compre una asociación de empresarios, pero además, dichas transacciones tienen un candado, de quien lo adquiera, sobre todo, si el afortunado de la tómbola es un particular, no lo malbarate a menos de los 130 millones de dólares que es su costo real evaluado.
Otra propuesta es, la que el ex presidente de Estados Unidos de América, Obama o el actual Donald Trump, sino lo compran directamente, puede ser redituado con equipos médicos, hospitales, infraestructura hospitalaria de alta tecnología para mejorar el servicio de la salud pública a todos los mexicanos siempre y cuando sea al equivalente a los 130 millones de dopares, tal es la situación desastrosa que México vive en materia de salud.
En fin, hay muchos aspectos y caras en este asunto del combate a la corrupción, que se tiene entendido, que también, todo esto, se trata de un claro populismo presidencial de un sistema socialista con tintes de democracia, calculada por una parte, en el caso de la venta del avión, para distraer a los mexicanos de la consumada violencia e inseguridad que impera en el territorio mexicano y por la otra, esto ya huele a escarceos electorales para revivir el voto en las contiendas de este y el próximo año, que es para elegir a presidentes municipales, gobernadores y diputados, desde luego que MORENA quiere seguir manteniendo la mayoría de los escaños políticos electorales
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