ARENA POLÍTICA

AGUA, CALVARIO DE SAPAO

Mario CASTELLANOS ALCAZAR

El delirio de Vignón Carreño

La capital oaxaqueña, sus colonias, agencias y barrios, tienen como denuncia diaria, la escasez de agua, a la que solo tienen acceso, en miles de familias, cada 20 días o cada mes, además, está contaminada y de color chocolatoso, no apta para el consumo humano, lo que resulta un riesgo de altas infecciones estomacales, según las denuncias de los usuarios.

¡Agua!, ¡agua!, ¡agua!, es el clamor diario de las familias oaxaqueñas, mientras, los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca(SAPAO) es letra muerta. Ha caído en el burocratismo y la falta de programas y proyectos para llevar el vital líquido a las familias oaxaqueñas, de los centros de la población que viven en la fatal marginación de los servicios públicos.

Sin duda, el blanco de las acusaciones es la directora del SAPAO, Laura Vignón Carreño, quien no ha dado luces de su responsabilidad, pese a las exigencias de los consumidores del agua, que se ha vuelto un producto prohibido y de poco acceso a las comunidades de la capital oaxaqueña, principalmente, en más de 78 mil tomas domiciliarias, que, de alguna manera, no cuentan con un servicio de calidad.

Así, la nota, del pésimo servicio, es de todos los días, en los medios de comunicación escritos, radiofónicos o digitales, que coinciden en el mal servicios que presta SAPAO, y por supuesto, el escaparate, es la directora de esta institución, Laura Vignón Carreño, quien no se inmuta, pero tampoco hace nada para solucionar el problema, más que lo dicho, una y mil veces, “que tiene un gran compromiso y por supuesto, que le cumplirá al Gobernador Alejandro Murat Hinojosa”, por el nombramiento conferido en el mes de junio del año 2019, con la encomienda de entregarse a la demanda de mejorar el abasto del líquido, pero han pasado dos años y la situación sigue de mal en peor.

El gobernador Murat Hinojosa ha hecho cambios en su gabinete para reforzar la administración pública, incluso, ha soslayado el relevo de la directora de SAPAO, la Señora Vignón, respetando la equidad de género, pero sí, se ha mencionado en la esfera gubernamental, que no tarda, la remoción de dicha funcionaria, seguramente, porque en el oído del mandatario oaxaqueño, rebotan las quejas y protestas por el mal servicio de la institución encarda de suministrar el agua a cada uno de los capitalinos, incluyendo las colonias y barrios de la periferia.

Por cierto, que hay varios factores que hacen, que la institución de referencia no cumpla su cometido, entre estos, la mala relación de la SAPAO con la autoridad municipal y afines, de San Agustín Etla, comunidad de los valles centrales, dista a 12 kilómetros de la capital oaxaqueña, que, en épocas de desacuerdo, cierra las válvulas que le dan suministro del agua a la ciudad de Oaxaca de Juárez, mediante un acuerdo y el pago de lo convenido a este municipio del distrito de Etla.

Según se tiene conocimiento, el agua que proviene de San Agustín Etla, ha bajado considerablemente por situaciones de estiaje y la baja de los mantos acuíferos, pero también, por situaciones políticas, sin embargo, las diferencias existen y brotan en tiempos aciagos.

El manantial de San Agustín Etla ha bajado en su aforo en un 40 por ciento. De 130 litros por segundo que enviaba a la capital oaxaqueña, bajó a 70 litros, lo que representa un volumen considerable, que da pie a la escasez del líquido y por supuesto surgen las protestas de inconformidad.

Los problemas con San Agustín Etla se vienen agudizando desde año 2015, en eta fecha, cerraron las válvulas y se afectó al 90 por ciento de las colonias y a cuando menos a 50 mil consumidores del agua, por una deuda de 1.5 millones de pesos que adeudaba la institución descentralizada, encargada del vital líquido. Entonces el aforo era de 112 litros por segundo, además, San Agustín se negó que se cambiara la tubería de 14 pulgadas por una de 30 pulgadas- y desde ahí se sembró la discordia.

También influyen otros factores que inciden en la escases del agua, por ejemplo, en el año 2018, hacer una conexión de agua potable y drenaje a los domicilios de la capital oaxaqueña, costaba 6 mil a 13 mil pesos, lo que no está al alcance del bolsillo de las familias de bajos recursos económicos, por este motivo, les era más redituable la instalación de tomas clandestinas, que junto con las fugas, derivadas de las tuberías en mal estado por la falta de mantenimiento, se pierde un 40 por ciento del vital líquido, esto porque la red de distribución tiene rupturas.

Se suma, que, desde el año 2018, hay 20 mil usuarios que no pagan el consumo del agua y en consecuencia había una deuda – déficit de 120 millones de pesos, no obstante, a eso se agrega, que el 90 por ciento de las plantas tratadoras del agua están o estaban inservibles, pues de eso, nada se sabe, ante la cerrazón y hermetismo de la actual responsable de SAPAO, Doña Laura Vignón Carreño, quien brilla por su ausencia de proyectos, o es, que se dedica más a la política, desde las entrañas del PRI, su mero mole, que le tiene el recuerdo de haber sido diputada local- y a decir de los políticos, ahora va por la presidencia municipal de la ciudad de Oaxaca de Juárez.

Imagínese, como estamos en Oaxaca, todos hacen lo que quieren, pero al fin, ya nadie quiere quedarse en el PRI, todos se desvelan por una candidatura de MORENA, vaya, que delirio de la Vignón.

carloscastellanos52@hotmail.com

 

 

 

 

 

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