OBRADOR NO SUELTA PRENDA EN OAXACA.
Mario CASTELLANOS ALCAZAR.
Busca a los candidatos idóneos para Oaxaca.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no suelta prenda en Oaxaca, en lo político, más que todo, de tal manera, que en los últimos días se le ha visto más preocupado, atendiendo asuntos que van con el proceso electoral del año 2021, que, de verdad, es la clave para proseguir en el gobierno, cuyo periodo termina en el año 2024.
O es que Oaxaca es pieza clave para llenar las urnas a favor de MORENA para esa elección histórica del 2021, que es para elegir a diputados federales, locales, autoridades municipales que se rigen por sistema de partidos políticos y 15 gobernadores, pensando que, a futuro, para el año 2022, está entidad será gobernada Morena.
Más que todo, Obrador viene a medir la temperatura política electoral a Oaxaca, en dónde, no le cuadran sus cálculos. Y tal parece, que, le están fallando sus preferidos o aspirantes a los puestos de elección popular y al gobierno estatal para el año 2022, cuando termina su gobierno Alejandro Murat Hinojosa (PRI).
Ninguno de ellos tiene la talla política para llegar a la gubernatura, entre estos, el senador Salomón Jara Cruz, la senadora, Susana Harp Iturribarría, el diputado federal del Partido del Trabajo, Benjamín Robles Montoya y el eventual ex rector de la Universidad “Benito Juárez” de Oaxaca Francisco Martínez Neri, de modo, que el presidente visitó nuevamente a Oaxaca en tono de auscultación para asegurar el triunfo de Morena.
Pues sí, resulta que el presidente estará tres días en la entidad oaxaqueña, del viernes 24 al domingo 26 de julio del presente año, en regiones estratégicas, como son el Istmo de Tehuantepec y la costa oaxaqueña para revisar los avances de las obras carreteras de la capital oaxaqueña al Istmo de Tehuantepec y a la región de la costa, en donde revisará los trabajos del Puerto de Salina Cruz y lo relacionado al corredor transístmico en lo que concierne al proyecto interoceánico, que contempla el despegue del desarrollo regional de la zona sur sureste de la República Mexicana.
Y que bien, que tenga como punto de atención a Oaxaca, una entidad a la que, ha reconocido como una joya milenaria en su acervo cultural, histórica y esplendida por sus tradiciones y por la forma de trabajo y organización de los oaxaqueños, dicho por el, ejemplo de hospitalidad en el mundo, elogios más, elogios menos, por lo cual la entidad se ha convertido en un parámetro de la política y desarrollo regional de la zona sur sureste.
Lo cierto es que en lo que va de la presente administración de López Obrador, ha estado en Oaxaca, por más de 13 ocasiones, es decir, no suelta prenda, por considerar que la entidad oaxaqueña es una de las más olvidadas por la federación- y que hoy es la hora de Oaxaca, de su desarrollo social, político y económico, pues tiene la meta de hacer lo que no hicieron los presidentes de México y gobernadores priistas y aliancistas por este Estado, ávido de justicia social.
Lo cierto es que Oaxaca, no está en su mejor momento, ni es un paraíso, es toda una bomba de tiempo, en un clima de inseguridad, de violencia y desintegración social, problemas a los que, los tres niveles de gobierno deben dar mayor atención, por ahora, en lo referente a los efectos desastrosos de la pandemia del coronavirus, simplemente, porque no es lo que dice el presidente Obrador, que, en esta entidad, “estamos bien, contamos con infraestructura hospitalaria, con suficientes camas, respiradores, medicamentos, equipos de protección al personal médico”, pero todo esto es una falacia, porque nada de eso tenemos, mientras los padecimientos se incrementan.
Así, la presencia de Obrador en Oaxaca, no es muy grata ni deliciosa ante la gama de problemas y demandas de los diferentes estratos sociales, que al no resolverse por el gobierno estatal, esta vez, no se hicieron esperar manifestaciones de protesta, tácitamente en contra del Ejecutivo del Estado, porque aquí se hace caso omiso a las demandas de los oaxaqueños, por lo que esperan la visita del presidente de México para “calentarle la cabeza” con la finalidad de que este resuelva los conflictos de diferente índole.
Por tanto, en su primer día de su gira de trabajo, en esta capital y luego de su conferencia matutina, cuando menos tres organizaciones lo increparon para exigir solución a sus demandas. Los locatarios del Mercado de Abastos, exigen el apoyo económico- 100 millones de pesos para reparar los daños que sufrieron con el incendio de sus locales comerciales, a 150 comerciantes, que perdieron sus mercancías; las autoridades de San Juan Guelache, le pidieron solución a un conflicto postelectoral y asimismo, un contingente de la comunidad de Huazantlán del Río, municipio de San Mateo del Mar, demandaron justicia para los asesinos de 15 personas, por conflictos políticos, ya que a dos meses de esta masacre no hay un solo detenido.
Lo que sí, hay que decirlo, el presidente viene a Oaxaca con el ánimo de ver otros asuntos en materia de construcción de obras y caminos, especialmente, tienen que ver con el avance de las súper carreteras que comunican a la capital oaxaqueña con la costa y el Istmo de Tehuantepec, pues de estas depende en gran parte sus compromisos con los oaxaqueños, y por supuesto, que de cumplirse, son votos para las elecciones intermedias del año 2021 y asimismo, su ratificación en el gobierno para el año 2022, en lo que se refiere al proceso de la revocación del mandato, instituido por el mismo a través del poder legislativo.
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