EL ZUMBIDO DEL MOSCARDÓN

El “CHÚ CHÚ”

Por: Francisco Alejandro LEYVA AGUILAR

Es-pejismo

Inaugurado quedó el Tren Maya y era de esperarse que el “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, lo inaugurara con un viaje del cabo, pero no al rabo porque aún no está terminado del todo, le hacen falta dos de las tres partes que, se supone, recorrerá.

Se ve bonito y hasta moderno el Tren Maya, pero eso no importa mucho si no generará ganancias. Ningún inversor haría una obra de esa envergadura por capricho, sino porque un estudio de retorno de inversión a mediano y largo plazo, le diga que la obra ES RENTABLE.

Conste que ya dije que no está terminado, pero el trenecito del “presidente”, ya nos costó a los mexicanos QUINIENTOS QUINCE MIL, SETECIENTOS SETENTA Y DOS MILLONES DE PESOS (515,762,000,000), unos 30 mil millones de dólares y hay que ser claros, el peje nos dijo a los mexicanos que su capricho costaría 156 mil millones de pesos… ¡Ya lleva el triple y aun no está concluido!

Apenas en la aprobación del presupuesto de egresos, el infame “presidente”, pidió 120 mil millones de pesos más para inyectarle a su capricho porque de otra manera, no se terminaría nunca, lo que podría suceder si se siguen ganando amparos de los ambientalistas que están preocupados por la inmensa deforestación y ecocidio que hizo el peje con su obra.

Andrés nos quedó mal. ¿Se acuerdan en una entrevista que le hizo su amiga la periodista Carmen Aristegui donde aseguró que EN LA CONSTRUCCIÓN DEL TREN MAYA NO SE TALARÍA UN SOLO ÁRBOL?, bueno, la tala de especies endémicas de la selva maya, es ya incuantificable, millones y millones de toneladas métricas de uno de los pulmones más importantes del país, fueron talados y hasta la fecha, no sabemos qué ha pasado con esos millones de cadáveres de árboles que, seguramente el gobierno vendió o regaló a sus cuates de Cuba, Nicaragua o Venezuela.

El trenecito entonces, sin contar con el hueco ambiental que le hizo a la península de Yucatán, costará 3.3 veces más de lo proyectado, va a rebasar con mucha facilidad ¡EL MEDIO BILLÓN DE PESOS!, lo que significa que pasarán muchas décadas para que los mexicanos nos podamos recuperar de esa “inversión” y la entrecomillo porque no hay estudios de viabilidad del retorno inversivo (ROI).

Claro que el “chu chu” del peje se está construyendo CON DINERO PÚBLICO, es decir con dinero de todos los mexicanos que pagamos impuestos -ya sabemos que algunos chairos no pagan- pero la administración de nuestros dineros, será una Sociedad Anónima de Capital Variable, es decir una empresa que regenteará la Secretaría de la Defensa Nacional y, por experiencia sabemos que todo lo que administra el gobierno, es un fracaso.

Las comunidades a las que el “presidente” convenció para construir el trenecito, hoy dicen que esa obra, agudiza los problemas de despojo, deforestación, acceso al agua, contaminación, discriminación, división, pobreza e incluso crimen organizado, todo ello registrado en el volumen uno de “TERRITORIOS MAYAS EN EL PASO DEL TREN, RIESGOS PREVISIBLES Y POSTURAS INDEPENDIENTES SOBRE EL TREN MAYA”, un estudio en el que participaron no solo las comunidades, sino científicos calificados.

Un conversatorio sobre la obra llamado “EL TREN VA, NOSOTROS ¿A DÓNDE?” que se llevó al cabo durante la semana “el Tren Maya” en la prestigiada universidad Iberoamericana concluye que la parte turística, que se espera masiva y destructiva, además de costosa, es una realidad secundaria, pues lo que verdaderamente se persigue, es el impulso a la conectividad para el transporte de carga y el intercambio comercial, con las consecuencias que eso conlleva.

En resumen, el Tren Maya no es viable por ninguna de las aristas planteadas en conversatorios y ponencias, pero a nivel financiero, preocupa justamente la viabilidad de la obra, puesto que el peje erogó miles de millones de dólares que bien se pudieron usar para convertir el sistema de salud, en uno como el de Dinamarca que hubiese favorecido a todos los ciudadanos y no solo a los turistas y comerciantes de la península.

Y ¿Por qué preocupa?, simple, el tren que transportó al peje del cabo, pero no al rabo (de campeche a Cancún, solo 473 km), tiene una capacidad de 230 pasajeros que viajan a una velocidad de 100 kilómetros por hora, el recorrido lo hace, se supone en ¡4.7 horas! Y tiene un costo para los connacionales de 60 pesos en ese tramo y de 80 para los extranjeros…

¡Haga usted las cuentas!… por cada viaje de puros extranjeros, le entrarán al Tren Maya S.A. de C.V. ¡DIEZ Y OCHO MIL CUATROCIENTOS PESOS BRUTOS! Es decir sin pagar sueldos, salarios, mantenimiento y todos los gastos fijos y eventuales de la empresa. Si el costo de la obra va en más de MEDIO BILLÓN DE PESOS ¿cuántos viajes necesita para recuperar la inversión?

Le aseguro que por esta obra cuándo usted y yo nos muramos de viejos, nuestros hijos la seguirán pagando.

@leyvaguilar
Facebook: Francisco Alejandro Leyva Aguilar

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