EL ZUMBIDO DEL MOSCARDÓN

Por: Alejandro Leyva Aguilar

¿Qué sabe usted del programa de vacunación COVID-19 en nuestro país?, pues en realidad sabemos muy poco, porque este gobierno “chimoltrufio” como dice una cosa, dice la otra y nos tiene acostumbrados a engañar bobos que luego en las redes sociales se la pasan replicando los sermones mañaneros del peje.

Si sabemos, aunque en un principio el peje dijo “tener otros datos”, que la responsable del programa de vacunación Miriam Esther Veras Godoy, renunció a su cargo justamente el lunes pasado, vaya usted a saber porqué, si tiene una experiencia de más de 30 años en salud pública.

La Doctora Miriam Esther fue la Directora General del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CENSIA), el organismo encargado de la vacunación universal en nuestro país.

Sobra decir que es una mujer de una sola pieza y con mucha experiencia en el tema de las campañas de vacunación en todo el territorio nacional.¿Qué fue lo que no le gustó a Miriam?, ¿qué vio al interior de ese organismo cuyo vocero es un epidemiólogo enfermo de soberbia?… a pesar de que el gobierno del mesías tropical minimizó el hecho y dijo que la renuncia obedecía a “causas personales”, la realidad es que una persona del talento y talante profesional de la Doctora Miriam, no abandonaría el barco por “causas personales”, ahí hay un trasfondo muy serio, como el que obligó la salida de Carlos Urzúa, Germán Martínez, Víctor Toledo, Javier Jiménez Espriú o el propio Alfonso Romo.

Y eso puede ser el exacerbado protagonismo de Hugo López Gattel, el epidemiólogo de cabecera de don López que ha secundado al “presidente”, así en minúsculas y entre comillas en sus dislates pandémicos cuando dijo: tenemos domada a la pandemia, no usen cubreboca, salgan a las fondas y restaurantes, dense abrazos, la mejor defensa es ser honesto -¿cuánta gente honesta ha muerto de COVID-19?-, la estampita del sagrado corazón te protege…

Lo cierto es que los datos duros nos dicen que el proceso de vacunación en México que comenzó ya entrado diciembre de 2020, con una vacuna de Pfizer-BioNTech, no fue exactamente como se lo imaginó una doctora de profesión, sino como lo instruyó el peje.

En un principio se dijo que la primera línea de batalla, sería la beneficiada con las primeras dosis que llegaron a México, es decir el personal que labora en los hospitales COVID-19, tanto públicos como privados, pero resultó que los primeros que se formaron fueron los llamados “siervos de la nación”, personal cuyo trabajo no es es esencial y si de promoción de las acciones -si es que la hay- del gobierno de cuarta.

Ese pudo ser uno de los motivos por los que Miriam Veras renunció.

El otro motivo pudo ser que apenas en un mes de vacunación, en México solo se aplican 0.31 vacunas por cada mil personas, es decir un número muy reducido de acuerdo a un estudio de la Universidad de Johns Hopkins por lo que apenas llevamos 468 mil 702 vacunas de un total de ¡130 millones!, a ese ritmo, se va a acabar el sexenio y no nos habremos vacunado todos los mexicanos.

Y es que los contagios están al alza. Solo este fin de semana, los servicios de salud reportaron 50 mil contagios más y un total de defunciones de 140 mil 704 personas en los 11 meses que lleva la pandemia.

Un comparativo con un país americano nos muestra el tamaño de la desgracia: Colombia tiene casi dos millones de personas infectadas pero solo 49 mil personas fallecidas, mientras que México tiene un millón 641 mil infectados. (fuente Universidad de Johns Hopkins).

En nuestro país, el índice de positividad del virus, tiene un rango entre el 20 y el 50 por ciento, el más alto del mundo, pero solo realiza 0.5 pruebas diarias por cada mil habitantes; es decir, no tenemos ni la más remota idea del comportamiento de la pandemia en México por eso la letalidad y el mal manejo no solo en los presupuestos para aplicarlos en donde realmente se necesita, sino en la distribución de las vacunas. (fuente: www.ourworldindata.com).

El mismo sitio “nuestro mundo en datos”, especifica que “las pruebas son nuestra ventana a la pandemia para conocer cómo se está propagando, sin pruebas no tenemos manera de entenderla”.CIENTO CUARENTA MIL SETECIENTOS CUATRO MUERTOS, son motivo suficiente para que una Doctora como Miriam Veras renuncie a su cargo, si su responsabilidad es rebasada por egos estúpidos y decisiones unilaterales que en nada ayudan a México. Hizo bien Miriam por que de lo contrario sería cómplice de la masacre por coronavirus que ha causado la transformación de cuarta.

#QuédateEnCasa

@leyvaguilar

Instagram: leyvaguilar

Entradas relacionadas