Lo dicho por el Ministro Arturo Saldívar respecto de los feminicidios en México, es una llamada de atención al “presidente”, así en minúsculas y entre comillas Andrés Manuel López porque, aunque ya lo sabemos, dicho por el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, resulta más que un discurso, una llamada a la acción y al trabajo en esa materia.
Lo voy a citar textual “¿por qué los hombres matan mujeres todos los días?, por que pueden y porque no pasa nada, porque no hay consecuencias; porque los feminicidios NO SE INVESTIGAN, PORQ9E CUANDO SE INVESTIGAN, SE INVESTIGAN MAL, Y COMO SE INVESTIGAN MAL POR REGLA GENERAL, LAS CARPETAS EN LAS FISCALÍAS NO SE ARMAN ADECUADAMENTE, y de ahí viene después la impunidad con las resoluciones.
No podemos seguir viviendo en un país donde las mujeres pueden desaparecer y no pasa nada. En este país se es pobre y mujer y se puede desaparecer a esta persona y nadie la busca, esa es una realidad, eso es lo que vive nuestro país más allá de discursos y más allá de todo lo que podamos decir, requerimos tomar medidas urgentes…
”Hasta aquí la cita del Ministro Presidente de la SCJN Arturo Saldivar Lelo de Larrea y supongo que esos dichos están basados en las estadísticas con las que cuenta el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), que en 2021 reportó ¡TRES MIL CUATROCIENTAS SESENTA Y DOS MUJERES ASESINADAS!, un promedio de 10 mujeres muertas al día por el simple hecho de ser mujeres.
Esos son hechos incontrovertibles que ni mil discursos de las mañaneras van a poder borrar, por eso el peje se porta y comporta iracundo cuando le embarran esas cifras en la cara y no sabe qué responder, ni tampoco tiene una estrategia para disminuir -ya no digamos erradicar- el feminicidio en México.
Bueno, si tiene una estrategia o, más bien una ocurrencia, ha propuesto una iniciativa para quitar la palabra FEMINICIDIO de los códigos penales, porque en su supina ignorancia supone que si desaparece el término, también desaparece el fenómeno y ocurrente como es, cree que puede engañar de esa manera a los mexicanos y sobre todo a las mujeres que le están exigiendo acciones concretas para terminar con la matanza de mujeres en nuestro país.
Y es que le toca al estado la seguridad de todos los ciudadanos, pero en especial de esos grupos vulnerables que no son visibles y que por su condición de pobreza o de género como bien lo dice Arturo Saldivar, son susceptibles de salir de sus casas por las mañanas y jamás volver, pero además nunca las encuentran, porque desgraciadamente no se investiga y son los familiares los que, arriesgando incluso su propia vida, salen a remover tierra, escombros y todo lo que puedan para dar con el paradero, por lo menos de los cadáveres.
¿Por qué las matan?, pregunta Saldívar y él mismo se contesta “porque pueden” y es exacto pero le faltó hacerse otra pregunta al Ministro Saldívar ¿por qué pueden?, pues porque el Estado Mexicano no hace absolutamente nada por salvaguardar la integridad física de las mujeres.
En otras palabras, el Estado Mexicano encarnado en la mondonguera figura del mandatario, le preocupa más el ecocidio en la Península de Yucatán, que destinar recursos para proteger a las mujeres.
Al peje le interesa más un aeropuerto en el que solo aterrizan moscas, que por ejemplo reparar luminarias en las calles más oscuras de las colonias pobres de nuestro país, le interesa más pelearse con Eugenio Derbez que invertir en políticas públicas que lleven a la disminución de la escandalosa cifra de 10 mujeres asesinadas a diario por la negligencia gubernamental.
Y el peje se justifica diciendo que en su sexenio se han incrementado los feminicidios porque antes el término no existía, lo cuál no solamente es un absurdo, sino también una falta de respeto a las mujeres mexicanas y, sobre todo, a las familias de las mujeres asesinadas.
Lo dicho por Saldivar también tiene una interpretación más, esa luna de miel entre el peje y Lelo de Larrea ha terminado, porque el Ministro Fifí, egresado de la prestigiosa Universidad Libre de Derecho, una de las más caras del país, se ha dado cuenta ya, que López es un mediocre entre los mediocres, un diminuto hombrecillo cuya altura de miras no va más allá de sus narices.