Hay un poema del Maestro Chipaneco Jaime Sabines que termina diciendo: “es hermoso usar palabras, para no decirte nada”, el poema en sí es una pieza espectacular, bella a la redonda pero viene a colación porque los “amlovers” publican hoy en las redes sociales un “resumen” de la conferencia que a continuación transcribo.
AMLO dijo que tras la pandemia se quedará de manifiesto que: MÉXICO es un país muy fuerte; la familia es la institución más grande del país; hace falta más convivencia con nuestros hijos, darles más tiempo; se puede enfrentar cualquier crisis cuando no hay corrupción; es importante acudir con los especialistas; la mayoría del pueblo, es bueno, bondadoso y hay pocos, los individualistas; aunque haya una crisis económica, siempre hay salida… ES HERMOSO USAR PALABRAS, PARA NO DECIRTE NADA.
Me parece que el “presidente” -así entre comillas y en minúsculas- no dice nada que no sepamos, pero en hermenéutica, en decir en la teoría de interpretación de los textos, lo que dice AMLO tiene un nombre y se llama MENTIRA, me explico.
Dice que no hay corrupción, pero no explica una adjudicación directa del IMSS por casi 93 millones de dólares para adquisición de equipo médico, específicamente ventiladores artificiales marca Perlong modelo UCI PA700B, cuyo costo unitario fue cotizado en 29 mil 500 dólares por la empresa Levanting Global. Esa misma compañía propiedad de un empresario acusado de fraude en Estados Unidos de nombre Valdemar Pérez Ríos cotizó al portal Código Magenta que realizó la investigación, el mismo ventilador en 4 mil dólares.
Es decir, Levanting Global pretendió vender al IMSS, este equipo médico en ¡siete veces su valor en el mercado!, en estas épocas en las que en México se supone que no hay corrupción porque tenemos un “presidente” juarista. Y el tema no para ahí, Valdemar Pérez es un empresario sin escrúpulos que le ha quedado mal en contratos millonarios a PEMEX y la CFE en tiempos anteriores a AMLO pero que, evidentemente mantiene sus relaciones millonarias con el actual gobierno.
El señor López también dijo en la mañanera que “es importante acudir con los especialistas”. El de cabecera de la presidencia en esta pandemia se llama Hugo López Gattel, el mismo subsecretario de salud que tiene a México con un rebrote de sarampión, el que dice que hay poco más de 6 mil infectados confirmados pero le advierte al “The Economist” que esa cifra debe multiplicarse por 8 para tener un estimado real de contagios, es decir unos ¡50 mil!; el mismo que permitió la venta de cubrebocas a China y que luego mandó un avión a repatriarlas pagando hasta 20 veces más su valor.
López Gattel, el mismo que dijo que el cubrebocas no servía para nada e incluso permitió la realización del “vive latino” y de la feria de San Marcos con las consecuencias que ya conocemos todos; el que le sugirió al otro López (Obrador), que siguiera abrazando y besando a sus seguidores y que hoy no sabe qué hacer con la crisis en salud que enfrenta nuestro país de una manera estoica… ¡esos son los “especialistas” de AMLO!.
Por eso la indignación de prominentes representantes de la izquierda pensante de nuestro país como el gobernador michoacano Silvano Aureoles Conejo que le reclama a su paisano Zoé Robledo el engaño a la nación cuando asegura que en Michoacán “hay un centro de ingeniería del IMSS donde se reparan ventiladores”, no es verdad dice Aureoles y además amenaza con desestimar la aventurada decisión del gobierno federal de normalizar las actividades el 25 de junio.
Aureoles Conejo piensa que el gobierno del “presidente” -así entrecomillas y minúsculas- se está tomando la crisis a la ligera y por eso anunció que les regresará lo que el sector salud federal le envió para combatir la pandemia: 2 mil tapabocas y 96 botellas de alcohol…
Hay de verdades a verdades, pero la mentira, ES LA MENTIRA. Lo que se nos viene encima es preocupante porque como dije algunas columnas atrás, lo que menos hizo el gobierno de AMLO, fue diagnosticar y tampoco permitió que los gobernadores lo hicieran, parando en las aduanas y usando a la COFEPRIS, la importación de pruebas rápidas de diagnóstico, por eso no sabemos la magnitud.
Ojalá me equivoque y mi lengua se vuelva chicharrón, pero si consideramos que en MÉXICO solo se hacen 159 diagnósticos por cada millón de habitantes, mientras que en Chile se hacen 2 mil 500 por cada millón y en Estados Unidos 5 mil 900 por cada millón, pues nos podremos dar cuenta de que el subdiagnóstico puede representar en un futuro no muy lejano, un problema de magnitudes inimaginables.
Silvano Aureoles tiene razón, no estaremos seguros de poder salir a la calle el 25 de junio de este trágico 2020 y mientras más pase el tiempo, más nos acercaremos a la navidad donde puede haber un rebrote del virus por las bajas temperaturas y la temporada de enfermedades respiratorias. Ojalá para entonces, haya una vacuna y una nueva actitud del gobierno federal que permita la importación, porque de lo contrario, México estará mucho peor de lo que está hoy.
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