EMBROLLO EN LA ELECCIÓN DEL NUEVO FISCAL
Por: Mario CASTELLANOS ALCÁZAR
Por supuesto, que el nombramiento del nuevo Fiscal General del Estado de Oaxaca tiene tintes políticos de acuerdo a los intereses del gobierno estatal emanado de MORENA, que percibe una nueva administración en la impartición de la justicia, o bien, para tener el control al servicio de la Cuarta Transformación, la 4T.
Esto ha originado un embrollo difícil de desenredar debido a que hay muchos intereses y compromisos de los grupos de poder y de las mismas presiones de las huestes morenistas así, como las presiones internas y externas, como también, prevalecen los intereses de los ex gobernadores, sobre todo de Gabino Cué Monteagudo y de Alejandro Murat Hinojosa, quien trata de imponer como nuevo Fiscal a José Bernardo Rodríguez Escamilla, Defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca con el fin de manipularlo de acuerdo a sus compromisos incumplidos.
Por supuesto, que a Murat le conviene para cubrir las deficiencias de la administración de la justicia en su sexenio, que no fue impartida conforme a derecho, sino por meras circunstancias políticas, dejando muchos pendientes en las manos del ex Fiscal, Arturo Peimbert Calvo, que terminaría su función por siete años, sin embargo, renunció a menos de dos años de estar al frente de la Fiscalía.
Su renuncia fue por presiones del nuevo gobierno estatal, porque Peimbert no es morenista, más bien, fue impuesto por el ex gobernador de Oaxaca, José Murat Casab para que cuidará los intereses de su hijo, el gobernador saliente, quien entregó el poder a MORENA, el uno de diciembre del año 2022.
Luego de la renuncia de Peimbert se desató la batahola política -y en consecuencia, a un mes de la dimisión del Fiscal de la administración anterior, hasta la fecha la Fiscalía está acéfala, solo con un encargado que funcionaba como vicefiscal, Alejandro Alfonso Ramírez, quien complica el rezago en cuestión de la procuración de justicia-
Todos se hacen pelotas, tanto la LXV Legislatura del Estado de Oaxaca, como el mismo Ejecutivo Estatal, quien no encuentra la salida que acredite a su gobierno, pintado de guinda, por lo que se está figurando una supuesta democracia para la elección del nuevo Fiscal, que saldrá por la aprobación de los diputados locales, que están simulando un proceso transparente en espera de la luz verde del mandatario de la entidad oaxaqueña-
Todos estamos enterados, que el gobierno morenista ha enviado al Congreso, una terna de tres aspirantes, reconocidos por su trabajo profesional en el ámbito de la justicia, cierto, que tienen experiencia, pero esto no basta, porque se espera el dedazo, que según, se inclina en favor de Bernardo Rodríguez Escamilla- hasta la fecha nada oficial, haciendo a un lado a los otros, dos aspirantes: José Antonio Álvarez Hernández y Jessica Rodríguez Robles, a quienes presuntamente se les utiliza como parapetos- al menos que haya una contra orden.
Para que se hacen ilusiones, si de los diez seleccionados en la primera ronda, solo fueron calificados tres, por lo que, uno de estos, será palomeado a última hora por el gobernador Salomón Jara Cruz, pues tiene, que ser un Fiscal a modo de la 4T, de ahí, la renuncia de Peimbert, cuando le faltaban cinco años en el cargo, por no ser afines a MORENA- y tener la etiqueta muratista.
