ARENA POLÍTICA

ESPERANZAS CON SALOMÓN

Por: Mario CASTELLANOS ALCAZAR

Lo cierto es que, en cada cambio de gobierno, en cada entidad federativa, incluyendo a Oaxaca, es tradicional y de acuerdo a la mentalidad de los gobernados, infunde clamorosas esperanzas de bienestar, que todo será diferente y que habrá mejores condiciones de vida, una economía sustancial y menos carencias para el desarrollo humano.

Ese es el sentir de los mexicanos, incluyendo al presidente de México, que los gobernantes actúen con justicia, equidad y transparencia en el manejo de los presupuestos que son dinero del pueblo, que no haya corrupción, que se garantice el empleo, educación y seguridad, en pocas palabras un buen gobierno sensible y de respeto a los derechos humanos, pero también importa mucho la infraestructura y buenos servicios públicos.

En Oaxaca, un pueblo noble con deseos de superación, sus habitantes han demostrado características propias en el trabajo, en el progreso, en el cambio de vida y en su tenacidad, salvo que sus aspiraciones se diluyen porque están a la expectativa y el proceder de sus gobernadores, que prometen lo que no cumplen, o bien dejan un Estado con problemas, con deudas, con signos de corrupción e impunidad, pero más que todo, reinan los fraudes y el saqueo del erario público mientras la pobreza y marginación se acrecienta.

En puerta tenemos, los oaxaqueños, el cambio del gobierno para el uno de diciembre del 2022. El gobernador Alejandro Murat Hinojosa (PRI) entrega el poder a Salomón Jara Cruz (MORENA), lo que por cierto causa desolación, por una parte, decepción porque las metas no fueron alcanzadas en el sexenio estatal que termina con irregularidades y por otra, hay ciertas esperanzas en el gobernador entrante porque promete un cambio y un gobierno honesto, que informará el manejo del gasto público.

Hay sentimientos encontrados en la ciudadanía de esta entidad, ciertos señalamientos al gobierno saliente porque presuntamente no hay claridad en el manejo del presupuesto, más bien todo fue opacidad, tanto, que el gobernador electo de MORENA, en la entrega recepción, descubrió irregularidades en las Secretaría de Salud, Turismo y la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable (SINFRA) por lo que se llegará a las últimas consecuencias.

Por otra parte, existe la esperanza y la ilusión de que Salomón Jara, cumpla con sus promesas de no robar, no mentir y no traicionar, a la vez, que cambie la política del Gobierno de la 4T- “de abrazos y no balazos”, por la aplicación de la ley, que evite las bravatas del presidente en contra de los conservadores y fifís, que rinda buenas cuentas, que nos salve la inseguridad y la violencia, que se cubra de un gabinete sano con vocación de servicio, por lo cual todavía hay sospechas de dudas.

En fin, gobernadores entran y salen, al inició de sus gobiernos entran por la puerta delantera y salen huyendo por la de atrás sin haber cumplido con su misión, pero eso sí, se llevan la tajada de león, hasta las macetas, entre los últimos mandatarios: José Murat Casab, Ulises Ruiz Ortiz, Gabino Cué Monteagudo y Alejandro Murat.

Según la Auditoría Superior de la Federación, la deuda pública de estos gobiernos, acumulada, es de los 22 mil 291 millones 627 mil 771 pesos, incluye 9 mil millones de pesos que se suman a la deuda que dejó el exgobernador Gabino Cué Monteagudo.

De plano existe desilusión, repudio, decepción, enojo y mentadas en contra de los gobernantes ya citados, pues bien, dejan a Oaxaca en peores condiciones. La única esperanza por ahora está en el gobernador electo Salomón Jara Cruz, coequipero del presidente de México- y por supuesto que barrera la corrupción y hará efectiva la Cuarta Transformación, la 4T, en Oaxaca, Ya veremos de qué color pinta MORENA.

carloscastellanos52@hotmail.com

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