LEALTAD EN EL PRI- CON “ALITO”, ¿SERÁ?
Por: Mario CASTELLANOS ALCÁZAR
Hablar de lealtad en el PRI, es utopía, si se trata de asaltar al Comité Ejecutivo Nacional del partido tricolor, cambiando o reformando los estatutos y principios ideológicos con miras de hacer del partido una facción con tintes de caciquismo, en poder de quienes tratan de hacer del PRI, un patrimonio, en la víspera de las elecciones del presidente, diputados, senadores y presidentes municipales en el año 2024.
Es inmoral hablar de lealtad en el PRI, cuando el dirigente nacional del partido, Alejandro Moreno “Alito”, con sus consejeros afines, tras bambalinas y con toda la perversidad, manipula a sus maniquís para hacer una reforma a los estatutos del tricolor con el fin de continuar en la cúpula del PRI, es decir, para seguir en la dirigencia por un periodo más o cuando menos, estar al frente de la repartición de las candidaturas en las elecciones del 2024. su periodo ordinario termina en agosto del 2023.
Lo insólito es que el presidente Estatal del PRI en Oaxaca, Javier Villacaña Jiménez, apoye esta absurda decisión en favor de “Alito”, reiterando que por lealtad en estos momentos críticos, se debe ser congruente, por lo cual, está en favor a la reforma de los estatutos por consigna del ex gobernador de Oaxaca, José Murat Casab, quien trata de seguir manipulando al priismo oaxaqueño, creyendo que el PRI es su patrimonio.
Hablar de lealtad es una vergüenza, cuando no existe congruencia, ni la menor conciencia; se deja entrever, que el partido resucitará- y por supuesto- que es mejor que “Alito” continúe en el liderazgo, pues así, rescatará espacios, pero la verdad, es lo contrario, quedará en riesgo de desaparecer, pues ya, este partido tiene nulas probabilidades de volver a sus tiempos hegemónicos.
Cierto, que hay una descomposición entre los actores políticos y los partidos de la oposición a MORENA, que también, está en la jugarreta, por la ambición del poder de los opositores, sin tener la posibilidad de volver a figurar, por su inacción, que los mantiene al borde una derrota segura en el 2024, entre estos el PRI, el PAN y el PRD, que se quedaron sin brújula y perdidos en el desierto político
Ni para formar una alianza entre estos partidos, memos con el PRI, que ya se cerró las puertas, al quedar en la barbarie- y la ambición del poder, como lo refleja la continuación de “Alito”, quien trata de adueñarse del partido, lo que acabará con su desplome total, pues solo, queda la guerra de los grupos caciquiles, y de la militancia, que no está de acuerdo con dicho madruguete, que socava la democracia y el rechazo de los pocos militantes que quedan.
Claro, que el partido está desecho, y quienes apoyan las patrañas de “Alito” son sus acomodaticios, de ese grupo facciosos, favorecidos, y su bandada de sus parapetos, así, el priismo de Oaxaca sigue atrapado en la ilegalidad, en apoyo a los fraudes y de los facciosos, entre estos, el diputado local, Alejandro Avilés Álvarez, quien es el sedicioso del priismo oaxaqueño.
Igual están todos los partidos de la oposición. PRI, PAN, PRD y MC, a nivel nacional y estatal; en Oaxaca, no hay un liderazgo serio, ni trabajo político, basta decir, que aquí, el PRI perdió el 5 de junio del presente año, la gubernatura, que entrego a MORENA, cuyo gobernador es Salomón Jara.
El PAN, en Oaxaca, no tiene militancia, pero sí, este partido, se ha convertido en un patrimonio familiar de la diputada, Natividad Díaz Jiménez, la eterna diputada plurinominal; el PRD, se balcanizó por completo- y el Partido Movimiento Ciudadano, ni sus luces, todos están supeditados y desvanecidos, esperando una oferta de MORENA y del gobernador morenista, Salomón Jara Cruz.
