MORENA, DEJA SOLO A OSWALDO GARCIA
Por: Mario CASTELLANOS ALCAZAR
Es insólito. MORENA, no se ha pronunciado ni en favor ni en contra de su militante, el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Oswaldo García Jarquín, luego del vacío de autoridad- y por supuesto, la ingobernabilidad en el municipio de la capital oaxaqueña.
Nadie, ni el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ni el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de MORENA, Mario Delgado, ni el estatal, Sesul Bolaños, se han ocupado de la crisis política por la que atraviesa este partido en la capital oaxaqueña.
Tampoco han sancionado, ni han llamado a cuentas al presidente municipal aludido, que ha hecho de este partido un instrumento de corrupción y mal gobierno en el municipio de Oaxaca de Juárez, que no se puede tapar con el dedo, pero si, es un mal antecedente, que ya está influyendo en otros municipios de la entidad oaxaqueña.
La corrupción, los fraudes, la impunidad, la violencia, ingobernabilidad, negligencia y falta de oficio político son las constantes del presidente municipal, Oswaldo García Jarquín, quien “tiro la camiseta” de Morena y por supuesto, se pasa por alto las máximas del Gobierno Federal: no mentir, no robar y no traicionar.
El munícipe si miente, si traiciona y si roba, sin embargo, no hay nada que lo comprometa a rendir cuentas claras, mucho menos de ser auditado, tampoco, Morena se ha deslindado del munícipe, que ha puesto como “lazo de cochino” al partido en la presidencia de México.
Será que después del término del periodo del gobierno municipal, el 31 de diciembre del año 2021, la Comisión de Honor y Justicia o Vigilancia, del Comité Directivo de Morena, ¿llamará a cuentas a Oswaldo García Jarquín? ¿Seguirá siendo militante de este partido?, o bien, ¿será expulsado de las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)?
El caso amerita hacer un análisis o una reflexión para ir depurando a este partido, eje de la Cuarta Transformación de México, la 4T, librarse o deslindarse de los elementos que no le han respondido, es decir, “el buen juez empieza por su propia casa”.
Cierto es que el munícipe en mención deja un municipio desfalcado, con deudas, corrupción y fraudes, que lastiman la reputación y la dignidad de sus representados, que en un principio creyeron en él, ahora decepcionados, porque deja una administración pública destrozada.
Hereda a su sucesor un municipio con problemas de seguridad, violencia- y sin los servicios necesarios, una ciudad llena de baches, toneladas de basura en las calles, con adeudos de más de 150 millones de pesos, un sistema de pensiones desfalcado, sin dinero para la gasolina de los carros recolectores de la basura.
Un cabildo desintegrado por la falta de afinidad y congruencia, nulas relaciones con el gobierno estatal y federal, alejado de las relaciones humanas con los sectores de la producción, empresarios y comercial, además, con una economía paralizada en el ámbito de su competencia.
Lo ahoga el grave problema de los comerciantes ambulantes y una pugna con los establecidos, con las calles y el centro histórico invadido por el comercio informal, sin el apoyo del gobierno estatal, sin una respuesta para la ubicación de los puestos callejeros, amenazados y perseguidos por la policía municipal.
Además de los adeudos a los trabajadores sindicalizados y de confianza, en sus pagos, pensiones y prestaciones, incluyendo sus pagos quincenales y el aguinaldo, por lo que los sindicatos de la gremial mantienen a la ciudad paralizada con bloqueos, paros y toma de instituciones.
El presidente denunciado, también huye y se esconde, para evitar el contacto y la solución a las demandas de los trabajadores- y cuando se aparece hace promesas a los demandantes, que luego no cumple, todo esto repercute en la inestabilidad política, económica y social de la sociedad oaxaqueña.
