ARENA POLÍTICA

RECUERDOS DE PRIMAVERA

Por: Mario CASTELLANOS ALCÁZAR

 A mi padre y hermano. Lucen la primavera.   

Apenas despuntaba la primavera, la estación más primorosa, que alegra los sentimientos humanos- y no solo eso, pues también, florece la naturaleza, los campos, los colores llamativos y el canto solemne de las aves silvestres, pero, se siente la alabanza de los seres queridos que partieron al infinito.

En esa primavera que marcó un hito en la vida de los humanos, que vienen al planeta tierra a cumplir con su misión, a dejar su memoria plasmada en el universo, pero, que nos dicen adiós, dejando su huella imborrable, en este caso, el fervor de la estación, que se viste de mil colores para pintar a la naturaleza, que se motiva con el plumaje de las aves y el solo-astro Rey- tan intenso, que ilumina los corazones.

Así fue, en la genial primavera del 21 de marzo del año 2021, justo en esta fecha, cerraron los ojos, sus corazones dejaron de palpitar, enmudecieron para siempre, dieron su último estertor- y todo parecía una señal de recogimiento de mis seres más queridos; mi padre, Herminio Castellanos, mi hermano Gerardo y su esposa, Ciria.

Que momentos tan angustiosos, pero también de gloria y de aceptación a lo que no podemos cambiar porque no está a nuestro alcance, todo es divino y ponderado por el Señor, que todo lo puede- y todo lo hace con amor para salvar de sus pecados a sus hijos procreados de bendiciones.

Sí, mi padre biológico Baltazar Herminio expiró el 21 de marzo, acogido por la luz de la primavera por haber reflejado signos de bien y obras piadosas, su inquebrantable fe y su pasión por una vida sobria, llena de humildad y sencillez, fue un invencible y creador de su designio, que le agrado al mesías, que le tendió su mano y lo elevó al cristal de la vida eterna.

Cosas maravillosas, que son de la vida real: Mi hermano cerró su ciclo de vida el 22 de marzo, un día después de mi padre-y ocho días después, la esposa de mi alma gemela, cubiertos con la gracia del redentor y con la resignación de sus deudos, que ahora, honran la memoria de sus antecesores con el ejemplo y acciones positivas, de la mano, el uno con el otro, olvidando los denuestos, que, de ser así, causan la pulverización del amor procreado.

Mientras la primavera sigue brillando, sigue su curso, su amor y su consenso, que, en el 2021, apenas se asomaba para dar la luz y alegría a los abatidos con la creciente pandemia del coronavirus, que abrazó, a los géneros sin distinción, ni privilegios, fobias ni filias. Fue un don de la naturaleza divina, que nos deja grandes experiencias y sabiduría para en adelante hacer el bien al prójimo, fluyendo la paz, la armonía y el bienestar, olvidando el odio, el rencor y el lenguaje procaz 

Mientras las naciones del mundo se protegían de la pandemia con sus propios recursos y capacidades de los gobiernos en turno, pero sí, hubo discriminación entre los países más poderosos y los más abatidos por la pobreza. En México se registraron más de 350 mil muertes, oficialmente, pero, hubo muchos más, el triple.  

Bienaventurados todos- y todo está bien-gracias, ya vendrán tiempos buenos. Hagamos lo que nos toca. No robar, no mentir, no traicionar, no odiar, ni rencores. Fluyamos hacia lo bueno, lo positivo, lo real, que todo nos llegará a su debido tiempo.

carloscastellanos52@hotmail.com 

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