Mario CASTELLANOS ALCAZAR
POLITIZAN INUNDACIONES DE TABASCO
El caso de las inundaciones del Estado de Tabasco, que ha dejado estragos inusitados de cuando menos 8 muertos y 175 mil damnificados ya llegó hasta el Congreso de la Unión para exigir la aplicación de la justicia en contra de los responsables que tuvieron que ver con el desfogue de la presa“Peñitas”.
Es ahí, en donde responsabilizan directamente al Director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, de quien piden su destitución, además de ser investigado hasta llegar a las últimas consecuencias en los tribunales, debido a su inoperancia y falta de pericia en el desfogue de la presa “Peñitas”, que agravó las inundaciones que afectaron a 13 de 17 municipios.
Sí, pero también las bancadas del PAN y el PRD, en el Senado y la Cámara de Diputados, la senadora, Xóchitl Gálvez y Verónica Juárez Piña, respectivamente, se pronunciaron en contra de la irresponsabilidad de Bartlett y del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por el hecho de protegerlo pese a que ha sido uno de los funcionarios más denunciados y acusados por los delitos de fraude y ahora con su negligencia, que causó las inundaciones en el Estado de Tabasco.
Por supuesto que mientras el presidente Obrador está empeñado por la reparación de los daños a esa región del sur sureste de la República Mexicana por los efectos del huracán ETA, que inundó en gran parte a los Estados de Chiapas y Tabasco, el Director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, se «zurra» de risa y con lujo de prepotencia se mofa del gobernador tabasqueño, Adán López Hernández, quien responsabiliza a dicho funcionario del gabinete federal de los estragos ocasionados en la tierra natal del López Obrador.
“Me da risa”, dijo sarcásticamente, Bartlett, al enterarse de la denuncia penal que interpondrá el gobernador de Tabasco ante los tribunales por la irresponsabilidad del servidor público al ordenar el desfogue de la presa “Peñitas”, causante del desastre natural, agudizado por las intensas lluvias en dicha región.
Así, el presidente Obrador, que si bien, está preocupado y muy empeñado en la recuperación de los daños a los afectados en los Estados de Tabasco y Chiapas, en donde se han reportado 27 muertos y 184 mil 191 damnificados de ambas entidades, hace caso omiso a los señalamientos del gobernador de Tabasco y del Congreso de la Unión, como protegiéndolo, al manifestar que no se meterá en el asunto que toma tintes jurídicos.
Mientras la senadora del PAN Xóchitl Gálvez, presentó una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública en contra de Manuel Bartlett Díaz, por quebranto en agravio al erario federal por USD de 6.386 millones, además, de funestos casos de corrupción y mal manejo de la Comisión Federal de Electricidad en contra del patrimonio de los mexicanos.
Además, la diputada perredista, Verónica Juárez Piña y Xóchitl Gálvez, arremetieron en contra de Bartlett, de quien piden, que no quede impune, por lo que pidieron que las investigaciones en el caso Tabasco llegue hasta el final en contra de dicho funcionario, por decir, el más criticado por sus antecedentes y actos de corrupción.
Mientras tanto Tabasco y Chiapas siguen en asecho de los huracanes y los frentes fríos anunciados por el Servicio Meteorológico Nacional, pues aun esta región está propenso al crecimiento de los ríos caudalosos: Grijalva y Usumacinta, que por sus desbordamientos llegan a causar graves daños a la humanidad.
Por fin, todo parece irónico, para el presidente Obrador, a quien le está lloviendo sobre mojado, pues no solo tiene los problemas de los fatales resultados de la pandemia, que se acerca a los 100 mil fallecimientos, la inseguridad, el decrecimiento de la economía, la austeridad republicana y el pendiente de las elecciones del año 2021.
Ahora, le flota el problema de la anegación de su propia tierra natal: Tabasco, por los efectos de los desastres naturales: huracanes y frentes fríos, pero también, por la indolencia de la oveja negra de su gabinete: Manuel Bartlett Díaz.
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