ARENA POLITICA

Mario CASTELLANOS ALCAZAR

OTRA VEZ LOS MAESTROS INDIGENAS

“Otra vez la burra al daño” como se dice coloquialmente, los maestros
oaxaqueños de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación
(CNTE) no entienden a razones, por lo que ni tardos ni perezosos no se
hicieron esperar e inmediatamente regresando de vacaciones el pasado 8 de
enero del presente año salieron nuevamente a las calles de la capital
oaxaqueña para exigir una serie de demandas sin tener la representación
legal.
Por supuesto que fueron los maestros de educación indígena, como ya
se tenía conocimiento desde principios de diciembre del año pasado,
montaron una serie de manifestaciones, bloqueos, toma de instituciones, sin
lograr sus propósitos, luego de un plantón en el zócalo de la capital
oaxaqueña abandonaron su lucha cómodamente para salir de vacaciones,
pero eso sí, en el primer día de regreso a clases, después del periodo de
vacaciones de invierno se dieron al ocio, no regresaron a sus aulas, lo que sí,
reanudaron su paro de actividades para desquiciar a la ciudad y afectar a
terceros.
Están afectando a la educación de las comunidades indígenas, sino de
manera total, pero sí, parcialmente con un paro de 72 horas, pero están
fuera de sí, pues estos han rebasado las formas institucionales, incluso se
pasaron por la borda a la asamblea general de la Sección 22 del Sindicato
Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), que por supuesto no
avala dichas demandas y por tanto no cuentan con el respaldo del magisterio
oaxaqueño.
Sus demandas son la contratación de mil plazas de maestros de
educación indígena, que si bien, hace falta personal en cuando menos 400

escuelas en las comunidades indígenas, el gobierno federal autorizó 400
becas para igual número de jóvenes con estudios terminados de bachillerato
en calidad de instructores para atender la demanda en el medio rural; se les
pagará 4 mil 500 pesos al mes, pero con derecho a seguir estudiando para
capacitarse en la materia educativa.
Otra de sus aberraciones es la de exigir el reconocimiento oficial de la
Dirección General de Educación de los Pueblos Originarios de Oaxaca
(DGEPOO) para lo cual se requiere de un presupuesto oneroso, además de
que no es necesario, sino más bien, se trata de una maniobra política y la
confrontación de los grupos disidentes dentro de la misma Sección 22 del
SNTE- CNTE, por los graves problemas internos dentro del organismo sindical,
que se disputan el poder por el poder, es decir los liderazgos a costa de una
lucha intestina.
Lo que sí, quieren, es tener el manejo de las plazas de docentes, de la
nómina, hacer los cambios, asignación de las plazas y de las claves, es decir,
van por la rectoría de la educación que corresponde exclusivamente al
Estado.
La educación de los oaxaqueños vale un comino, eso es lo de menos, lo
que importa a los grupos disidentes de la misma disidencia de la CNTE es
tener el control absoluto de la educación de los oaxaqueños, es decir, el
presidente de México Andrés Manuel López Obrador ya les resolvió el 100
por ciento de sus demandas, lo más importante, la derogación de la reforma
educativa y si bien, ahora ya no tienen banderas políticas, la lucha será
interna en la Sección 22 del SNTE, que será lo peor, se van a dar hasta con la
maseta, todos contra todos.
Ya prendió la mecha el ex Secretario General de la Sección 22 del SNTE,
Erangelio Mendoza González, quien le declaró la guerra al Comité Seccional
que encabeza, Eloy López Hernández, quienes entraron en una lucha
fratricida por la disputa del poder sindical, luego de que este último se salió
de toda órbita y a sus cojones sublevó a los supervisores de zona y los plantó
en un paro indefinido el zócalo de la capital oaxaqueña para exigir demandas
estratosféricas como nunca, nada menos que 50 camionetas para el servicio
de los inspectores, que por supuesto no lograron.

Dicha situación es muy delicada porque ahora se trata del
levantamiento de los grupos magisteriales que quieren el poder, por lo que
ya han iniciado sus propias manifestaciones y paros de actividades sin contar
con el apoyo de la dirigencia de la Sección 22 del SNTE, una vez, que esta ha
sido rebasada en el supuesto de que ya vendió el movimiento insurgente al
presidente Obrador, luego de que este los ha calmado y hasta los hizo
sumisos con la solución de las demandas magisteriales y la sospecha de que
fueron tentados con fuertes cañonazos de dinero o bien con otras
prebendas.
Lo cierto es que ahora la directiva de la Sección 22 del SNTE ya no quiere
dialogar con el gobernador Alejandro Murar Hinojosa. Envalentonados se van
al Palacio Nacional a tratar los asuntos gremiales con el presidente López
Obrador, quien tiene luna de miel con la disidencia magisterial.
carloscastellanos52@hotmail.com

 

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