CAYÓ HELMES, ¿QUIEN SIGUE?
Por: Mario CASTELLANOS ALCÁZAR
“Palo dado ni dios lo quita”. El hecho ya está consumado; por consigna política o por justicia, el caso es que el ex rector de la Universidad Autónoma “Benito Juárez “de Oaxaca (UABJO), Eduardo Martínez Helmes, ya está en prisión preventiva justificada en el reclusorio de Tanivet, Tlacolula.
El delito es por defraudación fiscal de 56.1 millones de pesos en agravió de la UABJO, al no hacer la declaración en la hacienda pública, según, el dictamen de un juez de control, que, pese a las presiones de la comunidad universitaria, le otorgó prisión preventiva, contrario a la petición de los abogados del imputado que pidieron que enfrentara el proceso en libertad.
No fue así, y por supuesto, el Poder Judicial, hizo caso omiso a las manifestaciones de protesta de los universitarios a fines del citado ex rector, que bloquearon beligerantemente a la ciudad de Oaxaca para que no fuera vinculado a proceso penal- y, asimismo, el juez previó la fuga del imputado, o que, interrumpiera el curso de las investigaciones.
Lo que sí, se advierte mano dura por parte del Fiscal Anticorrupción del Estado de Oaxaca, Jorge Emilio Iruela Álvarez, quien está con el dedo sobre la llaga para no dejar pasar este presunto acto de corrupción del ex rector de la UABJO, Eduardo Martínez Helmes.
Es la oportunidad del fiscal para “levantarse el cuello”- y darle aire a esta institución que ha permanecido soterrada y prácticamente disfuncional, pese a que hay actos de corrupción de funcionarios del gobierno estatal que no han sido juzgados, por ejemplo, el saqueo y el presunto fraude millonario del Secretario de Salud de Oaxaca, Juan Carlos Márquez Heine, denunciado por la Sección 35 del Sindicato de los Trabajadores de la Salud y el Congreso del Estado.
A río revuelto ganancia de pescadores, por fin, Jorge Emilio se levantó de su letargo para exigir justicia en contra de Martínez Helmes, y, por cierto, que está alerta para llegar a las últimas consecuencias, hasta incidir para que al inculpado se le aplique la condena más alta, hasta 13 años de prisión en caso de no ser absuelto en los próximos 3 meses, tiempo para desahogar las investigaciones.
Según las primeras diligencias, el delito de defraudación fiscal existe, pero se venía guardando, según las circunstancias de los tiempos políticos y arreglos entre las partes en pugna por la disputa de la rectoría, cuyo proceso de elección se avecina.
El incidente de agravio a las arcas de la UABJO debe ser juzgado de acuerdo a la ley y el derecho constitucional para no tomar a la UABJO como un botín político y económico de la parentela real, que ha fomentado el caciquismo en el campus universitario.
Todo indica que la detención judicial de Martínez Helmes, esta matizada con tintes políticos en la víspera de la elección del nuevo rector, que será el 13 de mayo del presente año, por la disputa de la rectoría entre los grupos antagónicos internos de la UABJO.
También el gobierno estatal trata de meter las manos en el proceso de elección del rector, desde luego para impulsar a uno de los suyos, a Gilberto Gamboa, testaferro del Ex gobernador de Oaxaca, José Murat Casab.
Hay mucho de fondo político, que sale a la luz con el encarcelamiento de Martínez Helmes, sin embargo, tendrá que demostrar su “inocencia” y que su aprehensión fue arbitraria como el mismo lo argumenta, secundado por el rector en funciones, Eduardo Bautista Martínez, la ex rectora, Leticia Mendoza Toro y funcionarios universitarios del mismo círculo vicioso.
Desde luego que el monstruo de la corrupción, en la UABJO, tiene una cola muy grande, por lo que la investigación debe llegar a los últimos ex rectores, entre estos, al actual, Eduardo Bautista Martínez, quien también ha sido denunciado por presuntos fraudes.
La ex rectora, Leticia Mendoza Toro y el actual rector, Eduardo Bautista están metiendo sus manos a la lumbre en defensa de Eduardo Martínez Helmes, sin medir las consecuencias pese a que también son parte del entramado caciquil y por supuesto, ya oyen pasos en la azotea.
Ciertamente la UABJO es un mar de corrupción que persiste en los funcionarios de la institución educativa, en los directores de las facultades, en los dirigentes de los 5 sindicatos y en los porros al servicio de los grupos caciquiles que han dejado a la casa de estudios en la bancarrota y en niveles académicos muy bajos.
Por cierto, que la UBAJO, ya requiere una reingeniería, incluso, una refundación, reestructuración y organigrama, que garantice una Ley Orgánica, que priorice las actividades académicas, la investigación y la cultura, de lo contrario, se perfilan generaciones de muy bajo nivel académico y nula competitividad profesional.
