DEL OLVIDO AL RECLAMO CIUDADANO
Por: BORKS

No es novedad, pero sí necesario recordarlo: muchos diputados y políticos, una vez en el cargo, se olvidan de recorrer su territorio y reencontrarse con las comunidades que los llevaron al poder. Esta desconexión ha generado malestar, especialmente en regiones como la Costa oaxaqueña, donde aún se recuerda con aprecio al diputado federal Carmelo Cruz Mendoza, el «profe», quien supo ganarse la simpatía del pueblo con sonrisas y promesas de apoyo para rancherías, núcleos rurales y ejidos.
Al principio, su gestión parecía prometedora. Sin embargo, con el paso del tiempo, las expectativas se han transformado en desilusión. Hoy, la gente expresa su inconformidad ante el abandono y la falta de resultados concretos. Aunque es comprensible que nuevos desafíos políticos absorban la atención de los representantes, lo preocupante es cuando esto deriva en actitudes egocéntricas y prepotentes, olvidando a quienes los encumbraron desde sus comunidades de origen.
En algunos casos, incluso se denuncia que ciertos actores políticos intentan ejercer presión o amenazas, como condicionar apoyos o amenazar con cerrar negocios, si no se mantienen lealtades políticas. Estas prácticas han generado indignación entre los ciudadanos, quienes ahora exigen rendición de cuentas, respeto y verdadera representación.
Lo que queda claro es que Oaxaca necesita políticos de altura, comprometidos con el servicio público y no con ambiciones personales. La política debe entenderse como una vocación de servicio, no como un medio para alimentar egos o asegurar una “chamba” más. Mientras tanto, el pueblo observa, recuerda. Y ya se alistan de y para los próximos comicios electorales.
Lector-2000/BORKZ
