Yo no sé por qué le cuesta tanto a don López reconocer los errores y las derrotas. Es el uno de los “presidentes” así en minúsculas y entrecomillas, que no ha felicitado a Joe Biden por un triunfo más que contundente, porque quizá rebase los 300 votos electorales.
Ni él, ni Jaír Bolsonaro de Brasil, han sido los populistas que se han negado a dar por derrotado a Donald Trump, a pesar de la ya abrumadora diferencia entre el demócrata y el republicano, vamos, hasta Nicolas Maduro, el dictadorzuelo venezolano ya felicitó al triunfador de las elecciones de los Estados Unidos.
Seguramente para don López hubo fraude y por eso le ha de haber sugerido a su “amigou”, que pidiera un recuento voto por voto y no se dio cuenta que en Estados Unidos hacen justamente eso contar todos los sufragios, por eso Trump pedía “detener el recuento de votos”.
En el asunto que nos ocupa, don López, se equivocó dos veces y no es capaz de reconocerlo. Primero en su visita a la Casa Blanca tras la cita que le hiciera Trump para darle el espaldarazo necesario con el voto latino, en plena contienda electoral gringa. Luego se llenaron de elogios y desdiciéndose ambos de sus opiniones primarias, don López de su libro demagogo “oye trump”, donde asegura que de ser presidente de México, demandaría a Donald Trump.
Por último se equivocó en desdeñar una visita a la casa de campaña de Joe Biden o una reunión con él. Justamente como lo hizo Enrique Peña en la primera elección de Trump, pero a don López le salió al revés… Peña si le atinó.
La contienda ya pasó, hay un triunfador contundente que lo felicitan de todos los lugares del mundo, desde Europa, Asia, África y aquí en América, solo los que se sienten con el derecho de saberlo todo, como buenos populistas y tiranos, no lo hicieron.
Y si ya de por si la relación Biden-López está deteriorada por la visita del segundo a Washington, la distancia se ve mayor, cuando en un acto desafiante, mal planeado y muy probablemente unilateral -seguro no le ha preguntado a Marcelo Ebrard qué piensa- don López se niega a reconocer el triunfo de Joe Biden.
¿Qué le espera a México en los próximos cuatro años?, pues solo hay que revisar la propuesta de campaña para darnos cuenta de lo que nos puede pasar, si seguimos en esa necedad tonta muy característica de don López.
Para empezar Joe Biden se pronuncia por las energías limpias, por detener el cambio climático y hay que recordar que en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, uno de los puntos esenciales, es justamente el cambio climático y ¿ya se dieron cuenta a qué le apuesta don López?… correcto, a los combustibles de alguna manera muy parecidos a él, los fósiles.
Otro asunto será el migratorio, me parece que la política de Joe Biden será ofrecerles alternativas a los que ya están y prohibir de manera contundente la migración ilegal desde países como centro y sur América que de alguna manera es permitida en México por la relación entre nuestro país y esas repúblicas comunistas como Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala.
Biden protegerá a sus empresas que quieran invertir en otros países y así lo hará con México, obligará a nuestro país a cumplir con los compromisos firmados le guste o no a nuestro “presidentito”, así que no habrá un Constellation Brands otra vez, porque el poder se ejerce, no se consulta.
Quizá la lección más importante de la contienda en Estados Unidos, es que un populista sí puede ser derrotado. Las imágenes que circularon después de conocerse la derrota de Donald Trump son muy significativas y nunca antes se habían realizado: un Donald Trump con el trasero descubierto, que va desfilando mientras ciudadanos lo patean.
Con mucha probabilidad, algo parecido pasará en México cuando nuestra pesadilla termine.
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