De liderazgos a liderazgos
Por Horacio Corro Espinosa
Un mal líder casi no tiene comunicación con sus empleados, se pasa encerrado en
su oficina e ignora las llamadas telefónicas así como la atención al público. Cree
que escuchar a otros es pérdida de tiempo.
Un mal líder no tiene idea de cómo motivar a la gente que está a su alrededor, es
más, no considera el punto de vista de nadie, sólo el de él mismo.
Un mal líder amenaza a los empleados con despedirlos si no cumple sus
caprichos. Todo eso crea una atmósfera negativa.
Por desgracia así actúa Juanita Cruz Cruz, presidenta municipal de Huajuapan,
quien nunca tiene atención para nadie ni para sus invitados especiales. Por
ejemplo, el día de su primer informe de gobierno, al finalizar este, se olvidó por
completo de sus invitados especiales: del representante del gobernador del
Estado, Fabián Villagómez, Secretario de infraestructuras; de Horacio Sosa
Villavicencio, Presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), de la
Cámara de Diputados, entre otros.
Desde luego que, no por ser presidenta municipal, quiere decir que conoce todas
las reglas sociales. Aunque haya ocupado una curul en la Cámara de Diputados,
no es garantía para que sea una persona refinada en el trato.
Es más, ese mismo día, olvidó invitar a la cena, a sus regidores de oposición. Tan
descortés fue Juanita con estos, que tampoco los invitó para tomarse la foto oficial
después del informe.
Como hubo una total desatención por parte de la presidenta hacia sus invitados
especiales, estos se fueron a festejar individualmente el informe, y casualmente,
casi todos coincidieron en un mismo restaurante. Después de todo, parece que
esa reunión espontánea resultó mucho más cálida que la cena que preparó
Juanita Cruz.
Si algo ha caracterizado al gobierno de Huajuapan, es la falta de liderazgo. No hay
un liderazgo real en el ayuntamiento municipal.
Nicolás Maquiavelo dijo: “El primer método para calcular la inteligencia de un
dirigente es mirar a los hombres que tiene a su alrededor”. Supongo que esto no
está relacionado con el coeficiente intelectual, pero estoy seguro que es una
prueba de liderazgo. Los líderes que crecen personalmente, al mismo tiempo
crecerá su organización e influirá en muchos, y además, formarán un equipo
triunfador a su alrededor. Mientras mejores sean los jugadores, mejor es el que los
dirige.
Si Juanita Cruz fuera líder, la encargada del Sapahua no haría lo que se le antoja,
tampoco los regidores, quienes hacen lo que se les antoja. Los trabajadores, los
chalanes, hacen exactamente lo mismo, porque saben que no tienen ningún
liderazgo.
Para no ir muy lejos, el domingo 12, la Secretaria de pueblos indígenas y
afromexicano, Eufrosina Cruz Mendoza, realizó en Huajuapan un evento en
coordinación con el ayuntamiento de Juanita Cruz, pero este último tuvo una
convocatoria muy pobre, por lo que entraron a reforzar el tema la gente de la
secretaría.
Como era de esperarse, se volvió a presentar la falta de atención, en esta ocasión
hacia la Secretaria Cruz Mendoza. Envió a representantes, es cierto, de acuerdo a
quienes consideró que eran de la estatura política de la Secretaria del estado. Aún
así, allí estuvo conviviendo con la gente.
Un verdadero líder no se dobla, ni se quiebra.
En fin, hay de liderazgos a liderazgos. Hay líderes por pura necedad, y líderes
naturales.
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