DE MEZCAL Y OTROS BEMOLES

PRODUCTOS, SUBPRODUCTOS Y RESIDUOS

Por: Dra. Blanca Esther SALVADOR MARTÍNEZ

En todas las industrias existen productos y subproductos. Dentro de los productos en general existen a su vez diversas calidades, y dentro de los subproductos existen variedades.

En el caso del mezcal, se ha mencionado en semanas anteriores el tema de la calidad y de los productos finos.

Si bien para que un destilado adquiera legalmente el nombre de mezcal, se ha explicado que debe pasar por todo un proceso de certificación, para poder reunir el control de calidad, y cumplir además requisitos legales y administrativos.

Sin embargo, aunque todos los mezcales aprueben el control de calidad de manera general, existen categorías y clases, lo cual le da una particularidad a cada grupo de mezcales.

Las marcas a su vez son los signos distintivos que identifican a cada producto, y será cada productor o comercializador el que buscará la manera de que su producto tenga una identidad propia.

Lo anterior abre un gran abanico, ello sin contar las múltiples variedades que se encuentran a partir de la clase y tipo de maguey.

Punto y aparte se encuentran los subproductos derivados de la industria del mezcal; y los residuos.

Pero ¿qué es aquello que podemos considerar subproducto? Son aquellos artículos que resultan del proceso de producción del mezcal, que no son propiamente mezcal y que pueden llegar a tener un carácter utilitario.

Es decir, no es el producto principal que se espera obtener del proceso, pero que se obtiene como producto secundario y con un menor valor que el principal.

Debe mencionarse también que en la industria del mezcal se obtienen residuos, qué tratados de una manera adecuada se convierten en insumos para la fabricación de otros productos.

Lo anterior es de suma importancia mencionar, dado que la industria del mezcal requiere actualmente de innovación para el aprovechamiento de estos subproductos y residuos.

Cuando se observa el caso de Jalisco y el Tequila, se puede ver como esta industria ha aprovechado uno de los residuos del proceso del tequila, como lo son las pencas de maguey.

Esta industria ha generado a su vez otra industria que es la de bisutería, misma que aprovecha, el ixtle de las pencas del maguey, para fabricar aretes, collares, pulseras, entre otros; los cuales se venden como “souvenirs” a los turistas que vistan la zona tequilera.

En el caso de Oaxaca las pencas de maguey están sub utilizadas, puesto que es escaso aún su uso.

Si bien ya existen fábricas que elaboran papel a partir de las fibras de las pencas del maguey, no se encuentra aún quien elabore la bisutería, o bolsas, o incluso zapatos, como sucede en Yucatán, en donde usan las pencas del henequén para fabricar estos artículos.

Algo sumamente interesante es que el bagazo de maguey resultante de la destilación, además de utilizarse para hacer adobes como se ha hecho tradicionalmente; también ya se usa para fabricar papel, y más interesante aún, para hacer sombreros.

Algo que debe aplaudirse es quienes durante la pandemia aprovecharon los subproductos del mezcal como son las llamadas “colas” y “puntas” (el líquido de la parte inicial y final del proceso del mezcal) para fabricar gel antibacterial.

De igual modo el abono a partir del bagazo del maguey, que se obtiene mediante los distintos métodos empíricos que realizan los productores de mezcal, es otro de los productos creados a partir de residuos.

A pesar de todos estos intentos que se realizan, aún es incipiente el aprovechamiento de estos recursos.

Después de un corte de maguey quedan las pencas tiradas y se llegan a usar en ocasiones como leña, pero aparte del papel, no existe realmente una tecnología que se aplique para darle una mayor utilidad a estos residuos.

En la actualidad existen muchos inversionistas que desean participar de las ganancias que reporta la venta del mezcal, a pesar de que, más del setenta por ciento del precio es el impuesto que se entrega al Gobierno Federal.

Sin embargo, los inversionistas no han volteado aún a ver que de los subproductos o de los residuos se pueden detonar diversas industrias en las que hace falta tecnología, administración e inversión.

La ceguera colectiva está presente ante la problemática que incluso representan estos residuos para el medio ambiente; los cuales, tratados de manera adecuada y con la tecnología e inversión, se pueden convertir en un círculo virtuoso con grandes utilidades.

La inversión adecuada puede incluso detonar la industria de la moda, el mejoramiento del medio ambiente, empleos y sobre todo derrama económica que puede permear en comunidades indígenas, e incluso generar exportaciones.

El tratamiento adecuado de las vinazas que tanto afectan el medio ambiente, puede generar subproductos; lo cual además de evitar el deterior del medio ambiente, genera ingresos.

Si bien ya existen estudios por parte de centros de investigación sobre temas de esta naturaleza, aún no es suficiente el recurso que se destina.

No debe olvidarse que la región del mezcal se integra de nueve entidades federativas, Puebla es una de ellas, una entidad industrial que si bien no es la cuna del mezcal ha logrado insertarse en esta industria.

Sin duda, no debe soslayarse la dinámica con la que se mueve esta entidad, y la cual seguramente en breve estará dando sorpresas.

Oaxaca no puede quedarse con el discurso de la tradición, debe ponerse a la par a nivel industrial y tecnológico para detonar industrias derivadas de la producción del mezcal.

Para iniciar la semana se deja a ustedes esta bella foto que refleja la posibilidad de la coexistencia de dos productos totalmente distintos. Una plantación de sandías intercalada con magueyes.

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