¿QUIÉN LO MATÓ?
Por: Francisco Alejandro LEYVA AGUILAR
Estuve buscando un estudio estadístico de asesinatos de homosexuales o entre miembros de la comunidad LGBTIQ+ y no encontré mucho. Solo que, según INFOABE, México está a la cabeza en crímenes de odio respecto de este sector social. En decir, comparado con otros países, aquí matan más.
Sólo en 2022, señala este escueto estudio, unas 87 personas han sido asesinadas en México durante el año pasado -no hay registros de 2023- esto de acuerdo a Statista Research Department que supone un incremento de los crímenes de odio en contra de los integrantes de la comunidad LGBT.
A quienes más asesinan, son a mujeres transexuales (48), le siguen los homosexuales (22), lesbianas (11), muxe (2), sin definir (2), hombres transexuales (1) y otros (1). Esto comparado con el año pasado, tiene un incremento de nueve crímenes más que en 2021.
Como dije letras arriba, no hay una estadística confiable en 2023, porque no hay un organismo especializado que lleve la cuenta de los homicidios que la comunidad LGBTIQ+ llama “de odio”, sin embargo en las hemerotecas se puede revisar la nota roja para podernos dar una idea de lo que pasa con este fenómeno que apenas el lunes pasado se puso en la agenda nacional tras el asesinato de Jesús Ociel Baena Saucedo.
Saucedo, fue un abogado que logró escalar al Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes y se convirtió en la primera persona “no binaria” en ocupar un cargo de esa relevancia en México y América Latina, por tanto fue, como profesional, una persona muy conocida a lo largo y ancho del país.
La verdad no me queda claro qué significa ser una persona no binaria, sin embargo Wikipedia dice que es un término que se aplica a las personas que asumen una identidad de género que se halla fuera del “binarismo” de género, dado que su identidad autodesignada no se percibe ni cómo del género masculino, ni como femenino, es decir, se pueden identificar como un “tercer” género.
Hago la aclaración sobre este tipo de personas porque entiendo que el abogado, era hombre pero no se asumía como mujer, ni como homosexual, ni como transexual, ni como alguna otra letra de ese rosario que es la LGBTIQ+, es decir en su cabeza él podía ser lo que quisiera… trato de entender porque para mí, nacemos hombres y mujeres o, en casos absolutamente raros y extraordinarios, hermafroditas.
Volviendo a la estadística y en una escueta revisión de las muertes que han sufrido los integrantes de esta comunidad solo en 2023, me pude percatar que, en prácticamente la mayoría de los casos, los asesinatos se dieron entre parejas y sobre todo homosexuales o transexuales, es decir y como bien lo confirma la Fiscalía de Aguascalientes, son crímenes pasionales.
México ha entrado en una gran controversia por la declaración que hizo el Fiscal de Aguascalientes Jesús Figueroa Ortega al sostener que quien mató a Ociel Baena, fue su pareja sentimental de nombre Dorian Daniel Nieves, en una noche de pasión después de regresar de un viaje en Oaxaca a su domicilio en Aguascalientes.
Ni la comunidad LGBTIQ+ ni los familiares del magistrado, aceptan que haya sido un crimen pasional y proponen una nueva hipótesis: un crimen de odio por el activismo de Jesús Ociel en favor de la comunidad a la que pertenecía, un activismo que, hay que decirlo, si ofendía al pudor mexicano por las frases soeces y vulgares que ocupaba en sus videos.
No obstante, las pruebas que ha hecho la Fiscalía hidrocálida son muy evidentes. Hay casi una certeza de que al abogado lo mató su pareja sentimental que además dio positivo para fentanilo, esa droga que vuelve locas a las personas y con una navaja de afeitar justo en la yugular…¿qué asesino mata así con 20 incisiones de una navaja de afeitar y solo una mortal?
Pareciera hasta un asunto de sadomasoquismo, porque si Ociel no se asumía como hombre, mujer u otra cosa, bien pudo haber sentido placer de mil maneras y no solo en una relación de pareja hombre-mujer u hombre-hombre que de sí, es antinatura.
En la Alemania Nazi hubo crímenes de odio contra homosexuales, pero no les cortaban la yugular con una navaja de afeitar, a ellos los exterminaban, ya a balazos, ya en las cámaras de gases, por eso y por toda la evidencia hemerográfica que hay de asesinatos entre miembros de la comunidad LGBTIQ+, pareciera que la Fiscalía de Aguascalientes tiene razón.
Claro que hay que agotar todas las investigaciones posibles porque como dice los miembros de ese colectivo, el magistrado, tuvo amenazas de muerte por su activismo y claro que se debe llegar hasta las últimas consecuencias, no vaya a ser que hubiese una tercera persona en esa residencia de Punta del Cielo Aguascalientes que le dio muerte ambos.
Debo aclarar que respeto las preferencias sexuales, así como también pido que se respeten mis convicciones ortodoxas de una familia heterosexual que ha sido la base de toda sociedad sana.
