SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL
Por: Carlos CASTELLANOS ALCÁZAR
El Senado de la República dará hoy el tiro de gracia a la Suprema Corte de Justicia de la Nación con la inminente aprobación al fast track de la reforma: Supremacía Constitucional que impide a los juzgadores la cancelación de la Reforma Judicial por anticonstitucional.
La reforma oficial rebasa los límites del Estado de Derecho y pone a la Corte en la picota, sin facultades, pues a partir de la aprobación el nuevo entramado político, el aparato judicial autónomo ya no tendrá intervención en los juicios de amparo. La Corte queda imposibilitada para admitir a trámite y resolver toda acción de inconstitucionalidad.
Busca impedir que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declare inconstitucional la Reforma Judicial aprobada en el Congreso a principios del mes de octubre y por supuesto ya no será bajada de su publicación del Diario Oficial de la Federación como lo ordenó la jueza, Nancy Juárez Salas.
Se eleva a rango constitucional la improcedencia del amparo contra los cambios a la Carta Magna y evita que reformas constitucionales queden congeladas por controversias y acciones de inconstitucionalidad ante el Poder Judicial.
La Supremacía del Legislativo es defendida por el Coordinador de la fracción Parlamentaria de MORENA, el senador Adán Augusto López Hernández, luego de que la presidenta Sheinbaum cometió en delito de desacato al dictamen de la jueza de Distrito del Estado de Veracruz, Nancy Juárez Salas, quien le ordenó judicialmente que bajara del Diario Oficial de la Federación la publicación de la Reforma Judicial por inconstitucional.
La presidenta argumentó que la jueza no tiene facultades ni los argumentos de ley para condenar las acciones del Palacio Nacional, que si las tiene, por lo que le dio un plazo de 24 horas para borrar la publicación del Diario Oficial, cuestión que la Ejecutiva no cumplió y amenazó con interponer una demanda penal contra la juzgadora.
Resulta que la jueza tenía la razón por lo que consignaría a la presidenta al Ministerio Federal, que de aplicarse la ley tendría una condena de 7 años de prisión, lo que preocupó a la mandataria de la nación, pues había perdido la batalla y por tal motivo promovió en el senado la Supremacía Constitucional para revertir el proceso jurídico que la condenaba a prisión.
Solo que la Supremacía entrará en vigor a partir de su aprobación, pues no será retroactiva por lo que no será aplicable en la exoneración del delito del desacato de la jefa de la nación y por supuesto, que se está creando un círculo vicioso, que pone en entredicho la ingobernabilidad de un régimen autoritario fuera del marco del Estado de Derecho.