AMLO ENTRA EN ARREGLOS CON LA OPOSICIÓN
Por: Mario CASTELLANOS ALCÁZAR
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pide negociar con la oposición a través de la Secretaría de Gobernación, incluso, modificar la iniciativa que implica prolongar la permanencia de las Fuerzas Armadas en las calles en tareas de seguridad pública del 2024 hasta el año 2028 para frenar la violencia que se ha disparado en el territorio nacional.
Ya no es el tiempo para que el gobierno mexicano influya en las determinaciones que competen al Poder Legislativo, violando la autonomía, ni para ordenar que sus iniciativas se aprueben tal como las envía sin cambiarle un punto, una coma o un acento, como lo hizo al inicio de su mandato.
Sobre la marcha el Poder Ejecutivo y el Legislativo se van entendiendo- y por supuesto, luego que, los legisladores- diputados y senadores de la oposición: PRI, PAN y PRD, en alianza, han rechazado algunas iniciativas de ley, la última fue la Ley Eléctrica, que no fue aprobada, ahora el gobierno de la 4T trata de entrar en negociación con los opositores.
Es por eso, que ahora, en el Senado de la República, no pasa la reforma constitucional, tras ser aprobada en la Cámara de Diputados, que implica que el Ejército y la Marina permanezcan hasta el 2028 porque MORENA y sus aliados: el Verde Ecologista y el Partido del Trabajo no tienen mayoría calificada y por consiguiente necesitan de los votos de la oposición.
En consecuencia, el martes 4 de octubre nuevamente se llevará a votación la reforma militar en el Senado, esto si se llega a un acuerdo con las fracciones de la oposición, luego de que el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández intercedió con los senadores opositores con la propuesta de modificar el contenido de la iniciativa.
Los opositores aceptaron la propuesta presidencial, incluso, con la anuencia de MORENA, se está haciendo una nueva redacción del artículo quinto constitucional, avalada por el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal Ávila, en donde, se ponen candados a los militares con mecanismos de supervisión y evaluación en la actuación de las fuerzas armadas.
Los militares quedarán sujetos a un Comité Civil de expertos en seguridad de la Sociedad Civil, que revisen los resultados y avances de las estrategias de seguridad, asimismo, comparecerán en el Congreso para dar a conocer las acciones realizadas en seguridad y serán supervisados por organismos internacionales sobre sus funciones. El gobierno destinará más presupuesto para la formación de las policías estatales y municipales.
Dichas propuestas quedarán sujetas a negociación y al parecer del Gobierno de la 4T, a través del secretario de Gobernación; de ser consensadas, la oposición dará su voto en favor de la militarización hasta el 2028- y sino, el gobierno tiene preparada una consulta ciudadana fuera de norma y maniobrada para que el pueblo decida al respecto.
Dicha consulta será bajo criterio propio del presidente con formas aberrantes y con un juicio político electoral, tomando como bandera a los militares, cuyas acciones estarán bajo el proceder de la Secretaría de Gobernación o de la Secretaría de Seguridad Pública en cuanto a los preparativos de la consulta.
Fuera de ley, porque la consulta es propia a ser realizaba por mandato institucional al Instituto Nacional Electoral, a lo que el presidente dice que no, porque el INE va a pedir mucho dinero para los operativos, por tanto, se echará mano de viles argucias, pues para no pisotear al INE, no se llamara consulta- y puede ponerle cualquier otro nombre, desde aquí surgen las malas posturas antidemocráticas.
