FRIVOLAS ELECCIONES 2021 EN OAXACA+
Mario CASTELLANOS ALCAZAR.
El coronavirus COVID 19 alcanzó al proceso electoral del año 2021, que se iniciaría en septiembre del presente año, por lo que ahora será hasta el 5 de diciembre, es decir, tres meses después. Estarán en disputa, 153 presidencias municipales que se rigen por partidos políticos, diputados locales y federales en 25 y 10 distritos electorales, respectivamente. La elección será el primer domingo de junio del 2021.
Sí, ya son tiempos de efervescencia política electoral y por consiguiente viene el declive de la Administración Pública del Gobierno Estatal, Lo poco que se hizo ya está, lo que viene ya es ganancia, no así, todo el aparato gubernamental se empeña más en el proceso electoral que se avecina, incluso vienen las renuncias de los funcionarios del gabinete que aspiran a un puesto de elección popular y al final dejan solo al gobernador Alejandro Murat Hinojosa, pues también vienen las deslealtades.
… Y que, decir del proceso electoral en Oaxaca en donde gobierna un consumado priista, el último de la generación muratista, porque se avizora que entregará la estafeta al candidato de MORENA, quien quiera que sea- y todo será un cambio, una revolución, más bien, una nueva administración, que, si bien nos va, procurará el combate a la corrupción y por supuesto entraremos de lleno a la Cuarta Transformación de México, que conlleva a la austeridad republicana.
Así, me parece, que las elecciones del 2021 en Oaxaca serán por demás frívolas y con una estela de expectación, dudando del trabajo de los partidos políticos sobre todo del PRI, PAN, PRD y MORENA, porque a decir de los expertos no tienen la aceptación del electorado y con lo que respecta a este último partido, no se mueve por sí solo, sino más bien, el mesías, es el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien es el motor, incluso de los partidos ya mencionados, hasta ahora.
Es decir, estos partidos, aquí en Oaxaca, no tienen presencia ni militancia propia, puro cascajo y fuertes problemas que redundan en la agitación, la violencia, división y la desbandada de sus poquísimos militantes que se han acobijado en el caudillismo de López Obrador.
Del PRI estatal no se espera nada, su presidente, Eduardo Rojas Zavaleta es un cero a la izquierda, impuesto últimamente por el gobierno estatal y el dirigente nacional, Alejandro Moreno, Amlito- nada más para hacer comparsa, pues este partido está replegado al presidencialismo, es decir, un apéndice del partido en el poder: MORENA.
EL PRI, PAN y PRD son la misma tesitura, no saben si tienen militancia, más bien, no la tienen, además a que, en Oaxaca, están vegetando en espera de dadivas, a lo que les caiga del cielo, cruzados de brazos, eso sí, los caciques de estos organismos se partirán el alma e irán con todo para obtener un puesto de elección popular por el sistema plurinominal, es decir, sin hacer campaña electoral porque si la hacen no van a ganar.
Los presidentes de los comités estatales del PRI, PAN y PRD: Eduardo Rojas Zavaleta, Natividad Díaz Jiménez y Raymundo Carmona Laredo, son auténticos monos de calenda y van al son que les toquen. Esperan la mano señera y la bendición del presidencialismo mexicano: dádivas y prebendas, amén de que buscan alianzas con MORENA, o bien, camuflados para ganar un puesto de elección popular.
El mismo Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) no tiene presencia en Oaxaca, una entidad ávida de participación democrática, esta sin aliento y con una gran división y confrontación entre sus tribus, comandados, unos, por el senador oaxaqueño, Salomón Jara Cruz, quien representa lo más sucio del partido en el poder.
En Morena, la lucha por el poder de los cargos de elección popular, está desbordada en Oaxaca, tanto, que Salomón Jara, ha sido factor negativo, abucheado por todas partes, aún en presencia del presidente López Obrador en sus giras a la entidad oaxaqueña, por lo que ya perdió su oportunidad de ser por segunda vez, candidato a la gubernatura en esta entidad.
Sí, pero tampoco, la senadora oaxaqueña, Susana Harp Iturribarría, por cierto, en la gracia del presidente Obrador, para suceder al gobernador priista, Alejandro Murat Hinojosa en el año 2022, enviada a Oaxaca por el gobierno federal como su representante para coordinar el combate de la pandemia del coronavirus, no da una. No tiene presencia ni conocimiento, ni trabajo político, es decir está en la calle de la amargura. Así están las cosas en Oaxaca.
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