DEBATES. NO TRIFULCAS
Por: Carlos CASTELLANOS ALCÁZAR

Llegó la hora de la verdad, que todo México esperan para conocer los pormenores de las candidaturas presidenciales- y por supuesto- los electores, conocerán- de que están hechos los aspirantes a la presidencia de la República Mexicana, como- y que- piensan del país- en convulsiones sociales, y mas allá, en lo político, así, como- el modelo del sistema de gobierno.
La fecha llegó con el primer debate presidencial convocado por el Instituto Nacional Electoral para el domingo 7 de abril, tan esperado- y anhelado- por la ciudadanía, que espera un acto de civilidad, de propuestas claras y contundentes, que no admiten confrontaciones directas- cargadas de odio, ni revanchismos- entre los aspirantes presidenciales-
De todos es sabido, que- es en la palestra- en donde los abanderados: Claudia Sheinbaum de “Sigamos Haciendo Historia”, constituido por MORENA, Partido Verde Ecologista y Partido del Trabajo; Xóchitl Gálvez Ruiz- de “Fuerza y Corazón por México”, integrado por el PRI, PAN y PRD, así, como Jorge Máynez- de Movimiento Ciudadano, deben dejar de lado sus indolencias, fobias- alegatos, ataques personales y diatribas estériles, que aturden al electorado.
Por tanto, para apagar los focos de la polarización, que- desde, hace más de dos años, empezó- a fluir veneno desde el Palacio Nacional- con el destape de las “corcholatas” lanzadas por el presidente- con la mirada- en la candidata oficial, Claudia Sheinbaum, se abrió la puerta de un proceso electoral- fuera de tono- violando las ordenanzas institucionales del INE, ahora- se requiere saber quién es quién.
Frente a frente- es posible, hacer un balance de los aspirantes – que por supuesto, deben hablar con la verdad y a ciencia cierta, de la situación política del país, así, hacer una crítica constructiva del gobierno de la Cuarta Transformación- como vía- de un nuevo sexenio, que requiere de proyectos y un plan innovador, que enmiende los entuertos de la 4T-
Desde luego, que Sheinbaum, la candidata oficial- no tendría criterio democrático para discernir entre lo positivo- y negativo del régimen actual, así, como- los desaciertos de la política presidencial, pues- para ella- es más cómodo, recurrir en las lisonjas- y en la continuidad de los “abrazos y no balazos”- pronunciada por el segundo piso de la Cuarta Transformación, que, aun- no tiene forma ni fondo- y por supuesto, todo será más de lo mismo.
Más, que todo, en el primer debate- se apreciará la casta política de las candidatas: Claudia y Xóchitl, en el supuesto, que una de ellas será la próxima presidenta de los mexicanos; se apreciará el valor de las propuestas de la abanderada de la oposición, Xóchitl, quien representa a “fuerza y Corazón por México, por un cambio de dinámica y de políticas para combatir la violencia y el retroceso histórico, que marca en actual régimen de la 4T.
Es mejor el nacionalismo mexicano, la identidad nacional y la soberanía de México, que- un sistema monárquico, con rumbo al autoritarismo, prioridad del actual régimen; propuestas que defiende “Corazón y Fuerza por México.
También- es importante- escuchar las propuestas de Sheimbaum, para que no nos cuenten, pues, algo- debe tener de contenido, según, lo criterios del electorado, pues seguramente- hará énfasis a los programas sociales, como beneficio a los vulnerables, pero, no es todo- si se descuidan otros servicios: educación salud, seguridad
Son dos opciones: autoritarismo o democracia, por eso, los mexicanos- deben valorar estas premisas para elegir a la mejor fórmula presidencial- a reserva, que estamos en espera de las propuestas del candidato, Máynez- quien- queda en tercera opción, pues, en realidad tiene poca aceptación en el electorado.
En esta contienda comicial del 2 de junio del presente año, la credibilidad no está en los partidos, ni en MORENA- ni en la oposición, pues, están- viciados- con la misma corrupción; aquí- se tiene que ver la personalidad de los aspirantes, quien- tiene más atributos, vocación- conciencia, mexicanidad y diplomacia
No se trata de combatir la corrupción de un sistema, para crear- otro sistema de corrupción.