DOS SOPAS
Por; Francisco Alejandro LEYVA AGUILAR
Hoy arrancan campaña las candidatas y el candidato. Del varón no me ocupo porque ya sabemos que ni con todo un traje “fosco” va a despegar, simplemente su campaña no levanta y con la salida de Enrique Alfaro y su casi millón de votos en Jalisco, pues menos.
Dijera Brozo y dijera bien. Sólo hay de dos sopas en esta elección y son dos versiones muy distintas de una realidad mexicana que espanta. O elegimos a la democracia abanderada por Xóchitl Gálvez o a la continuidad encarnada en Claudia Sheinbaum y no es asunto menor porque se trata del futuro de México y por consiguiente del futuro de las generaciones de mexicanos que aun no votan.
Esas dos visiones del México de hoy están bien representadas en las plazas públicas donde arrancarán campañas ambas candidatas. Mientras Xóchitl lo hará en el municipio más violento del país, con el mayor número de asesinatos dolosos, es decir en Fresnillo Zacatecas donde gobiernan los Monreal con saldos sangrientos, la candidata oficialista lo hará cobijada en la plaza de la Constitución con miles de acarreados que desde ayer están saliendo hacia la Ciudad de México pagados con erarios estatales.
Xóchitl comenzará campaña a media noche en Fresnillo Zacatecas, un municipio donde el ¡NOVENTA Y SEIS POR CIENTO DE LA POBLACIÓN, SE SIENTE INSEGURA!, de acuerdo a la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y en donde existe la tasa de homicidios mas alta del país.
¿Por qué Xóchitl Gálvez parece que va a meterse a la boca del lobo, un municipio donde casi a diario hay asesinados cuyos cuerpos son exhibidos colgados en puentes o tirados en las plazas públicas?, sencillo, porque una de las preocupaciones más grandes que tiene la población mexicana, en justamente la INSEGURIDAD.
México completo es un baño de sangre derivado de la ocurrencia obradorista “abrazos, no balazos” que ya ha enlutado a más de 181 mil familias en todo el territorio nacional con un énfasis en estados como Zacatecas, EDOMEX, Veracruz, Sinaloa, Guanajuato, Jalisco, Sonora y Michoacán pero de la escalada de violencia iniciada en 2018 no se escapa nadie, ni Colima o Oaxaca que eran estados mucho menos violentos.
Que Xóchitl Gálvez vaya hasta Fresnillo Zacatecas a media noche, manda un mensaje contundente a los carteles de la droga que -según sendos reportajes de Pro Pública y el New York Times-están coludidos con candidatos de Morena e incluso con el mismo “presidente” López Obrador que lleva 29 días -todos los de febrero- con el Hashtag #NarcoPresidenteAMLO y sus derivados como #NarcoCandidataClaudia.
Pero es una apuesta arriesgada. Xóchitl ahí podría sufrir un atetado por parte de los varios -algunos dicen que 14- grupos criminales que se pelean el control de esa zona del país, porque ese, como ya sabemos, es territorio del narco… y de los “Monreales”.
Xóchitl va a Fresnillo justo para decirnos a los mexicanos, que ella no está dispuesta a pactar con el narcotráfico y el crimen organizado. Nos esta informando que tiene los arrestos y los apoyos necesarios para que la violencia en México se detenga y ya no haya más familias enlutadas, va a Fresnillo a hacer un compromiso con el pueblo de México para resolver la mayor de sus preocupaciones que es la inseguridad.
Del otro lado está Claudia Sheinbaum que en la comodidad de un zócalo pletórico de acarreados, cuidada con toda la fuerza del estado y cual marioneta que es, va a decirnos a los mexicanos que nos ofrece CONTINUIDAD, es decir: que sigan las masacres, que siga la decadencia económica, que sigan los atentados a la democracia, que caiga el Instituto Nacional Electoral (INE) en manos del gobierno, que se acabe la autonomía del Poder Judicial, que se suprima incluso la propiedad privada -como lo reza su nueva constitución-, que continue el mesianismo y la adoración al peje, en fin, que México renuncie a sus libertades.
Yo pensé que con todo el poder, todo el dinero, el apoyo de todo el ejército, el dinero y el poder de los narcos presuntamente aliados de Morena y del peje, la elección estaba definida y Claudia sería la triunfadora, pero entró en escena otro factor: los gringos y ahí la puerca torció el rabo.
Este jugador externo es muy poderoso, muy influyente, con mucho dinero y con un genuino interés en la elección de México por compartir miles de kilómetros de frontera y por ser un socio comercial importante pero además un vecino muy incómodo por el fentanilo.
No es la primera vez que Estados Unidos se mete en la elección de nuestro país y seguro estoy que no será la última, pero la del dos de junio será decisiva para conservar a un vecino con democracia y no a un país problema como Venezuela o Nicaragua… al tiempo.