LA GUERRA DE LAS ENCUESTAS
Por: Carlos CASTELLANOS ALCÁZAR
Se reparten senadurías. Son los mismos
¡ironía! Mientras las candidatas presidenciables, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez Ruiz- están en disputa por el poder de la presidencia de México en una guerra encrespada por los resultados de las encuestas pagadas a modo para medir sus altas y bajas en las preferencias electorales- sus correligionarios se disputan y asignan las diputaciones y senadurías.
Es desgarrador el papel de las protagonistas que se disputan la presidencia de México; Claudia Sheinbaum- por MORENA, PT y PVEM y Xóchitl Gálvez Ruiz- por el Frente Opositor: PRI, PAN y PRD- están en una nefasta guerra sucia y a través de las encuestas tratan de decidir quién es quién en las preferencias electorales, que por supuesto no son reales.
Es en las elecciones y en las urnas del 2 de junio del presente año en donde se ganarán los comicios, no es en los resultados maquillados y maniqueístas- en donde se dan los porcentajes verídicos, pues, las encuestas son instrumentos fraudulentos, además- de tener un costo de cientos de millones de pesos que salen del erario nacional.
Son las propuestas claras y contundentes- respecto a las nuevas políticas de solución de los graves problemas políticos, económicos y sociales, la dinámica del ejercicio político, la retórica persuasiva, la moral, la praxis, el pragmatismo y la interlocución- los factores que inciden en los triunfos electorales, no, las encuestas, que son una forma de manipular a los ciudadanos- y ´por supuesto- que esto induce al mega fraude electoral.
Lo más crítico y nefasto es que Sheinbaum es impulsada desde el Palacio Nacional; Claudia- dice, que las encuestas le favorecen con 20 puntos arriba de Xóchitl Gálvez en cuanto a preferencias electorales, lo que resulta ser un fiasco, pues, no está en sus cabales, ni siquiera ganó las encuestas internas de MORENA o de las encuestadoras para llegar a la candidatura – y por supuesto- que todo fue un albazo.
Del fraude de Sheimbaum hay un antecedente fidedigno del también- aspirante de la presidencia por el mismo partido (MORENA)- Marcelo Ebrard- quien presentó pruebas en contra de Sheinbaum- de haber sido favorecida desde el Palacio Nacional, pues, no hubo piso parejo- por lo que pidió la anulación del proceso interno, pero no surtió efecto, “pues- el presidente dijo que no- y que Claudia iba a como dé lugar”
Ahora Sheinbaum ya reconocida como candidata por el Consejo Político Nacional de MORENA, se lanza a repartir senadurías y diputaciones a sus coas pirantes del mismo partido que contendieron en la elección interna para llegar a la presidencia, por lo que las llamadas corcholatas: Marcelo Ebrard, quien dobló las manos, Ricardo Monreal, Adán Augusto López Hernández y los arrimados del PT y el Verde Ecologista: Gerardo Noroña y Manuel Velasco ya se sienten líderes del Senado.
La actitud de Sheimbaum tiene signos de autoritarismo, pues, aun- no es la presidenta y ya está haciendo designaciones a las “corcholatas”, cuestión- que le corresponde al pueblo sabio, pues ni siendo, la Ejecutiva, no es su facultad, violar la autonomía del Poder Legislativo.
Por otra parte- los presidentes de los partidos de oposición: PRI, PAN y PRD- Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano, respectivamente- ya se agandallaron como los aspirantes idóneos al Senado- haciendo a un lado a la candidata presidenciable de esta coalición- Xóchitl.
Xóchitl lleva la bandera y la voz de estos partidos: PRI, PAN y PRD- haciendo proselitismo político electoral rumbo a la presidencia mientras los zánganos ya se posesionaron como precandidatos de las curules del Senado.
Los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD- ya mencionados- están dejando sola a Xóchitl-, pese, a que esta- lleva la batuta, abriéndose paso- y por cierto- lleva buen ritmo en su campaña con el apoyo de los estratos sociales, que no van con la dictadura del gobierno en turno.
Por supuesto, que son los electores. Los 96 millones de votantes- los que tienen que decidir el sufragio del 2 de junio del 2024 para elegir al gobierno de los mexicanos- por la monarquía o por la democracia.
