CALENDARIO POLAQUERO

MUERTOS

Por: JL/BORKZ
  • *.-Festejos de ‘Muertos’
  • *.-Amplia convivencia universal de la conciencia humana
  • *.-Acapulco, Gue.
  • *.-Migrantes

Oaxaca toda… notable entidad de arte y culturas prehispánicas y mesoamericanas… que en estas fechas de «festejos de Muertos», o ‘Todo Santos», es común, encontrar en cada casa o domicilio, un tradicional «Altar de Muertos» para honrar lo que se conoce como ‘recibir a los fieles difuntos’.

Pues bien, las fechas son bien señaladas, desde el arribo de las almas de menores de edad, un día antes del 2 de noviembre, la fecha principal, hasta el mismo día, que se supone, según la visión cosmogónica y espiritual, llegan los adultos.

Es, de acuerdo a la cosmogonía universal, cuando se abren los portales dimensionales, y es ‘el permiso del Padre Dios,’ o Energía Creadora, que da a sus hij@s para un reencuentro con sus seres queridos; de tal magnitud, es el Amor Universal.

Cada religiosidad, agrupaciones metafísicas o teosóficas, tendrán sus propias interpretaciones, pero en función de estos principios, de escasas, pero trascendentes horas de sana convivencia y confraternidad, donde el icono de la Muerte, da de todo a la vida, precisamente para respetarla y aprender a convivir, ya como individuos, como en comunidades y/o sociedades.

Así, se reafirman los valores y se privilegia la conciencia.

Sin embargo, es justamente en estas fechas, cuando pudiesen destacarse sucesos más violentos que dejan números rojos en la vida humana en el planeta.

Sucede que en ese permiso divino, la entrada es para tod@s, es decir, de seres o hermanos (as) de múltiples frecuencias, desde normales hasta asesinos y demás variantes, independientemente de sus procesos de reaprendizaje «álmico», salvo los que definitivamente, ni para ‘asomarse’ tienen consentimiento alguno…ni como gusanos… en alguna acepción perdida en los arcanos.

Pues bien, con filosofías y consideraciones culturales al margen, estamos en la capital oaxaqueña, como en todas sus 16 tnias del territorio, celebrando y honrando a nuestros muertos.

Así, el zócalo y céntrica periferia se pinta de amarillo y naranja, los colores propios de estas celebraciones, con infinidad de ofrendas de comida, entre las que destacan los tamales, frutas, tablillas de chocolate, pan de yema, velas, agua y bebidas preferidas que solían disfrutar los ancestros o quienes se han adelantado y que hoy acuden a esta feliz convivencia.

Esto digamos es el sentido místico-espiritual, y por supuesto, está el ámbito comercial, turístico y religioso, donde al primero lo que le interesa y mueve es vender y vender todos los productos que pueda, ya almacenados o cultivados meses antes.

En cuanto al turismo, una parte, como los establecimientos, la prestación de sus servicios, entre hospedaje y transportación , terrestre o aérea, principalmente, y el visitante nacional o extranjero, simplemente visitar y admirar las costumbre en su presentación superficial y recorrer destinos de sitios arqueológicos, playas y festejos «de muertos», incluyendo templos en sus recorridos, con sus propios oficios y expresiones.

Algarabía de calendas, conciertos y demás eventos culturales propios de la temporada.

Sin embargo, es precisamente en esta ocasión, cuando se presentan sucesos que deben llamar nuestra atención, en cuanto a la concientización «álmica» en su permanente evolución:

Días anteriores, en este mes de octubre -desde el 25 al fatídico día 29-cuando sucedió el mayor impacto arrollador del huracán Otis, que afectó severamente a Acapulco, del vecino estado de Guerrero, destrozando estructuras y casas, causando decenas de víctimas (45 inicialmente), y much@s desaparecidos.

Los esfuerzos del gobierno federal y de entidades federativas, como de Gobiernos extranjeros, sin mediar color alguno, se han sumado a apoyar a los hermanos en desgracia.

Es un proceso de recuperación que tomará su tiempo aun con los avances tecnológicos, dada la fuerza desatada de los elementos de la Madre Naturaleza, que hace su presencia inesperada, aun con los seguimientos técnicos preventivos; la Madre Naturaleza no tiene fechas fijas.

Por otra parte, pero en estas mismas fechas o temporalidades, acudimos a ver, cotidianamente, no sin un dejo de tristeza e impotencia, el desgarrador transitar de los migrantes, de nuestr@s hermanos de Centroamérica, y aún, de otros continentes, llevando a cuestas sus familias, con sus hijos a cuáles más deshidratados, por las calamidades del largo viaje hacia la mejora ilusoria en el vecino país del norte, Estados Unidos, que según, les mejorará su posición económica… más, sin embargo, quien sabe su identidad libre como seres humanos.

Solidaridad, ante todo

A todo esto, los grandes volúmenes de ofrendas en los Altares de Muertos, bien pudiera «convidársele» una buena parte a nuestros vecinos de Acapulco en desgracia, en productos no perecederos.

Como también, con los compañeros ‘Migrantes’, prójimos, camaradas o como se les denomine, para paliar su tránsito, en el entendido, de que todos, sin menoscabo alguno, SOMOS MIGRANTES, tanto del interior del estado, del país, como DE LA VIDA MISMA, que ahora honramos con la visita de nuestros deudos o «Fieles Difuntos».

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