ANDARIEGO Y MÁS …

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CRIMEN DE ESTADO ES POLÍTICA VIRTUAL.

Por: José Hernando Martínez-Bastida S.

5 mil 930 personas contagiadas con el virus del SARS-CoV-2, que provoca la infección con Covid 19 y en las matemáticas de la salud en el estado, 587 pacientes en tratamiento médico y otra más, hubo 259 nuevos diagnósticos y solamente 11 más en tratamiento.

Además, el lunes cambia el color del semáforo epidémico en el estado, de rojo a anaranjado, quiere decir que reiniciaran actividades al 30 por ciento, mientras por decisión oficial en el estado se reiniciaría con el 10%, hoy sábado 4 de julio, a 35 días de iniciada la “nueva normalidad”.

Uno de los requisitos más importantes en la decisión de cambiar el color del semáforo de la epidemia, con un valor del 50 por ciento, es que la ocupación hospitalaria en las dos últimas semanas, sea menor al 30 por ciento, en Oaxaca, promedia arriba del 50%.

Lo curioso, circunstancial o políticamente coincidente, es que la semana pasada el titular del ejecutivo en el estado, Alejandro Murat H., había dado la orden de que el sábado 4 reiniciará la actividad comercial y empresarial con un 10 por ciento, cada semana.

Y señaló, que hacía un llamado a los Oaxaqueños, a estar preparados para entrar a la nueva normalidad, que lleva 35 días de haber comenzado, solamente Oswaldo García, munícipe de Oaxaca de Juárez, respondió, públicamente, que no lo haría.

Que eso pasaría en la capital del estado junto con el cambio del semáforo pandémico, lo que es la buena coincidencia entre los deseos de los dirigentes político estatales y las lecturas médicas de los encargados en la Secretaría Federal.

Algo que si bien, es indispensable para miles de familias oaxaqueñas, llevan más de 115 días sin generar dinero, eso hace que cualquiera salga y decida, cómo señaló el coordinador de prensa del estado, comer o morir.

Aquí lo grave, es que a pesar del llamado que realizó, Donato Casas, Secretario de Salud del Estado, quien hizo hincapié en que ellos, gobierno, municipio y estado, ya cumplieron, que ahora es responsabilidad de los ciudadanos, que pagan sus sueldos, el que la infección no se propague.

Dirían, igualados e irrespetuosos, lo bueno para él, es que fue evidente que lo obligaron a leer, para conservar la chamba, pero lo que no se imagina, es que, en un estado con tantas carencias, con tantas deficiencias y con tan pocas oportunidades, el y ellos son los únicos responsables.

Y acorde con la nueva realidad, no de la 4T, si no del ciudadano que se preocupa por sí y no de lo que hacen los demás, habrá consecuencias y por lo general, el más débil es el primero en caer y que recuerde que el líder del grupo político en el gobierno, no tiene límites.

 

Algo así, como la evidente necesidad que tiene los integrantes del primer círculo de la actual administración estatal, ya que se evidencian al no saber cómo piensan los oaxaqueños y su forma de actuar, por qué razones hay fiestas populares tan importantes.

Lo primero es que cualquier día, sin pandemia, de los 4 años que han pasado, se hubieran preocupado más por visitar los poblados o los barrios del estado y se hubieran percatado, que siempre hay fiesta, por lo que mande y ordene, pero aquí siempre se festeja.

Fiestas que por lo general son de coperacha, para que entiendan, o sea mayordomías, todos cooperan, por lo general, ya sea de especie, efectivo o talacha, pero es fiesta de todos, aclaremos que son fiestas patronales o de barrio, no entran todas las privadas, que son privadas, eh.

No se les vaya ocurrir llegar con su cartón, de cerveza caliente y mal cargado, por que lo regresan, a su casa, no a su estado, aclarado el punto.

Ahora pretende hacer un refrito de las Guelaguetza pasadas, con el sello de Guelaguetza 2020, no basta con banalizar y no es del Bani Stui Gulal, la representación más importante del pasado de los oaxaqueños y la principal fuente de ingresos, de la mayoría de los habitantes del estado.

Ya que, en una muy personal opinión, la comercialización de 4 representaciones, lo volvió meramente un espectáculo comercial, que generó mayor derrama económica, pero para no variar, quedando la mayor parte en muy pocas manos y las mismas de siempre.

Lo que inició en el gobierno de Gabino Cué y bajo la tutela de José Zorrilla de San Martín Diego, cuyo principal objetivo fue hacer redituable, para el estado, la fiesta de los oaxaqueños y lo más fácil fue cambiar el formato, de fiesta tradicional a vodevil económico.

Estaban queriendo comercializar, hasta los lugares para participar, que no dude, lo hicieron con algunos grupos étnicos, lo que se mantuvo y realmente logró, que la fiesta de la Guelaguetza dejará de ser de los oaxaqueños y se convirtiera en el negocio de los recién llegado, o regresados.

Hoy garantizan, que todos se volverán a sentir identificados por ver los bailes, las representaciones, sus costumbres en la televisión y a través de redes sociales, pero sabrán, o mejor dicho, querrán saber, cuántos de los 4 millones 143 mil 593 de los que aquí viven, tiene luz, televisión, celular, redes sociales, internet, dinero para planes telefónicos, etc., ¿les importará?.

ANDAMOS…

 

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