APO. COMPROMISO SOCIAL
Por: Mario CASTELLANOS ALCAZAR
Han pasado más de 40 años de la fundación de la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO)- y aún está presente, pasando lista de presencia, siempre, a la vanguardia de su compromiso social, no solo de sus agremiados, sino de la sociedad oaxaqueña, luchando por la democracia, la libertad de expresión y la participación ciudadana.
Ahí está presente, la APO, renovando sus tareas prioritarias y fortaleciendo su vocación de servicio, intentando la formación ideológica de las nuevas generaciones de sus agremiados, cuya intención es la integración de sus cuadros y nuevos dirigentes, que le inyecten bríos ambiciosos para alcanzar las metas de una sociedad ávida de justicia Social.
Esos bríos y senderos, que este fin de semana se volvieron a refrendar en los viejos y jóvenes periodistas, que una vez más, como cada dos años, eligen democráticamente a su Comité Directivo, que para no haber cotos de poder se elige una directiva colegiada de tres ejecutivos más sus comisiones.
Por su puesto, que se instala la asamblea general de los integrantes de la APO- de acuerdo a sus estatutos, disciplina y principios para luego hacer el pase de lista e informe de la directiva salientes, para llegar al momento cumbre, que es la elección del nuevo comité, que se compromete a servir, guardar y custodiar las banderas y el compromiso social que se resume en la defensa de la libertad de expresión.
Por supuesto que, en esta nueva elección de sus directivos, tomaron posesión y desde luego rindieron protesta, los experimentados periodistas del viejo y nuevo crisol: Felpe Sánchez, Andrés Rodríguez y Alejandro López Castellanos, considerados como lo más granado del periodismo oaxaqueño- y así mismo, los asambleístas reconocieron el alto rendimiento de los dirigentes salientes: Antonio Sumano y Juan Manuel Bignon.
Los entrantes se comprometieron a servir fielmente, apegados a los mandatos estatutarios y las ordenanzas que emanen de la asamblea de los agremiados, “porque si no lo hacen con apego institucional del organismo periodístico, autónomo, la gremial y la sociedad civil se les demandará”.
Dicho proceso electivo se convierte en gratos momentos, llenos de regocijo y una fiesta de criterios y principios, pues también, se hace un balance de los logros obtenidos para el bien de sus integrantes, en defensa de sus derechos laborales, profesionales, seguridad y bienestar social.
No solo eso, sino, también, entre otros aspectos, se analizan los métodos democráticos y hasta los rezagos históricos, causados por la ínfima función pública gubernamental, que requiere de la responsabilidad de los periodistas para cuidar la aplicación de la ley por encima de los intereses sectarios y abuso de poder.
Es que la actividad periodística no se concentra únicamente en el cuidado de los intereses profesionales de sus agremiados, sino, también abarca lo externo, como la defensa de los intereses del pueblo, los derechos humanos, la democracia, la libertad de expresión, la denuncia ciudadana, así, como de la corrupción, los fraudes y la impunidad del sistema político mexicano a través de la actividad periodística.
La tarea de los periodistas es enorme, hasta de la interlocución que debe existir entre el gobierno y los gobernados, cuidando la integración social, política y económica de los sectores de la producción para llegar a un buen consenso entre las partes que cuidan de sus intereses o el enriquecimiento ilícito. Todo con su pluma o la voz de los comunicadores.
Es por eso, que los periodistas deben ser bien nacidos con alma y espíritu revolucionario, profesionales por excelencia, porque no se admiten improvisados, ni simuladores de la democracia, ni serviles, ni corruptos, que aprovechan los espacios periodísticos para obtener prebendas.
El pueblo requiere de periodistas natos que le den la razón a quien la tiene, o más bien, que busquen el punto de equilibrio entre los actores de la sociedad, bajo un serio compromiso, porque ser comunicador no es un juego, es una responsabilidad, que debe privilegiar el derecho individual y colectivo de la sociedad a través de los géneros periodísticos.
En hora buena
