EL RETO DE VALLEJO GIL.
Mario CASTELLANOS ALCAZAR
El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, nombró al nuevo Coordinador de Comunicación Social y Vocería del Gobierno del Estado, Francisco Vallejo Gil, quien sustituyó a Alfonso Martínez Córdoba, en medio de una estela de escepticismo y falta de profesionalismo de su antecesor, que no permitió la apertura democrática de los medios de comunicación, incluso, se propició una berrera que obstaculizó el acceso a la información a los oaxaqueños.
Todo fue manejado oficialmente y en consecuencia se hizo a un lado a los comunicadores, que de manera imparcial buscaron la verdad, la justicia, la participación y la democracia, o bien, ejercieron la crítica constructiva en apego a la ética profesional, pero eso, fue prohibido, a través del manejo gubernamental para cultivar la información sesgada, que dio lugar a la inconformidad, el rechazo de la ciudadanía y la impugnación de los sectores afectados que no vieron la solución de las demandas apremiantes de los oaxaqueños.
La interrogante es en el sentido, si el nuevo Coordinador de Comunicación Social y Vocería del Gobierno del Estado, Vallejo Gil, tiene la buena intención y la visión política, de lo que significa, tan apremiante labor en el servicio de informar con veracidad y actitudes propositivas para garantizar el derecho que le asiste a la ciudadanía en el ejercicio de ser informados, más no caer en los mismos vicios de la corrupción y el manipuleo de la información.
O bien, ¿seguirá siendo este cargo un apéndice del gobierno estatal para ocultar la verdad y el estado que guarda la administración pública en el ejercicio de la función de los servidores públicos? Sí es así, el pueblo demandará el derecho de ser informado cabalmente para su conocimiento del manejo de los recursos económicos destinados por la federación, lo que permitirá que las demandas, los problemas y la crisis se agraven por inercia de los gobernados, que han sido sucumbidos en la pobreza, la marginación y la explotación de sus bienes y derechos.
Es decir, los periodistas oaxaqueños, los que ejercen su profesión con ética profesional estarán vigilantes del proceso de la participación y democratización de las normas establecidas en materia de la comunicación social para que esta, se realice apegada a los cánones de la libertad de expresión, que se ha convertido en el arma principal para el desarrollo humano y asimismo garantizar los derechos que les asiste a los oaxaqueños ávidos de justicia social.
Hoy en día se requiere de periodistas calados en el ejercicio de su profesión, mas no, la simulación e improvisación de los seudo periodistas que nacen como hongos por azares del destino o bien, porque no tienen otra alternativa y se convierten en mercenarios, chantajistas o chayoteros, de los que ya no se necesitan porque no aportan nada para el cambio y el desarrollo social, político y económico, en este caso de Oaxaca, una entidad que exige mayor participación democrática para terminar con los actos de corrupción de los gobiernos en turno.
Mucho cuidado con estos “chayoteros”, de esos, que se cubren con las redes sociales, en el Facebook, de los que toman la foto y la suben a feys, que nada tienen que ver con el periodismo, además, que no aportan para la contribución de los derechos ciudadanos en estos momentos críticos de la transición democrática y de un nuevo régimen de la Cuarta Transformación de México y del viejo sistema político neoliberal (PRI-PAN), cuando se requiere de periodistas con visión de futuro y de profundo análisis para exterminar los excesos del poder.
Es por eso, que Vallejo Gil, tiene una gran responsabilidad que debe empezar aquilatando la labor periodística con la finalidad de no practicar los mismos vicios y lagunas, que en un supuesto perjudicarán la labor de los comunicadores sociales, de quienes critican con fundamento, lejos de lisonjear a los gobiernos, pues precisamente, esto es la democracia y el juego limpio para inducir a los servidores públicos a actuar con honestidad y transparencia en el manejo de los recursos vía presupuesto de la federación.
¿Podrá Vallejo Gil desempeñar el cargo con vocación de servicio, lealtad y buena vibra en la correlación de los miembros de la casta periodística oaxaqueña, que exige justicia y aplicación legal de los recursos del pueblo? Lo menos que puede hacer es garantizar la libertad de expresión sin restricciones, manipulación o cualquier tipo de represión.
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