MORENA PIERDE 6 DE 7 MUNICIPIOS
Por: Mario CASTELLANOS ALCAZAR
Cierto que el Partido de Regeneración Nacional (MORENA), en Oaxaca, en las elecciones extraordinarias en 7 municipios de esta entidad, que tuvo lugar el 27 del presente mes para elegir autoridades municipales, sufrió un revés; perdió 6 de 7 municipios- y la oposición: PRI, PAN, PRD Y PVEM pecó de triunfalismo sin forma ni fondo.
El presidente del Comité Estatal del PRI, Javier Villacaña Jiménez, no tardó en proclamar el triunfo de su partido en Xoxocotlán con Inocente Castellanos Alejos, lo mismo hizo el representante del PAN, Juan Iván Mendoza Reyes, pese a que el presidente electo, no tiene partido, incluso, en la elección ordinaria del 6 de junio del 2021 contendió por el Partido Fuerza por México.
El partido de la Cuarta Transformación de México, la 4T- Morena, solo ganó el municipio de Laollaga, el PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza, Xoxocotlán, Mitla, el PAN y el Verde Ecologista; Chahuites, Santa María Mixtequilla, Santa María Xadani y Reforma de Pineda.
MORENA está muy confrontado entre su misma militancia; no tiene cuadros políticos; pero sí, la inoperatividad de sus candidatos, imposiciones, o la división de sus militantes, pero tampoco los partidos tradicionales: PRI, PAN, PRD y PVEM no tienen trabajo político, ni plataformas, ni afinidad; en estas elecciones ganaron los candidatos, no las siglas.
La interrogante es, tendrá que ver esta derrota de MORENA en la elección del gobernador de Oaxaca, el próximo 5 de junio 2022, sí y no. Son 2 procesos electorales diferentes con distintas características; una es municipal y la otra es estatal- 2 percepciones -y dista mucho.
En los procesos municipales la gente se apasiona e influye mucho más con una sola finalidad, que es la de elegir a sus autoridades municipales para la solución de sus demandas internas, esto porque se identifican con sus protagonistas que ya conocen, saben de qué familias descienden sobre todo en el medio rural porque con ellos van a convivir.
El cabildo municipal es los más cercano a ellos- y por supuesto, el municipio es la célula de primera instancia a la que acuden. Es decir, hay armonía y responsabilidad.
En cambio, la elección de un gobernador, ya son otras las características, son otros los fines, ya no se encierran en la solución única de sus demandas comunitarias. Los electores se enfocan a los criterios de solución a las necesidades de nivel estatal, por lo que se fijan en el candidato que ofrezca más opciones, dependiendo de la línea del Gobierno Federal y el desempeño de este último en cuanto a los programas sociales, que es lo que la gente aprecia.
Por eso una derrota municipal, no influye tajantemente en una elección de gobernador porque los parámetros son otros. Lo mismo sucede en la elección de un gobernador de un Estado y la elección de un presidente de México. Ya se ven otras alternativas de acuerdo con la visión del electorado.
Sin embargo, Morena, no debe confiarse, porque toda derrota electoral es un reflejo que motiva a revisar la estructura del partido, sus fallas, sus procedimientos y métodos de selección de sus candidatos- y por supuesto- debe corregir sus políticas, por lo que esté partido debe enmendar los yerros.
Sería lo más propicio, que pensar, que los partidos tradicionales: PRI, PAN y PRD vuelvan al poder que tuvieron por ocho décadas, sobre todo el PRI, imposible, de resarcir los daños acumulados en pobreza, marginación y desigualdades sociales. La ciudadanía debe revisar con lupa los pros y contras de los gobiernos del pasado y el presente para prever el futuro.
