ARENA POLÍTICA

OBRADOR. ¿CAMBIARÁ A SHEINBAUM POR MONREAL?

Por: MARIO CASTELLANOS ALCAZAR

Cortesía: Proceso

La moneda está en el aire- y tal parece que los tiempos cambian en el tablero político electoral, respecto a la sucesión presidencial, por supuesto adelantada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en los últimos días le está dando la espalda a Claudia Sheimbaun, y empieza su cariño político en favor de Ricardo Monreal Ávila.

Por cierto, es de humanos cometer errores, pero en política se debe ser muy sigiloso, cuestión que le puede estar sucediendo al presidente López Obrador, quien, por supuesto parece enmendar, lo que podría ser un craso error, al tratar de heredar a Claudia Sheimbaun, la silla presidencial en el año 2024.

Justo en los momentos más álgidos de la política nacional cuando al presidente de los mexicanos no le están saliendo bien las cosas- y la Cuarta Transformación de México, se empieza a tambalear, Obrador, tácitamente oculta a Sheinbaum y le da el impulso a Ricardo Monreal, presidente del Senado de la República Mexicana.

El gobierno de la 4T le está dando un fuerte apoyo a Monreal, lo está destapando como un prospecto a sucederlo en la presidencia de México para el 2024. Le Reconoce sus méritos y capacidad política, asimismo, le levanta el espíritu, al aceptar que es un precursor de la Cuarta Transformación de México- a la vez, ha hecho mucho por el cambio y la transformación del país.

También, lo enarbola como a un político de izquierda que se abre paso en la adversidad. Recordó Obrador, que, en el año 1998, Monreal renunció a su partido, el PRI, se fue al PRD, que lo abanderó y ¡zas!, ganó la gubernatura de su natal, Zacatecas, cuando este partido solo tenía un 5 por ciento de posibilidades de ganar la elección gubernamental de haber sido otro el candidato.

Cierto, que así es, en ese entonces, Monreal, renunció al PRI, porque no lo abanderó como su candidato a la gubernatura de Zacatecas, increíble, pero cierto. Le dio una paliza al partido tricolor, que ya marcaba su debacle político electoral, cuestión, que, ahora el presidente de los mexicanos le reconoce.

Obrador, sabe que, con Monreal, puede ganar y avanzar mucho en el cambio de México- y por supuesto, que le abre las puertas del Palacio Nacional, a decir, que no hay ninguna diferencia, ni son polos opuestos, pero, desde luego que esto no es gratuito, es el producto de su carrera política del zacatecano, como líder del Senado de la República Mexicana y como precursor de la 4T.

Todo esto se da en el proceso adelantado por el mismo Gobierno Federal de la 4T, al destapar las “corcholatas” porque ya no son “tapados” a la vieja usanza del PRI. Obrador mencionó nombres de quienes podrían sustituirlo, pero se inclinó por Claudia Sheinbaun, quien es la Jefa de Gobierno de la ciudad de México, a quien empezó a impulsar, pero tal parece que no ve resultados, más que la fatal derrota electoral del 6 de junio del 2021 con la pérdida de la mayoría de las alcaldías de la ciudad capital, que estaban el poder de Morena.

Desde luego que surgió una discrepancia porque en el destape de las “corcholatas”, Obrador no mencionó al nombre de Ricardo Monreal, desde entonces, el líder del senado, empezó a trabajar diplomáticamente desde la Cámara de Senadores, cabildeando las iniciativas del presidente, que no es tarea fácil, pero sí, en lo general ha dado buenos resultados.

Monreal empezó a picarle la cresta al mandatario federal, muy diplomáticamente, primero, que él aspira a la presidencia de México y aparecerá en la boleta electoral, a la vez, que empezó a criticar, que el método de las encuestas electorales no son confiables para la elección presidencial, además, si se cometen abusos de poder y procedimientos viciados, Morena podría perder en 2024 la presidencia de México.

Esto no le pareció al presidente- y empezó hacer su “modito”. Se generó, una estela de animadversión. Monreal, empezó a denunciar actos de corrupción de servidores públicos emanados de MORENA, principalmente al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, por abuso de poder.

Ricardo Monrel, tiene la razón. El buen crítico y demócrata tiene que denunciar las anomalías del gobierno, propositivamente y con sentido social, así sean del mismo partido, no porque son de Morena, se va a convertir en cómplice o en un florero, como lo hace Claudia Sheinbaum, quien todo dice que sí, agacha la cabeza y se convierte en apéndice del presidente, es decir, no tiene criterio propio. Una presidenta así, México no lo merece.

carloscastellanos52@hotmail.com

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