YOPE
Por: Francisco Alejandro LEYVA AGUILAR
Ayer, revisando las redes sociales vi un video de los foros sobre la consulta a la reforma al poder judicial convocados por Morena que no me extrañó, pero sí me preocupó. Un individuo es entrevistado por un reportero que lo cuestiona sobre su presencia en el foro y sostiene que va para emitir su voto. No tiene la certeza de por qué o por quién debe votar, a él solo le dijeron que fuera y que votara a favor.
El cuestionamiento del reportero es insistente cuando el sujeto vestido de gorra, una chamarra y una playera de Morena sostiene que está ahí porque tiene que votar en contra de la corrupción. ¿La corrupción de quién?, le inquiere el reportero y el solo tina a decir “de la corrupción”, eso no dijeron.
Hay una evidencia tácita entonces que los asistentes a los foros de consulta para la reforma al poder judicial, están manipulados, seguramente por los ahora inconformes “cuervos” de la nación para que, en dado caso que haya una votación, ellos vayan y emitan el voto recomendado por López.
Esa es la clase de persona que votó por Claudia Sheinbaum, es decir, es la clase de persona de entre los 30 millones que votaron por Morena, que escogió el futuro de México y que lo hizo sin razonar su voto. Son personas que no piensan, que no tienen capacidad de análisis, que no tienen nada que perder excepto la dádiva mensual o bimestral que el gobierno populista les ofrece y por eso los ocupan.
La reforma al poder judicial no es un asunto de ciudadanos. Es un asunto de abogados, de juristas, de expertos en la materia ¿por qué consultarle a un ciudadano que no tiene siquiera la capacidad de emitir un voto razonado para escoger a uno de los candidatos que lo gobernará?, lo que pretende Morena y López es secuestrar al poder Judicial para usarlo a modo, como por ejemplo, declarar que todo el dinero que use la federación, sea un asunto de seguridad nacional y de esa manera gastarlo a discreción.
Por eso he insistido una y otra vez, la democracia no es un asunto de racionalidad, es u asunto de intereses y por tanto no puede ser abierta a todo ciudadano con una credencial para votar, es más, la credencial debería cambiarse por una licencia o un fíat. ¿Cómo garantizar que el ciudadano emita un voto a su favor y en favor de su país?, pues examinándolo para saber si está capacitado para votar.
Dice el escritor Israelí Yuval Noah Harari que “la gente vota con los pies” y no solo se refiere a la última elección en México, sino en todas las elecciones a nivel global por tanto, no es posible abrir la democracia aunque las raíces de la palabra signifiquen “el gobierno del pueblo”… ¿quién es el pueblo entonces?, ¿una masa informe de personas que son susceptibles de ser manipuladas ya por hambre, ya por ignorancia o por ambas?, eso no es pueblo, eso es lumpen y entiéndase por lumpen al sector social más bajo del proletariado, desprovisto de conciencia de clase.
Ese sector, el lumpenproletariado, es el target del populismo. Hacia ellos van dirigidos los discursos huecos, embelesadores, mentirosos; hacia ellos van las dádivas miserables que no les resuelven sus vidas, sino que les permiten mantenerse en su condición de jodidos, pero aplaudiendo a un régimen que les facilita la existencia con solo estirar la mano y donde no se dan cuenta de que el gobierno utiliza esa mano para cuando necesite fortalecer su poder.
Son exactamente como López los describió y se describió a sí mismo: yopes, fachos y chairos y para ese lumpenproletariado, que el presidente sea como ellos, es un honor y por ese solo hecho, harán como focas amaestradas, lo que el líder les pida.
Por eso es tan grave que en la reforma judicial no haya conciencia y sí manipulación. Lo increíble es que no solo entre la masa hay ignorancia, también la hay en la clase política favorecida por López. ¿Acaso son tan miopes y obtusos como para no darse cuenta del daño que le harán al país si aprueban una reforma retrógrada?
Tal vez el lumpen, por estúpidos tengan perdón, pero quienes son representantes populares por voto ciudadano para defender la constitución, esos son peor que traidores a la patria, esos son apátridas.