LA REDUCCIÓN DE LA VACUNA PFIZER
Por: Mario CASTELLANOS ALCÁZAR.
En Oaxaca, los hospitales están saturados.
No hay control.
Sin duda, que la reducción de un 50 por ciento de la vacuna Pfizer a México causará destanteos, pero también, desconcierto y desconsuelo en los mexicanos, que ya veían la luz al final del túnel, es decir, un alivio y una esperanza, que salvaría a miles de familias; menos contagios y por supuesto, muertes por el padecimiento del COVID- 19.
Esto significa que el proceso de vacunación en el territorio mexicano será más lento y tardío, aunque el sub director de Prevención y Promoción de la Salud del Gobierno Federal, Hugo López Gatell, manifieste, que todo va bien, viento en popa, pero no es así, porque para colmo de males, la Organización Mundial de la Salud, (OMS) está interviniendo en los asuntos internos de las naciones que integran dicho organismo.
Quien más, sino, el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros, Adhanon, quien poco o casi nada ha aportado en la prevención y combate de la referida pandemia, sin embargo, ahora dice que hay países que están acaparando la compra de las vacunas, mientras las naciones pobres no tienen acceso a las dosis de vacunación.
Al menos, en México, interrumpe el Plan Nacional de Vacunación y lo proyectado por el presidente López Obrador, quien con anterioridad había contratado con la farmacéutica Pfizer, 34.4 millones de vacunas para inmunizar a 750 mil trabajadores de la salud y sectores de la población mexicana.
Sin embargo, las remesas de vacunas llegarían cada ocho días a México, en promedio de 450 mil dosis, pero ahora, la reducción es del 50 por ciento, es decir, ayer martes, todavía llegaron cerca de 200 mil vacunas, y de aquí, hasta el 15 de febrero, a decir, porque Pfizer hará un ajuste o reestructuración de su planta productiva, quizás, con mejor tecnología para producir más a fin de generar más para tender la demanda internacional.
Desde luego, que el contrato de las 34. 4 millones de dosis serán entregadas después, incluso, con la intervención inoportuna de la OMS, que en lugar de apoyar a los países que hicieron sus propios contratos y pedidos para abatir los contagios, que van de menos a más, también hace su politiquería, haciendo una lumbrera entre los países pobres y ricos, cuando desde, antes, este organismo de la salud mundial hubiera hecho un entramado de coordinación y planeación con los países que integran a la OMS para manejar un plan equitativo de vacunación.
Para ser justos la OMS, que, desde Ginebra Suiza, lanza predicaciones, ha perdido su principio de autoridad moral, por lo que, en el caso de la pandemia, ha dejado solo a sus socios, o bien, a los Gobiernos de Estado, a que se conduzcan como pueden y con sus propios recursos, sin embargo, ahora quiere ser juez y parte, en lugar de llamar a la unidad, para, que en este tiempo se crisis por la pandemia se unan y se solidaricen para apoyarse mutuamente por el bien de la salud del mundo.
Incluso, la OMS, maneja un fondo de recursos económicos estratosféricos, que bien podrían destinarse para la compra de las vacunas, en apoyo a las naciones pobres, pero, de esto, nada se dice. Y nada se hace. Mientras en el mundo se han registrado 2 millones 41 mil 289 muertes por la pandemia. Por tanto, la OMS, hace referencia, que en 49 países ricos del mundo han acaparado 39 millones de vacunas, mientras los países pobres reciben migajas- y por eso, Tedros Adhanon, dice, que la vacuna se está distribuyendo, inequitativamente y con mucha desigualdad social, por lo que estamos al borde de un fracaso moral catastrófico, de ahí, que pidió a los países ricos a que no se agandallen.
Mientras tanto, en México, la situación es más crítica y sin solución en la prevención y combate del COVID-19. Las instituciones de la salud han sido rebasadas y asimismo, las estrategias y políticas del Gobierno Federal y los Estatales. Hasta hoy con un millón 649 mil 502 contagios confirmados y 141 mil 248 muertes.
-OAXACA SATURADO POR COVID- 19-
Oaxaca no es la excepción, aquí, la invasión del COVID- 19 ha sido desbordante por la falta de medidas y estrategias gubernamentales y la apatía de la ciudadanía, que sigue sin el menor cuidado de las medidas sanitarias, por tanto, aquí, la entidad permanece en semáforo naranja desde hace 29 días, pese a que la demanda de los trabajadores de la salud y sectores de la población, es pasar a semáforo rojo por el alto índice de contagios y muertes.
Solo en los primeros 18 días del mes de enero del presente año, van 3 mil 270 infectados y 167 decesos, lo que es igual, a un promedio de 181 casos confirmados y 9.2 muertes por día, así, en los 29 días del semáforo naranja se han presentado 4 mil 812 contagios y 241 muertes. En promedio de 167 contagios y 8.3 muertes diariamente.
Los hospitales COVID – 19 están rebasados en Oaxaca, cuya salvación es la vacuna, apenas han llegado 19 mil 500 dosis a esta entidad, sin embargo, hay problemas en su aplicación y distribución por falta de organización, al igual que en otras entidades a nivel nacional.
Esto dio lugar a la renuncia del Secretario de Salud del Gobierno del Estado, Donato Casas Escamilla.
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