EL ZUMBIDO DEL MOSCARDÓN

OAXACA FEMINICIDA

Por: Francisco Alejandro LEYVA AGUILAR

Entiendo por qué el gobierno del anodino Salomón Jara, presionando a la Fiscalía de Justicia de Oaxaca (FJEO) clasifica los feminicidios como “desaparición forzada”. No lo hace para proteger al delincuente, sino para protegerse él mismo de regresar al primer lugar en asesinatos de mujeres en el país como ya ha ocurrido en su administración.

Mientras con todo el dolor de su corazón la familia de la enfermera Judith Vianney a quien encontraron desmembrada en el domicilio de un “compañero de trabajo”, en Santa Cruz Xoxocotlán, le daba cristiana sepultura a sus restos, se enteraron de que la FJEO procesaba al culpable por el delito de desaparición forzada y no como a un feminicida.

Judith Vianney murió por el hecho de ser mujer y eso se llama feminicidio y se debe castigar con todo el peso de la ley, pero eso, al gobierno de Oaxaca en sus estadísticas, no le conviene y por eso maquilla el feminicidio dándole otro nombre al delito, por tanto los colectivos de mujeres ya están preparando las manifestaciones para exigirle a Calzontzin que llame a las cosas por su nombre y actué en consecuencia.

Otra mujer fue reportada como desaparecida en Tuxtepec y, desgraciadamente también fue hallada muerta y con huellas de tortura. Soledad Cruz González se llamó la infortunada joven que apenas contaba con 20 años de edad y dejó huérfana a una bebé de solo tres años, la Vice Fiscalía en la Cuenca del Papaloapam ha anunciado que ya detuvo al probable responsable de este feminicidio.

Por tanto, estudiantes de la región de la Cuenca del Papaloapam, están planeando movilizaciones para que la FJEO, no vaya a confundir los delitos como el de Judith Vianney y los catalogue diferente a lo que en realidad son, es decir feminicidios.

No hace mucho escribí que en Oaxaca es peligroso ser mujer no solo por el arraigado machismo que prevalece en las comunidades, sino porque en el gobierno del estado, no se hace absolutamente nada para la erradicación de la violencia contra las mujeres.

La Secretaría de la Mujer que dirige Anahí Monserrat Sarmiento Pérez es un elefante blanco en Oaxaca porque la titular no es capaz de pronunciarse cuando la FJEO clasifica delitos no como feminicidios, sino como asesinatos o desapariciones forzadas y no existe un mecanismo para proteger a las mujeres que van a las fiscalías especializadas a denunciar a hombres violentos que muchas veces viven con ellas.

Una mujer en nuestro estado debe llegar a una de esas fiscalías prácticamente muriéndose para que le hagan caso. Para los ministerios públicos que atienden a estas féminas víctimas de violencia intrafamiliar o en el noviazgo o sufren acoso, no basta el testimonio de las mismas para brindarles protección y, al contrario necesitan verlas golpeadas físicamente para dar trámite a las denuncias.

El problema es que, muchas de ellas ya no viven para contarlo y mucha culpa de eso la tienen las autoridades que no investigan las denuncias y las carpetas quedan ahí rezagadas como mudos testigos de un fenómeno que ha cobrado la vida de muchas mujeres en nuestro estado.

VIanney, Soledad y Sandra, son solo tres de ellas cuyos casos han causado una conmoción enorme entre la sociedad oaxaqueña por la brutalidad -las primeras dos, no sabemos de Sandra- con que fueron asesinadas y por eso resulta un insulto a su memoria que posiblemente por instrucciones del anodino gobernador del estado, los asesinos sean juzgados por un delito diferente al feminicidio.

La violencia criminal está imparable en Oaxaca, porque el gobierno es ineficaz en su obligación de brindar protección a las personas, sobre todo a las mujeres. Es la fecha en que nadie sabe nada de la desaparición de Sandra Domínguez y lo único que se le ocurre al inútil secretario de gobierno Jesús Romero López, es echarle la culpa al esposo de la activista diciendo que “estaba involucrado en asuntos ilícitos”, es decir, lavándose las manos.

Ayer localizaron una maleta con posibles restos humanos en Juchitán de Zaragoza en un macabro hallazgo, no sabemos nada más y esperemos que no sean de otra mujer que engrose las estadísticas de los cientos de feminicidios que han ocurrido en este sexenio, muchos de ellos impunes.

@leyvaguilar
Instagram: leyvaguilar_
Facebook: Francisco Alejandro Leyva Aguilar

Entradas relacionadas