PERDÓN
Por: Francisco Alejandro LEYVA AGUILAR
¡No me quiero morir!, fue la súplica que hizo Dante Emiliano, un menor de apenas 12 años de edad al que el crimen organizado le arrebató la vida el martes pasado en Paraíso Tabasco, ahí donde se construye el bodrio petrolero llamado Dos Bocas.
Las versiones extraoficiales apuntan a que Dante Emiliano trató de impedir el secuestro de su madre Claudia que un par de sujetos desconocidos trataban de ejecutar cuando el niño forcejeó con ellos para salvar a su progenitora.
Los sicarios le dispararon en cuatro ocasiones a Dante Emiliano que gritaba ante la multitud que se acercó ¡NO PUEDO RESPIRAR, NO QUIERO MORIR!, los asistentes trataron de darle primeros auxilios a Dante Emiliano que fue llevado de urgencia al hospital de Pemex en Paraíso Tabasco donde, por falta de insumos, no le pudieron salvar la vida y finalmente falleció.
Claro que este hecho ha causado una tremenda indignación en toda la sociedad mexicana, porque ya nadie está a salvo. La inseguridad te puede arrebatar lo más preciado que tienes y que es la vida de tus hijos. Dante Emiliano no debió morir y no solo por ser un héroe, sino porque era un niño con una vida por delante.
Por lo mismo me siento obligado a ofrecerle mis disculpas post mortem a Emiliano, porque, a pesar de que yo no voté por López Obrador, no tuve la iniciativa de decirle a mis familiares y amigos, afectos y conocidos, que el actual presidente es un monstruo que nunca debió gobernar México.
Debo pedir perdón porque en los 5 y medio años que llevamos de mal gobierno, no hemos alzado suficientemente la voz para desenmascarar el pacto infernal entre el gobierno de los López y el crimen organizado que ha inundado las plazas públicas, los barrios, las colonias y las calles de todo el país con las malditas consecuencias que ya conocemos, 187 mil asesinatos y sumando.
El triunfo de López en 2018 causó el desabasto criminal de medicinas en los hospitales, de médicos y de insumos que se presenta en todos los nosocomios de la nación, incluido Pemex que en los otros tiempos del “neoliberalismo” ofrecía servicios de salud de alta calidad y por eso Emiliano, dejaste de existir en un hospital de esos, sin la capacidad de atender tus heridas.
¡Yo tampoco me quiero morir Emiliano!, y sin embargo el peje y sus ocurrencias han hecho que todo México esté muriendo un poco porque no se puede estar vivo plenamente si corres el riesgo de que un grupo criminal te ataque directamente o seas un daño colateral de los caprichos de mentes retorcidas.
¡México tampoco puede respirar Emiliano!, y no puede porque millones de mexicanos se equivocaron al escoger a un patético populista, ineficiente y rencoroso, pendenciero y gañán que nos gobierna con el hígado. Él tenía tu edad Emiliano, apenas 12 años cuando se le ocurrió jalar del gatillo para matar de un balazo a su hermano mayor, al que vio agonizar, allá en Tabasco también en medio de un día seguramente caluroso y en medio de un charco de sangre.
No estoy seguro que tu imagen Emiliano, tirado en el suelo y ensangrentado con 4 orificios de bala en tu cuerpo, en una banqueta de un municipio de Tabasco, le traiga algún recuerdo a Andrés Manuel López Obrador… no puedo asegurar que tu muerte le haya movido una fibra a los escasos sentimientos de un asesino como Andrés.
Sin embargo tu muerte no puede quedar impune y por tanto lo mejor que podemos hacer como sociedad para honrar tu memoria, es negarle un voto a la candidata del peje, porque si hay un culpable de tu muerte, de la muerte del entonces niño Ramón López Obrador y de 187 mil mexicanos más por acción u omisión, ese es Andrés Manuel.
Por eso mi voto será por la paz. Mi voto será por la recuperación de la república, por la restauración del Estado de derecho. Mi voto será por la vida, por mi vida y la de mis seres amados. Mi voto será por la libertad; por la libertad de caminar por las calles con tranquilidad, por la libertad de decir lo que pienso y hacer lo que quiero. Mi voto será por la verdad, por mi derecho a la verdad.
En resumidas cuentas, mi voto será por Xóchitl porque es la única que puede hacerte justicia Emiliano, la otra opción es la continuidad de un régimen totalitario que le permitió a los sicarios meterte cuatro balazos y arrancarte la vida de tajo por tratar de salvar a tu mamá a quien no conozco, pero me solidarizo, porque lo que a ti te pasó, le puede pasar a cualquier niño de México.