ARENA POLÍTICA

SHEINBAUM Y LA DIPLOMACIA

Por: Carlos CASTELLANOS ALCÁZAR

En política exterior, la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, debe mantener estrecha relación diplomática principalmente con los socios comerciales que tienen transacciones con México.

Romper relaciones diplomáticas con España y Estados Unidos de América es un craso error de la presidenta, quien sigue los mismos entuertos que le dejó el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, quien mantuvo ríspida relación con los jefes de Estado y organismos internacionales.

Sheinbaum debe tirar la política ramplona que dejó el expresidente Andrés Manuel López Obrador- por nuevos modelos de afinidad y recomposición diplomática, por ahora, con España, luego del rompimiento con el jefe de Estado, el Rey Felipe VI, por no pedir perdón a los mexicanos por la invasión de los españoles en la conquista de los indígenas de México-Tenochtitlan. 

No obstante, la presidenta sigue la misma tónica, el mismo tufo  y polarización con flujos de odio, que agrava las relaciones diplomáticas con España pese a que es el segundo socio comercial con México- por lo que, Sheinbaum- no invitó al Rey Felipe VI a la toma de posición de su gobierno.

No obstante Sheinbaum, ya presidenta, continua con la misma cantaleta en contra  del Rey de España, a quien fustiga por no responder la carta que le envió el expresidente Obrador donde lo conmina a pedir perdón por los abusos cometidos en la conquista española en agravio de los mexicas.

La conquista española sucedió hace 500 años por lo que no es prudente la injuriosa petición del expresidente mexicano- y ahora la hace suya la primera presidenta de México de manera absurda y como una táctica inverosímil cuando ya son otros tiempos y nuevas relaciones diplomáticas.

Pero- ya se entiende- que es una argucia para distraer a los mexicanos de tantos problemas que asolan al país con olas de violencia e inseguridad, que arroja 200 mil homicidios dolosos en el sexenio del presidente saliente, sin embargo, Obrador y Sheinbaum deben pedir perdón al pueblo de México por esa política equivocada de “abrazos y no balazos”.

Al igual, la presidenta continua con la ponzoña y el discurso de odio de su antecesor. Suda calenturas ajenas y sin sentido, mortificando del Rey de España a quien ya tomó como escaparate para tapar el vacío de poder y al mismo tiempo trata de conmover los sentimientos de los mexicanos- figurando la defensa de la identidad y soberanía del país, pero, lo único que hace es romper las relaciones bilaterales.

Asimismo, Sheimbaum, en una postura insidiosa, sin ningún rango diplomático sigue amonestando al gobierno estadounidense por el pronunciamiento del embajador Ken Salazar- contra la Reforma Judicial promovida por el expresidente de México, que va contra la democracia, las libertades y el Estado de derecho, lo puede causar el rompimiento del tratado comercial entre México, EE. UU y Canadá.

Por si fuera poco, la presidenta, lejos de enmendar los errores diplomáticos de su mesías- continúa con la pausa de las relaciones con el gobierno del vecino país del norte, declarada por el expresidente mexicano-que desde luego convulsiona las relaciones bilaterales y puede que se afecte la economía de México, pues se presume el retiro de las inversiones estadounidenses.

carloscastellanos52@hotmail.com

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