ARENA POLÍTICA

VACÍO ELECTORAL EN OAXACA

Por: Carlos Castellanos Alcázar

Hay un vacío político electoral en Oaxaca que no garantiza la elección del gobernador, el 5 de junio del año 2022, pese a la importancia de este proceso electoral que marca un hito en la historia en esta entidad en plena transición democrática por un cambio del régimen neoliberal en aras de la Cuarta Transformación que no da la cara.

Si bien, en Oaxaca, se tiene la consigna de enterrar las cenizas del viejo sistema neoliberal sustentado en el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa (PRI) para dar paso al sistema anti neoliberal conocido como la Cuarta Transformación de México, la 4T, no existen las condiciones, ni del uno, ni del otro.

En el aspecto político electoral todo es un fango y por supuesto, la democracia, la pluralidad y la participación ciudadana va en franco retroco por la falta de trabajo político del gobierno estatal (PRI) y por la otra, los partidos de la oposición del viejo régimen no tienen visión de futuro, por lo que Oaxaca está en la fatal antidemocracia.

Es cierto que, faltando poco más de tres meses para la elección del gobernador, existe un clima de incertidumbre, pues ni el PRI, ni Morena, el PAN o el PRD levantan la cabeza con garbo para demostrar su fuerza política, sino todo lo contrario, demuestran su pobreza y falta de principios, y por supuesto, no garantizan un proceso electoral sólido, así, como la elección de un gobernador visionario de buen futuro, progreso y desarrollo de esta entidad.

A estas alturas, ni Salomón Jara Cruz ni Susana Harp Iturribarría han limado asperezas, pero si, han causado un cisma en las filas morenistas. Han salido a flote las tribus más destructivas de la cacareada Cuarta Transformación de México, la 4T, por lo que MORENA enfrenta severa crisis política electoral que va en detrimento de la democracia y muy lejos de lograr la transformación que anhela el presidente Obrador.

Pues sí, las fisuras en el ámbito electoral están en Morena, un partido que va de más a menos por los intereses creados y la disputa de la gubernatura entre Salomón Jara Cruz y Susana Harp Iturribarría, quienes por falta de ética política electoral han marcado diferencias, que han originado graves heridas y por supuesto, que ya no es igual.

Cualquiera que sea el candidato morenista a la gubernatura de Oaxaca, Salomón y Susana, no garantizan una elección tersa, sino muy confrontada, sin embargo, el primero tiene las preferencias de la cúpula de MORENA, así como el reconocimiento del Tribunal Electoral Estatal, facultado por el Tribunal Electoral de la Federación para determinar la candidatura oficial.

 Así, en el PRI, el PAN o el PRD, no tienen ninguna posibilidad de superar sus deficiencias y desencuentros que los aniquila para contender con propiedad en el proceso electoral de Oaxaca. El candidato del PRI, Alejandro Avilés Álvarez, rema contra la corriente en espera de un milagro, que no le llegará porque el gobierno estatal no tiene trabajo político, pero, además, el tricolor está asociado, como el timón del neoliberalismo, sumido en la corrupción y la impunidad.

El PAN y el PRD, ni su cara. Se dice que Natividad Díaz Jiménez va como candidata a la gubernatura, un partido sin militancia y un marcado caciquismo de la familia Díaz Jiménez, que ha marcado la pauta de la corrupción.

El PRD, ni su sombra, pero tampoco se vislumbra una alianza entre estos, pues no existe empatía- y todo es rechazo e intereses partidistas, pero sin proyectos políticos y sustento de vida electoral que de aliento a los oaxaqueños. Hay un vacío político electoral.

carloscastellanos52@hotmail.com

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